Tiene unos cinco centímetros de largo y la forma de una mariposa. Aunque parece diminuta, su acción sobre el cuerpo es indispensable: la glándula tiroidea es la responsable de producir el combustible que hace andar a todo el organismo, desde la cabeza a los pies. Así de importante es la función de esta glándula que produce hormonas tiroideas (T3 y T4) y que controla la utilización de la energía, de producir calor, de regular la temperatura corporal y el metabolismo. También interviene en el desarrollo y maduración de los órganos, funciones de cerebro, el corazón, los músculos el crecimiento, la fertilidad y más.
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Tiene unos cinco centímetros de largo y la forma de una mariposa. Aunque parece diminuta, su acción sobre el cuerpo es indispensable: la glándula tiroidea es la responsable de producir el combustible que hace andar a todo el organismo, desde la cabeza a los pies. Así de importante es la función de esta glándula que produce hormonas tiroideas (T3 y T4) y que controla la utilización de la energía, de producir calor, de regular la temperatura corporal y el metabolismo. También interviene en el desarrollo y maduración de los órganos, funciones de cerebro, el corazón, los músculos el crecimiento, la fertilidad y más.
Desde hoy, los salteños podrán acercarse a la Plazoleta IV Siglos y disponerse a que los médicos especialistas en endocrinología del hospital Arturo Oñativia les hagan una palpación sobre su cuello y detecten si tienen agrandada o no la glándula tiroidea, lo que se conoce comúnmente como bocio.
La campaña de la Semana de la Tiroides se organizó en homenaje a los 100 años del natalicio del Doctor Arturo Oñativia y se realizará de 9 a 12 hasta el miércoles en el microcentro de la ciudad. Además se darán charlas informativas para la comunidad hoy, mañana y el miércoles desde las 10 en el salón auditorio del hospital Oñativia; son libres y gratuitas.
El día internacional de las Tiroides se fijó el 25 de mayo y se estableció a partir de 2008 con una campaña liderada por la Asociación Europea de Tiroides.
Pero, ¿por qué realizar una campaña de prevención sobre las Tiroides? El hospital Arturo Oñativia, centro de referencia endocrinológica para el Noa, registró 18.469 consultas por patologías tiroides en 2013, donde se incluyen el bocio, hipotiroidismo, hipertiroidismo y cáncer de tiroides.
La jefa del sector Tiroides del Oñativia, Valeria Cireoni y la jefa del Programa de Endocrinología, Macarena Galíndez contaron a El Tribuno que la consulta y el diagnóstico más frecuente durante el año pasado fue el hipotiroidismo. Una patología que se detecta más en las mujeres, es decir que hay un caso nuevo cada mil mujeres por año y además de cada cuatro mujeres, un hombre tiene ése diagnóstico.
Las especialistas comentaron que si bien los salteños tienen una noción muy concreta de lo que es tener problemas de tiroides, “es importante que se hagan los controles, que sigan los tratamientos indicados, con continuidad porque el mal funcionamiento de la glándula afecta todo el organismo”.
Alta prevalencia de bocio
Desde 2012 el personal médico del hospital Arturo Oñativia realiza actividades para detectar el agrandamiento de la glándula tiroidea en los salteños. Este año la actividad se repetirá en la plazoleta IV Siglos y en sus resultados se analizará la patología de bocio y su relación con los antecedentes familiares y el sobrepeso.
“Los resultados que obtuvimos del trabajo de palpación de cuello de 2013 son un alerta que nos llama a seguir investigando sobre la patología bociógena, valorar las alteraciones nutricionales en la población estudiada y determinar la relación existente entre el sobrepeso, obesidad, sexo y bocio”, comentó Cirioni. Es que en ésa pequeña muestra, los resultados arrojaron que de 344 personas a las que se les palpó el cuello, el 13% tenía bocio.
“El porcentaje es significativo y hemos encontrado una alta prevalencia de esta enfermedad, eso nos quiere decir que deberíamos hacer el estudio de investigación de bocio endémico en la provincia”, explicó la especialista. El único y último estudio en el que se investigó la prevalencia del bocio endémico y que se plasmó en un mapa provincial por regiones lo realizó el Doctor Oñativa cuando se implementó la ley de la sal yodada (1963). Hoy se sabe que el hospital quiere replicar ese trabajo, cuyo proyecto ya se elaboró, se protocolarizó, pero que aún no se sabe si realizará este o el próximo año.
Historia familiar y obesidad
En los resultados del trabajo realizado durante la Semana de la Tiroides de 2013 se concluyó que “ante la presencia de bocio en pacientes con obesidad o sobrepeso no existen evidencias indiscutibles de relación entre los mismos”.
Desde el hospital Oñativia se explicó que “los cambios en las hormonas tiroideas podrían ser tanto causa como consecuencia de las modificaciones del peso. Si bien la determinación de que las hormonas tiroideas es un factor importante en la evaluación de pacientes con sobrepeso, la prevalencia de hipotiroidismo es relativamente baja”, explicaron los profesionales, quienes advirtieron que se relaciona mucho la obesidad con el hipertirodismo, pero no se sabe si es así en realidad.
