Un cuarto de siglo haciendo música a puro pulmón es un tocazo. Un aniversario de este calibre puede ser motivo para un repaso en sepia, para el balance o para otear un rato el horizonte. En vísperas del festejo, Perro Ciego se hace tiempo para las tres cosas. La banda rockandrollera más antigua y emblemática de Salta celebrará este nuevo hito en su carrera con un recital de alto vuelo que se concretará esta noche, a las 21, en el Teatro Provincial de Salta. El show estará enmarcado en el ciclo Cultura da la nota, y contará con varios músicos invitados (entradas, $40).
Repaso en sepia
Las vidas de Carlos "Pelado" Vega (bajo y coros), Pablo "Jopo" Zenteno (batería), Marcelo "Salchi" Dique (guitarra y voz) y Martín "Gamba" Aguilera (guitarra) se cruzaron por casualidad, primero, en el Colegio Tomasini y, después, en el taller de música que dictaba un porteño afincado en Salta, Marcelo Gala. Los cuatro eran apenas adolescentes y apenas tenían para el colectivo. Eran los albores de la recuperada democracia y de la hiperinflación.
"Del taller de Cacho Gala surgió Perro Ciego. Nos hubiese gustado que él esté presente en este show porque marcó nuestro camino y el de varios músicos de nuestra generación. Pablo, Martín y yo íbamos al Colegio Tomasini. El Pelado iba a la Normal y se unió a la banda un par de años después de que arrancamos", repasó Salchi para El Tribuno, en la previa de uno de los últimos ensayos de la banda.
El nombre del grupo se inspiró en la película Encrucijada (Crossroads, 1986), un filme basado en la vida del legendario blusero Robert Johnson, que es referencia para todo guitarrista que se precie por el famoso duelo de cuerdas entre Ralph Macchio (el actor de Karate kid) y Steve Vai.
Con apenas 15 o 16 años, las aspiraciones musicales de los integrantes de Perro Ciego no iban mucho más allá de "juntarse a tocar rock". Los 80 habían marcado un resurgimiento del género a nivel nacional y el entusiasmo era contagioso. "A esa edad uno tiene en claro casi nada. Los primeros ensayos fueron en la casa de Martín, en Castañares. Me acuerdo que yo tomaba dos colectivos con la viola y el amplificador", contó Salchi. Por su parte, Pablo aclaró: "El amplificador era prestado. Yo tampoco tuve batería por mucho tiempo. Aparte eran otras épocas. No teníamos el acceso al conocimiento que existe hoy gracias a Internet".
Repaso en sepia
Las vidas de Carlos "Pelado" Vega (bajo y coros), Pablo "Jopo" Zenteno (batería), Marcelo "Salchi" Dique (guitarra y voz) y Martín "Gamba" Aguilera (guitarra) se cruzaron por casualidad, primero, en el Colegio Tomasini y, después, en el taller de música que dictaba un porteño afincado en Salta, Marcelo Gala. Los cuatro eran apenas adolescentes y apenas tenían para el colectivo. Eran los albores de la recuperada democracia y de la hiperinflación.
"Del taller de Cacho Gala surgió Perro Ciego. Nos hubiese gustado que él esté presente en este show porque marcó nuestro camino y el de varios músicos de nuestra generación. Pablo, Martín y yo íbamos al Colegio Tomasini. El Pelado iba a la Normal y se unió a la banda un par de años después de que arrancamos", repasó Salchi para El Tribuno, en la previa de uno de los últimos ensayos de la banda.
El nombre del grupo se inspiró en la película Encrucijada (Crossroads, 1986), un filme basado en la vida del legendario blusero Robert Johnson, que es referencia para todo guitarrista que se precie por el famoso duelo de cuerdas entre Ralph Macchio (el actor de Karate kid) y Steve Vai.
