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Aplausos y huevazos para Rohani en Irán

Domingo, 29 de septiembre de 2013 02:49

El nuevo presidente iraní, Hasan Rohani, regresó ayer a Teherán de la Asamblea General de la ONU en Nueva York y lo recibieron grupos de seguidores y detractores, a raíz de su cambio de rumbo en la política hacia Occidente que dividió a la población de su país.

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El nuevo presidente iraní, Hasan Rohani, regresó ayer a Teherán de la Asamblea General de la ONU en Nueva York y lo recibieron grupos de seguidores y detractores, a raíz de su cambio de rumbo en la política hacia Occidente que dividió a la población de su país.

Los dos grupos se enfrentaron, hecho que generó que en algunos momentos la policía tuviera que intervenir para evitar que se produjeran mayores incidentes, informó la agencia DPA.

Mientras los seguidores del nuevo mandatario gritaban “Rohani, te damos las gracias”, sus opositores coreaban “abajo Estados Unidos” y “no al acuerdo con Estados Unidos, sólo la lucha”.

Un hombre intentó -incluso- lanzar un zapato contra el presidente, mientras tiraban huevos contra la caravana que lo transportaba, informaron testigos, mientras periodistas apostados en el lugar no confirmaron esas informaciones.

Rohani intentó tranquilizar los ánimos al expresar que “en la política exterior debe tenerse una cierta flexibilidad racional sin olvidar los principios y la dignidad nacional”.

En el mismo sentido se ubica la postura del líder supremo, el ayatollah Ali Jamenei, que le exigió antes de su viaje a Nueva York una “flexibilidad heroica”, reveló Rohani.

Durante sus discursos en Nueva York, Rohani condenó los crímenes contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, aunque no habló explícitamente del Holocausto, suavizando la posición negacionista de su predecesor Mahmud Ahmadineyad, un duro.

Además, se mostró esperanzado de cara a una solución a la controversia con Occidente por el programa nuclear iraní y prometió cumplir sus compromisos, al tiempo que mantuvo, luego de más de treinta años, la primera conversación telefónica de un líder iraní con un presidente estadounidense, hoy Barack Obama.

 

Elogiosos y detractores

Iraníes de todo el espectro político elogiaron el sábado la histórica conversación telefónica entre Obama y Rohani, lo que refleja un amplio respaldo a una iniciativa apoyada tanto por los reformistas como por los clérigos conservadores del país.

A pesar de los elogios generalizados, los radicales opuestos a cualquier mejoría en las relaciones con Washington mostraron claramente su indignación ante la llegada de Ruhani a Teherán.

“El diálogo con Satán no es "esperanza y prudencia”, coreaban algunos, utilizando uno de los lemas de la campaña de Rohani para las elecciones de junio. Los partidarios del jefe de Estado, en cambio, lo recibieron con alegría y con carteles en los que le agradecían la búsqueda de la paz en lugar de la confrontación. Una manta afirmaba: “Sí a la paz, no a la guerra”.

 

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