Valeria Cerioni, agregó: “Hay otros estudios que se realizan en la actualidad en los que se consideran otros disparadores que generarían alteraciones hormonales en el tejido adiposo que podrían ser las responsables de producir alteraciones en las glándulas tiroides. Es decir que la obesidad alteraría a la glándula y no al revés, pero no hay nada definido”, concluyó.
El otro factor de riesgo con los antecedentes de esta patología es la familia, pero en los resultados obtenidos de la muestra realizada en 344 personas se concluyó que “al relacionar bocio con antecedentes heredofamiliares se encontró que no existe relación entre los mismos”.
Los especialistas explicaron que esa respuesta puede tener muchas variables y una de ellas es que la persona consultada no sepa que en su familia hay integrantes con problemas en las tiroides, en todas sus variables. Por ello es que este año, en el interrogatoria que se le hará a cada persona en la Plazoleta, se preguntará si sabe o no si tiene antecedentes familiares y además, si conoce o no que en su grupo familiar pueda haber personas con este tipo de diagnóstico.
Los síntomas, son la clave para consultar al especialista
La glándula con forma de mariposa se ubica en la parte anterior del cuello, por delante de la tráquea y por debajo de la “nuez de Adán” o cartílago tiroides, cuando no logra producir la suficiente cantidad de hormonas se denomina Hipotiroidismo y cuando forma más cantidad de hormona se denomina Hipertiroidismo.
“El nivel de alarma que tienen que tener las personas es a partir de conocer los síntomas, saber que el riesgo aumenta si los tengo y por ello hay que hacerse el control”, explicó Valeria Cerioni, endocrinóloga.
Piel fría, seca, caída del cabello, constipación, somnolencia, dificultad para bajar de peso, alteraciones menstruales, descenso en la actividad física, son algunos de los síntomas del hipotiroidismo. Mientras que, por el contrario, con el hipertiroidismo la persona puede experimentar la sensación de piel caliente, húmeda, temblores en las manos, en la lengua, nerviosismo, tienen dificultades para conciliar el sueño, se tiene insomnio, puede tener hiperdefecación, sentirse hiperquinético, palpitaciones o aumento de la frecuencia cardíaca, puede tener bocio, alteraciones en la vista, y más.
El personal que integra el Programa de Endocrinología del Oñativia señaló que si bien uno de los factores de riesgo para tener problemas en las tiroides son los antecedentes familiares de primer grado, también hay que considerar a las enfermedades autoinmunes como Diabetes tipo 1, tener más de 50 años, antecedentes de cirugía de tiroides, Síndrome de Down o Síndrome de Turner, exposición a radiación o antecedentes de cáncer familiar.
Hormonas y alteraciones en el metabolismo
CAMPAÑA 2013: MÉDICOS DEL OÑATIVIA
REALIZAN PALPACIÓN DE CUELLO
La actividad hormonal es sumamente relevante a la hora de evaluar el funcionamiento del organismo ya que incide en el metabolismo y define alteraciones en el peso.
Muchos son los factores que inciden en la variación del peso de cada persona y ciertas veces los hábitos alimenticios no son suficientes para evaluar un aumento o descenso.
La asimilación de los alimentos depende de factores como el horario de las comidas, su contenido graso o bien el grado de actividad física que se mantenga. Sumado a esto, es importante tener en cuenta la influencia de las hormonas en el metabolismo por lo que es importante visitar al endocrinólogo cuando se manifiesta alguna dificultad para perder peso al realizar una dieta o cuando se registran variaciones abruptas o fluctuaciones en el peso ya sea en más o en menos.
A su vez, el comportamiento del metabolismo es diferente entre los sexos y la edad también es un factor a considerar. Tanto las mujeres como los hombres pueden sufrir un incremento de peso a medida que pasan los años como consecuencia de la disminución del funcionamiento del metabolismo, en especial a partir de los 40 años.
Por otra parte, entre las causas no patológicas que pueden generar un aumento de peso momentáneo se destaca el síndrome premenstrual debido a la retención de líquidos o un apetito mayor al habitual. En estas situaciones con algunos recaudos como el ejercicio físico y una alimentación equilibrada, la mujer puede evitar la suba de peso.
Distinto es el tema cuando hay presente una enfermedad o alteración metabólica que conllevan disfunciones hormonales. Un ejemplo, con alta incidencia entre las mujeres, es la disfunción en la glándula tiroides que tiene básicamente dos funciones en el cuerpo: en primer lugar, durante los años de crecimiento, las hormonas tiroideas generan el desarrollo de los tejidos; y en segundo lugar, se encarga de que el cuerpo genere y consuma la energía necesaria. Según como sea cada organismo se quemará más o menos energía. Un funcionamiento hormonal incorrecto podría hacer que el metabolismo queme menos energía de la que debería, o en algunos casos, al revés.
En conclusión, muchas veces los factores externos como el ejercicio o la dieta no son suficientes para poder explicar alteraciones en el peso o aún la resistencia del cuerpo a perderlo en medio de una dieta.
Se recomienda visitar al endocrinólogo para realizar un examen médico y estudiar el balance hormonal.
*Asesoró para este material: Doctora Laura Maffei, directora de Centro Médico Dra. Laura Maffei, matrícula 62441