Con apenas 15 o 16 años, las aspiraciones musicales de los integrantes de Perro Ciego no iban mucho más allá de "juntarse a tocar rock". Los 80 habían marcado un resurgimiento del género a nivel nacional y el entusiasmo era contagioso. "A esa edad uno tiene en claro casi nada. Los primeros ensayos fueron en la casa de Martín, en Castañares. Me acuerdo que yo tomaba dos colectivos con la viola y el amplificador", contó Salchi. Por su parte, Pablo aclaró: "El amplificador era prestado. Yo tampoco tuve batería por mucho tiempo. Aparte eran otras épocas. No teníamos el acceso al conocimiento que existe hoy gracias a Internet".
Cuando la banda debutó el 2 de julio de 1989, en la Casa de la Cultura, tocó con instrumentos prestados.
Si bien el impulso primigenio de conformación de la banda fue pasión sin rumbo fijo, hay algo que Perro Ciego cultivó desde el primer día y hoy sigue siendo cimiento de sus canciones: "Nosotros venimos tocando la escala pentatónica desde el principio hasta ahora. Es lo que sabemos tocar", resume Salchi. Pero dicen que toda la culpa del nacimiento del rock and roll la tuvo el blues, que una noche, borracho, se acostó con el country. Perro sabe de esos encuentros íntimos y prodigiosos. "Primero nos instalamos como una banda de blues. Inclusive, cuando íbamos a tocar a la Casa de la Cultura lo hacíamos con esa etiqueta, para que no se asusten tanto (risas). Remitía a un público más tranquilo", repasó el Pelado Vega. "Las primeras composiciones eran más bluseras -agregó Martín-, más tirando al rock tradicional o clásico. Pero por otro lado, nosotros como banda, sin salirnos de la esencia del rock and roll, fuimos buscando un estilo propio".
El balance
Perro Ciego es la banda con mayor permanencia en la escena local. Como ocurre también en otros ámbitos del arte, el cuarteto consiguió ese "algo" que marca la diferencia entre desvanecerse y permanecer, entre ser y parecer: estilo. Es decir, afirmación de la personalidad. No vende una estética de rockeros huecos y estereotipados; vende más bien la imagen relajada de cuatro salteños que trabajan en diferentes oficios y, a la par, hacen la música que más les gusta, con la sazón justa: conocimiento, talento y convicción.
"Perro Ciego sigue siendo rock and roll. Por ahí tiene algunos matices de canciones, baladas, funk... Pero todo eso está dentro del rock and roll. Más allá de lo puristas que podamos ser con respecto a la esencia rockera, yo creo que Perro se caracteriza por ser una banda salteña. No sé si eso resalta en las letras, en la pronunciación o en la forma de interpretación, pero se nota que la música que hacemos es de Salta. Y no lo decimos nosotros, sino la gente. Se nota una raíz local que no tiene que ver con el folclore, sino con el costado urbano de Salta", sostuvo Salchi.
El horizonte
Los músicos de Perro Ciego piensan tocar rock hasta que peinen canas. "Lo que nos mantuvo activos fue el hecho de tener proyectos, además de ejercitar la perseverancia y el respeto mutuo", señaló Pablo.
"En el fondo nos gustaría ser un poquito como los Rolling Stones, que ya llevan 50 años tocando juntos. Nosotros cumplimos 25, o sea que tenemos la mitad del camino por delante", soñó Salchi, sin que suene a imposible.
Las gargantas al palo; los discos en la web
Perro es una banda potente y consistente. Hace música que amerita coros desaforados. Así lo entiende el público, que en los recitales agita banderas en forma incondicional. "Creo que los picos de la banda en cuanto a su posicionamiento se dan con la salida de cada disco. En ellos ponemos toda la energía y todo el dinero que logramos juntar para la difusión. Somos una Pyme. Tenemos cuatro discos y nos gustaría lanzarlos más seguido, pero los tiempos que tenemos son estos", explicó el cantante del grupo, Salchi Dique.
Como otras bandas aggiornadas a los nuevos tiempos, Perro sube sus discos en el sitio www.jamendo.com. De allí se los puede descargar de manera segura, legal y gratuita.
