La Policía Militarizada de San Pablo dispersó hoy por la madrugada con gases lacrimógenos y bombas de humo una celebración callejera de hinchas argentinos por su clasificación de su Selección a los cuartos de final del Mundial. Todo ocurrió en el bohemio barrio de Vila Madalena.
inicia sesión o regístrate.
La Policía Militarizada de San Pablo dispersó hoy por la madrugada con gases lacrimógenos y bombas de humo una celebración callejera de hinchas argentinos por su clasificación de su Selección a los cuartos de final del Mundial. Todo ocurrió en el bohemio barrio de Vila Madalena.
Los incidentes comenzaron después de las 2 de la mañana de hoy cuando un centenar de patrullas y motocicletas de la Policía Militarizada llegó a la Rúa Aspicuelta, donde una nutrida presencia de hinchas argentinos celebraba la victoria por 1-0 sobre Suiza.
Unas diez patrullas y motocicletas de la PM aislaron parte del lugar, montando un cordón de seguridad, para facilitar el paso de un camión recolector de basuras y minutos después más vehículos policiales irrumpieron en el lugar con las sirenas accionadas.
Los hinchas, en su mayoría argentinos, pero entre los que se encontraban brasileños y turistas de otras nacionalidades, como estadounidenses, suizos, colombianos y mexicanos, comenzaron a lanzar fuegos artificiales con la llegada de más policías.
La PM, como relató en el lugar la administradora de la empresa brasileña Lucia Pádova, comenzó entonces a responder con gases lacrimógenos y bombas de humo. “No es de esa forma que se controla una situación de esas. No había violencia y si se quería dispersar a los hinchas, principalmente extranjeros, había que tener más tacto y hacerlo con otros mecanismos”, manifestó Pádova.
Según el órgano policial, la acción fue por el hecho de que algunos hinchas -muchos de ellos borrachos- atacaron con botellas de cerveza a los efectivos que estaban en el lugar.
En la acción no hubo daños en el patrimonio público o privado y nadie fue detenido, de acuerdo con la PM.
El mayor de la Policía Elvio Fanciscón, responsable de la acción, justificó a periodistas que la presencia de la PM obedeció a la queja constante de los vecinos por el comercio de drogas y el ruido durante toda la noche en días ordinarios de la semana. En el lugar, apuntó Franciscón, habían unas 2.500 personas y en el operativo participaron representantes de varios organismos policiales y de la administración municipal.