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El escándalo tras un safari

Martes, 03 de junio de 2014 01:46

Juan Carlos es una persona carismática. La sociedad todavía le agradece la forma en la que lideró la transición a la democracia tras la muerte del general Francisco Franco en 1975 y su papel en defensa del Estado tras la intentona militar golpista del 23 de febrero de 1981.

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Juan Carlos es una persona carismática. La sociedad todavía le agradece la forma en la que lideró la transición a la democracia tras la muerte del general Francisco Franco en 1975 y su papel en defensa del Estado tras la intentona militar golpista del 23 de febrero de 1981.

Sin embargo, su popularidad se ha resentido en los últimos años. Según una encuesta reciente del diario El Mundo, el índice de aprobación del monarca se situaba en 41%, mientras que el de Felipe alcanza 70%.

La imagen de Juan Carlos se vio afectada primero con la rotura de su cadera en un polémico safari para cazar elefantes en Africa en 2012, que le obligó a pedir perdón públicamente. Pero lo que más daño hizo fue la imputación de su hija la infanta Cristina y su esposo Iñaki Urdangarín por presuntos delitos de malversación de fondos públicos.

Paralelamente, la salud tampoco ayudó. El rey camina con muletas desde que hace cinco años inició un calvario de operaciones, fundamentalmente en las rodillas y las caderas.

La aprobación de la monarquía se encuentra en el nivel más bajo de su historia reciente. Sobre todo entre los menores de 34 años que no vivieron la convulsa transición. Los españoles dan a la corona una nota de 3,68 sobre 10, según el último dato del público Centro de Investigaciones Sociológicas de mayo del año pasado.

Juan Carlos dijo recientemente que le gustaría ser recordado como “el rey que ha unido a todos los españoles y ha traído la democracia”.

La renuncia al trono sigue la senda de otras monarquías europeas, incluso también de otra institución como el papado. El rey Alberto de Bélgica y la reina Beatriz de Holanda abdicaron en sus hijos el año pasado. Los procesos culminaron satisfactoriamente, al igual que en la Iglesia Católica, con la salida de Benedicto XVI y la posterior elección del papa Francisco.

Antimonárquicos piden un referendo

Decenas de miles españoles reclamaron ayer en una veintena de ciudades la celebración de un referendo sobre la continuidad de la monarquía.

La Puerta del Sol, en Madrid, y la Plaza Catalunya de Barcelona fueron los principales escenarios en los que partidos políticos y ciudadanos antimonárquicos se manifestaron alrededor de consignas como “España es republicana”, “a por la Tercera” y “referendo ya”. Entre las pancartas que colmaron el lugar hubo banderas del PSOE, de las Juventudes Comunistas, de Equo y Podemos, que irrumpió por sorpresa en el escenario político y se convirtió en la cuarta fuerza del país en las recientes elecciones europeas. Un escenario similar se vivió en la Plaza de Catalunya de Barcelona. También fueron convocadas manifestaciones en Córdoba, Almería, Granada, Huelva, Zaragoza, Santander, León, Ibiza, Canarias, Navarra y Asturias. También las hubo en Amsterdam, Bruselas, Berlín, Frankfurt, Jerusalén y Lisboa.

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