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Un cuarto de siglo haciendo música a puro pulmón es un tocazo. Un aniversario de este calibre puede ser motivo para un repaso en sepia, para el balance o para otear un rato el horizonte. En vísperas del festejo, Perro Ciego se hace tiempo para las tres cosas. La banda rockandrollera más antigua y emblemática de Salta celebrará este nuevo hito en su carrera con un recital de alto vuelo que se concretará esta noche, a las 21, en el Teatro Provincial de Salta. El show estará enmarcado en el ciclo Cultura da la nota, y contará con varios músicos invitados (entradas, $40).
Repaso en sepia
Las vidas de Carlos "Pelado" Vega (bajo y coros), Pablo "Jopo" Zenteno (batería), Marcelo "Salchi" Dique (guitarra y voz) y Martín "Gamba" Aguilera (guitarra) se cruzaron por casualidad, primero, en el Colegio Tomasini y, después, en el taller de música que dictaba un porteño afincado en Salta, Marcelo Gala. Los cuatro eran apenas adolescentes y apenas tenían para el colectivo. Eran los albores de la recuperada democracia y de la hiperinflación.
"Del taller de Cacho Gala surgió Perro Ciego. Nos hubiese gustado que él esté presente en este show porque marcó nuestro camino y el de varios músicos de nuestra generación. Pablo, Martín y yo íbamos al Colegio Tomasini. El Pelado iba a la Normal y se unió a la banda un par de años después de que arrancamos", repasó Salchi para El Tribuno, en la previa de uno de los últimos ensayos de la banda.
El nombre del grupo se inspiró en la película Encrucijada (Crossroads, 1986), un filme basado en la vida del legendario blusero Robert Johnson, que es referencia para todo guitarrista que se precie por el famoso duelo de cuerdas entre Ralph Macchio (el actor de Karate kid) y Steve Vai.
Con apenas 15 o 16 años, las aspiraciones musicales de los integrantes de Perro Ciego no iban mucho más allá de "juntarse a tocar rock". Los 80 habían marcado un resurgimiento del género a nivel nacional y el entusiasmo era contagioso. "A esa edad uno tiene en claro casi nada. Los primeros ensayos fueron en la casa de Martín, en Castañares. Me acuerdo que yo tomaba dos colectivos con la viola y el amplificador", contó Salchi. Por su parte, Pablo aclaró: "El amplificador era prestado. Yo tampoco tuve batería por mucho tiempo. Aparte eran otras épocas. No teníamos el acceso al conocimiento que existe hoy gracias a Internet".
Repaso en sepia
Las vidas de Carlos "Pelado" Vega (bajo y coros), Pablo "Jopo" Zenteno (batería), Marcelo "Salchi" Dique (guitarra y voz) y Martín "Gamba" Aguilera (guitarra) se cruzaron por casualidad, primero, en el Colegio Tomasini y, después, en el taller de música que dictaba un porteño afincado en Salta, Marcelo Gala. Los cuatro eran apenas adolescentes y apenas tenían para el colectivo. Eran los albores de la recuperada democracia y de la hiperinflación.
"Del taller de Cacho Gala surgió Perro Ciego. Nos hubiese gustado que él esté presente en este show porque marcó nuestro camino y el de varios músicos de nuestra generación. Pablo, Martín y yo íbamos al Colegio Tomasini. El Pelado iba a la Normal y se unió a la banda un par de años después de que arrancamos", repasó Salchi para El Tribuno, en la previa de uno de los últimos ensayos de la banda.
El nombre del grupo se inspiró en la película Encrucijada (Crossroads, 1986), un filme basado en la vida del legendario blusero Robert Johnson, que es referencia para todo guitarrista que se precie por el famoso duelo de cuerdas entre Ralph Macchio (el actor de Karate kid) y Steve Vai.
