Con la alegría a flor de piel y los ojos rojizos luego del gran desahogo que significó vencer en la tanda de penales al eterno rival para conservar la categoría, Adrián Cuadrado, DT de Juventud Antoniana, valoró la actuación de sus jugadores a lo largo de los 120 minutos.
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Con la alegría a flor de piel y los ojos rojizos luego del gran desahogo que significó vencer en la tanda de penales al eterno rival para conservar la categoría, Adrián Cuadrado, DT de Juventud Antoniana, valoró la actuación de sus jugadores a lo largo de los 120 minutos.
“Estoy muy contento porque este grupo no se merecía sufrir tanto. Entendieron que esto era una final, que esto es un club grande y que teníamos que dejarlo en la misma categoría. Creo que Juventud desde el primer minuto fue un equipo avasallador, con personalidad, nos faltó la puntada final y nos tocó sufrir”, expresó el entrenador.
Ante el interrogante sobre si este triunfo se festeja, Cuadrado explicó: “Cada uno lo recibe y lo festeja como puede y lo siente. Personalmente, confiaba mucho en este grupo, en Dios y en que íbamos a hacer bien las cosas para mantener la categoría”.
Por otro lado, el entrenador del santo rompió los esquemas y le mandó un mensaje a los hinchas cuervos: “Esta vez les tocó sufrir a ellos, pero nos podría haber tocado a nosotros. Ahora hay que centrarse en recomponer todo, en trabajar duro y en reflexionar por el bien del fútbol”.
Para cerrar, Adrián Cuadrado fue claro a la hora de hablar de su continuidad. “Hoy acá termina mi lazo con Juventud. Lo dije apenas llegué y el objetivo era dejar al club donde está, cumplí y ahora me voy a casa”, expresó el DT. Tras la partida de Cuadrado, la futura comisión directiva (las elecciones serán a fin de mes) definirá al nuevo técnico.
González y Mocchi, casi a las piñas
Mientras el plantel de Juventud era puro desahogo y festejo por haber salvado la categoría y condenado a su clásico rival gracias a las manos salvadoras de Mariano Maino, un duro y tenso cruce se produjo en la zona de palcos del Martearena entre el expresidente del santo Rubén González y el actual interventor del club, Fredy Mocchi. Ambos se cruzaron, se propinaron reproches e insultos y se machacaron culpas por el actual momento del antoniano, que tuvo que jugar un desempate para no descender al Argentino B. La cosa no pasó a mayores por la intervención del secretario de Deportes, Federico Abud, quien separó a ambos y evitó que los directivos en cuestión lleguen a las manos en medio de un clima convulsionado. “Cola terminaron”, alcanzó a vociferar Rubén González en medio de la ira, en relación con el complicado momento deportivo por el que atravesó el antoniano bajo la gestión de la intervención. Pese a este duro cruce, fue escaso el acompañamiento que le brindaron las cabezas dirigenciales del santo al equipo en el mal momento: no estuvieron en San Luis en un partido clave, sin contar otros tantos descuidos administrativos.
En los próximos días comenzará una nueva etapa en el santo con el armado de las elecciones. Por ahora se perfilan dos listas para la asamblea del 29 de mayo. En el santo debe haber una reconstrucción total y un recambio profundo en el plantel.