Desde que asumió como entrenador de la Selección Argentina allá por agosto de 2011, Alejandro Sabella se encargó de remarcar una y otra vez que su principal objetivo sería formar un buen grupo. Pachorra confiaba en que armar un plantel que se llevara bien podría ser la clave del éxito (o al menos le serviría para que todos se sintieran lo más cómodo posible como para dar lo mejor de sí). Y por ahora parece que le está funcionando.
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Desde que asumió como entrenador de la Selección Argentina allá por agosto de 2011, Alejandro Sabella se encargó de remarcar una y otra vez que su principal objetivo sería formar un buen grupo. Pachorra confiaba en que armar un plantel que se llevara bien podría ser la clave del éxito (o al menos le serviría para que todos se sintieran lo más cómodo posible como para dar lo mejor de sí). Y por ahora parece que le está funcionando.
Siempre se pudo observar que el clima alegre era el que reinaba en el plantel albiceleste, como así también rápidamente se pudo vislumbrar quién se adueñó del “papel” de bromista. Ezequiel Lavezzi fue el que se encargó de hacer reír a todos, sin reparar en quién fuera su víctima.
Aunque uno de los primeros fue el masajista Marcelo D’Andrea, a quien le conectó un golpe en la nuca que despertó el enojo de Dady; luego encontró en el DT a su “víctima predilecta”. La primera broma que le hizo en público fue en el partido ante Nigeria, el último del Grupo F, cuando le arrojó agua mientras el DT le daba indicaciones.
Dicha burla causó tal furor que incentivó aún más al Pocho, quien se animó a hacerle “upa” a Sabella luego del triunfo agónico ante Suiza que le dio a la albiceleste la clasificación a Cuartos. Claro que las cargadas no terminarían allí. Como la Selección continúa a paso firme en la Copa del Mundo, la algarabía y el buen clima se van acrecentando aún más.
La nueva broma de Lavezzi se dio en el entrenamiento de este domingo, un día después de que Argentina lograra el sábado meterse en Semis de una Copa del Mundo después de 24 años. Luego de que el entrenador brindara la charla técnica correspondiente, el delantero decidió hacer “su maldad” y recordarle la “casi caída” que tuvo en el duelo frente a Bélgica, cuando se lamentó por un gol que el travesaño le negó a Higuaín. El Pocho generó la risa de todos los presentes y hasta se ganó las felicitaciones del cuerpo técnico por su elocuente chiste.