Con apenas 15 o 16 años, las aspiraciones musicales de los integrantes de Perro Ciego no iban mucho más allá de "juntarse a tocar rock". Los 80 habían marcado un resurgimiento del género a nivel nacional y el entusiasmo era contagioso. "A esa edad uno tiene en claro casi nada. Los primeros ensayos fueron en la casa de Martín, en Castañares. Me acuerdo que yo tomaba dos colectivos con la viola y el amplificador", contó Salchi. Por su parte, Pablo aclaró: "El amplificador era prestado. Yo tampoco tuve batería por mucho tiempo. Aparte eran otras épocas. No teníamos el acceso al conocimiento que existe hoy gracias a Internet".
Cuando la banda debutó el 2 de julio de 1989, en la Casa de la Cultura, tocó con instrumentos prestados.
Si bien el impulso primigenio de conformación de la banda fue pasión sin rumbo fijo, hay algo que Perro Ciego cultivó desde el primer día y hoy sigue siendo cimiento de sus canciones: "Nosotros venimos tocando la escala pentatónica desde el principio hasta ahora. Es lo que sabemos tocar", resume Salchi. Pero dicen que toda la culpa del nacimiento del rock and roll la tuvo el blues, que una noche, borracho, se acostó con el country. Perro sabe de esos encuentros íntimos y prodigiosos. "Primero nos instalamos como una banda de blues. Inclusive, cuando íbamos a tocar a la Casa de la Cultura lo hacíamos con esa etiqueta, para que no se asusten tanto (risas). Remitía a un público más tranquilo", repasó el Pelado Vega. "Las primeras composiciones eran más bluseras -agregó Martín-, más tirando al rock tradicional o clásico. Pero por otro lado, nosotros como banda, sin salirnos de la esencia del rock and roll, fuimos buscando un estilo propio".
El balance
Perro Ciego es la banda con mayor permanencia en la escena local. Como ocurre también en otros ámbitos del arte, el cuarteto consiguió ese "algo" que marca la diferencia entre desvanecerse y permanecer, entre ser y parecer: estilo. Es decir, afirmación de la personalidad. No vende una estética de rockeros huecos y estereotipados; vende más bien la imagen relajada de cuatro salteños que trabajan en diferentes oficios y, a la par, hacen la música que más les gusta, con la sazón justa: conocimiento, talento y convicción.
"Perro Ciego sigue siendo rock and roll. Por ahí tiene algunos matices de canciones, baladas, funk... Pero todo eso está dentro del rock and roll. Más allá de lo puristas que podamos ser con respecto a la esencia rockera, yo creo que Perro se caracteriza por ser una banda salteña. No sé si eso resalta en las letras, en la pronunciación o en la forma de interpretación, pero se nota que la música que hacemos es de Salta. Y no lo decimos nosotros, sino la gente. Se nota una raíz local que no tiene que ver con el folclore, sino con el costado urbano de Salta", sostuvo Salchi.
El horizonte
Los músicos de Perro Ciego piensan tocar rock hasta que peinen canas. "Lo que nos mantuvo activos fue el hecho de tener proyectos, además de ejercitar la perseverancia y el respeto mutuo", señaló Pablo.
"En el fondo nos gustaría ser un poquito como los Rolling Stones, que ya llevan 50 años tocando juntos. Nosotros cumplimos 25, o sea que tenemos la mitad del camino por delante", soñó Salchi, sin que suene a imposible.
Las gargantas al palo; los discos en la web
Perro es una banda potente y consistente. Hace música que amerita coros desaforados. Así lo entiende el público, que en los recitales agita banderas en forma incondicional. "Creo que los picos de la banda en cuanto a su posicionamiento se dan con la salida de cada disco. En ellos ponemos toda la energía y todo el dinero que logramos juntar para la difusión. Somos una Pyme. Tenemos cuatro discos y nos gustaría lanzarlos más seguido, pero los tiempos que tenemos son estos", explicó el cantante del grupo, Salchi Dique.
Como otras bandas aggiornadas a los nuevos tiempos, Perro sube sus discos en el sitio www.jamendo.com. De allí se los puede descargar de manera segura, legal y gratuita.