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Para el Papa, cada niño abortado tiene el rostro de Jesucristo

Sabado, 21 de septiembre de 2013 03:05

Francisco no deja de sorprender. Al principio fue por la humildad de sus gestos, pero ahora por la contundencia de sus definiciones. Ayer, el papa argentino pidió a los médicos católicos que se nieguen a practicar abortos, con lo que emitió un mensaje claro luego de que él mismo criticara a la Iglesia por su obsesión con “reglas mezquinas” que han alejado a los fieles. Además, denunció la “cultura del deshecho” que justifica disponer de una vida. “Todo niño que no ha nacido, pero injustamente es condenado a ser abortado, tiene el rostro de Jesucristo, el rostro del Señor”, afirmó. 

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Francisco no deja de sorprender. Al principio fue por la humildad de sus gestos, pero ahora por la contundencia de sus definiciones. Ayer, el papa argentino pidió a los médicos católicos que se nieguen a practicar abortos, con lo que emitió un mensaje claro luego de que él mismo criticara a la Iglesia por su obsesión con “reglas mezquinas” que han alejado a los fieles. Además, denunció la “cultura del deshecho” que justifica disponer de una vida. “Todo niño que no ha nacido, pero injustamente es condenado a ser abortado, tiene el rostro de Jesucristo, el rostro del Señor”, afirmó. 

Durante una audiencia con ginecólogos católicos celebrada ayer, el Papa pareció ofrecer así una rama de olivo a los sectores más doctrinarios y conservadores de la Iglesia al recordar que el Vaticano ha defendido la vida desde la concepción.

En una entrevista publicada el jueves, Francisco pidió a la Iglesia ser más compasiva y concentrarse menos en las reglas, lo que representa un cambio radical de prioridades para un sumo pontífice. La entrevista causó conmoción entre el ala más doctrinaria.

Antes de que la entrevista se publicara, los sectores conservadores habían mostrado descontento porque el Papa no había hecho pronunciamientos fuertes sobre asuntos controversiales como el aborto, la homosexualidad y el matrimonio gay.

Francisco dijo al periódico jesuita La Civilta Cattolica que la doctrina de la Iglesia en esos temas es bien conocida y la respalda, por lo que no cree que sea necesario repetirla constantemente.

Denuncia contundente

Sin embargo, ayer, en su mensaje, denunció la “cultura del deshecho” y dijo que los médicos han sido forzados a “no respetar la vida”.

Pidió a los ginecólogos respetar sus convicciones y traer más vidas al mundo. “Los objetos tienen un precio y pueden venderse pero las personas tienen una dignidad que no tiene precio y vale más que cualquier cosa”, dijo.

Los comentarios de Francisco en la entrevista no significan un cambio en la doctrina de la Iglesia pero sí representan un radical cambio de tono y contrastan las prioridades de sus dos inmediatos predecesores.
Juan Pablo II y Benedicto XVI eran intelectuales cuya doctrina orientó la elección de una generación de obispos y cardenales que, en países como Estados Unidos, se han distinguido por su oposición al aborto y al matrimonio gay.

Pedido de acercamiento

Ahora se les pide que se acerquen a gente que se ha apartado de la iglesia y les ofrezcan un cálido regreso a su seno.

Greg Burke, consejero de comunicación de el Vaticano, dijo el viernes que Francisco no cuestionó a los papas que lo procedieron ni sus prioridades. “El papa no está condenando a sus antecesores”, dijo Burke a The Associated Press.

“Lo que está diciendo es: Hemos pasado demasiado tiempo hablando de límites. Perdimos mucho tiempo hablando de qué es un pecado y qué no, ahora avancemos. Hablemos de compasión, hablemos de amor”, aclaró el consejero.

Según publicó Radio Vaticana , el Papa hizo “un llamamiento a las conciencias de todos los profesionales y voluntarios de la sanidad”, particularmente a los ginecólogos, “para que colaboren en el nacimiento de nuevas vidas humanas”.

“La cultura del descarte, que hoy esclaviza los corazones y las mentes de muchos, tiene un costo muy alto: requiere que se eliminen seres humanos, sobre todo si son física y socialmente más débiles”, sostuvo.
“Nuestra respuesta a esta mentalidad es un sí decidido y sin vacilaciones a la vida. El primer derecho de la persona humana es su vida”, dijo.

La opinión 

Dos mensajes sin contradicciones

POR FLAVIO PALACIOS, El Tribuno

Quienes lo conocen poco todavía se pueden haber sorprendido. No hay incoherencia entre lo que dijo el jueves y lo que afirmó ayer. Un día pidió compasión, amor fraterno y perdonar a la mujer a quien le pesa haber abortado y se arrepiente de ese acto. Al día siguiente condenó abiertamente, fuerte y claro, a los médicos que se dejan llevar por la cultura del descarte, que requiere que se eliminen seres humanos.

Es brutal de doloroso, pero el Papa hubo de recordar que el primer derecho es el derecho a la vida. E insistir en que hay que respetarlo, especialmente si hay compromiso cristiano en la persona. Nada nuevo. Tampoco para otras religiones.

Es que el mundo está, o parece estarlo, olvidado de lo valioso de una vida humana, esté en el estadío en el que se encuentre. Y no hay al respecto argumento válido para truncarla.

Solo aprendiendo a respetar la vida, en todas sus formas y manifestaciones, los humanos aprenderemos a respetar la naturaleza, las plantas, los animales y al otro. Es nada menos que una esencia divina a la que se le está impidiendo manifestación. ¿Duro, no?
 

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