Un hombre de 30 años fue detenido sólo horas después de abusar sexualmente de una mujer de 28 ante sus cuatro hijos, lo que motivó la ira de sus vecinos de la localidad bonaerense de Pilar, que incendiaron su vivienda.
En plena madrugada del último martes, publicó ayer un diario porteño, los residentes del barrio Ferrum de la localidad pilarense de Villa Rosa, fueron sorprendidos por los gritos de cuatro niños de entre 6 y 12 años que pedían ayuda desde el interior de su vivienda.
"Socorro, auxilio!" clamaban los cuatro niños, que fueron testigos directos del aberrante abuso sexual contra su madre.
Los ruegos de los menores fueron escuchados por algunos vecinos, que inmediatamente pidieron ayuda al 911 solicitando la presencia del personal policial en el lugar.
Dentro de la casa se hallaba una mujer, de 28 años, de nacionalidad paraguaya, sobre su cama, con las prendas desgarradas, atada de pies y manos con una camisa de su exmarido. La mujer relató a las autoridades que el agresor, al que identificó, y que vive a unas siete cuadras del lugar, irrumpió en la vivienda portando un cuchillo y que bajo amenazas la arrojó y posteriormente la maniató a la cama. Hacia allí se dirigieron los efectivos policiales, quienes debieron intervenir con urgencia a su llegada, ante el acecho de los vecinos en busca de hacer justicia por mano propia. Fue entonces que los uniformados procedieron al arresto del abusador y contuvieron a los enardecidos vecinos, convenciéndolos que el abusador sería condenado.
Pero a las pocas horas, por una sorpresiva e inentendible determinación de las autoridades judiciales, el imputado recuperó su libertad.
Apenas abandonó la seccional policial el hombre abordó el automóvil de un familiar y junto a su familia escapó de la zona. Se presume que se encontraría en la localidad de Maquinista Savio.
Esto motivó el enojo de los vecinos que llevaron a cabo una pueblada que implicó prender fuego la precaria vivienda del abusador.
En plena madrugada del último martes, publicó ayer un diario porteño, los residentes del barrio Ferrum de la localidad pilarense de Villa Rosa, fueron sorprendidos por los gritos de cuatro niños de entre 6 y 12 años que pedían ayuda desde el interior de su vivienda.
"Socorro, auxilio!" clamaban los cuatro niños, que fueron testigos directos del aberrante abuso sexual contra su madre.
Los ruegos de los menores fueron escuchados por algunos vecinos, que inmediatamente pidieron ayuda al 911 solicitando la presencia del personal policial en el lugar.
Dentro de la casa se hallaba una mujer, de 28 años, de nacionalidad paraguaya, sobre su cama, con las prendas desgarradas, atada de pies y manos con una camisa de su exmarido. La mujer relató a las autoridades que el agresor, al que identificó, y que vive a unas siete cuadras del lugar, irrumpió en la vivienda portando un cuchillo y que bajo amenazas la arrojó y posteriormente la maniató a la cama. Hacia allí se dirigieron los efectivos policiales, quienes debieron intervenir con urgencia a su llegada, ante el acecho de los vecinos en busca de hacer justicia por mano propia. Fue entonces que los uniformados procedieron al arresto del abusador y contuvieron a los enardecidos vecinos, convenciéndolos que el abusador sería condenado.
Pero a las pocas horas, por una sorpresiva e inentendible determinación de las autoridades judiciales, el imputado recuperó su libertad.
Apenas abandonó la seccional policial el hombre abordó el automóvil de un familiar y junto a su familia escapó de la zona. Se presume que se encontraría en la localidad de Maquinista Savio.
Esto motivó el enojo de los vecinos que llevaron a cabo una pueblada que implicó prender fuego la precaria vivienda del abusador.
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Un hombre de 30 años fue detenido sólo horas después de abusar sexualmente de una mujer de 28 ante sus cuatro hijos, lo que motivó la ira de sus vecinos de la localidad bonaerense de Pilar, que incendiaron su vivienda.
En plena madrugada del último martes, publicó ayer un diario porteño, los residentes del barrio Ferrum de la localidad pilarense de Villa Rosa, fueron sorprendidos por los gritos de cuatro niños de entre 6 y 12 años que pedían ayuda desde el interior de su vivienda.
"Socorro, auxilio!" clamaban los cuatro niños, que fueron testigos directos del aberrante abuso sexual contra su madre.
Los ruegos de los menores fueron escuchados por algunos vecinos, que inmediatamente pidieron ayuda al 911 solicitando la presencia del personal policial en el lugar.
Dentro de la casa se hallaba una mujer, de 28 años, de nacionalidad paraguaya, sobre su cama, con las prendas desgarradas, atada de pies y manos con una camisa de su exmarido. La mujer relató a las autoridades que el agresor, al que identificó, y que vive a unas siete cuadras del lugar, irrumpió en la vivienda portando un cuchillo y que bajo amenazas la arrojó y posteriormente la maniató a la cama. Hacia allí se dirigieron los efectivos policiales, quienes debieron intervenir con urgencia a su llegada, ante el acecho de los vecinos en busca de hacer justicia por mano propia. Fue entonces que los uniformados procedieron al arresto del abusador y contuvieron a los enardecidos vecinos, convenciéndolos que el abusador sería condenado.
Pero a las pocas horas, por una sorpresiva e inentendible determinación de las autoridades judiciales, el imputado recuperó su libertad.
Apenas abandonó la seccional policial el hombre abordó el automóvil de un familiar y junto a su familia escapó de la zona. Se presume que se encontraría en la localidad de Maquinista Savio.
Esto motivó el enojo de los vecinos que llevaron a cabo una pueblada que implicó prender fuego la precaria vivienda del abusador.
En plena madrugada del último martes, publicó ayer un diario porteño, los residentes del barrio Ferrum de la localidad pilarense de Villa Rosa, fueron sorprendidos por los gritos de cuatro niños de entre 6 y 12 años que pedían ayuda desde el interior de su vivienda.
"Socorro, auxilio!" clamaban los cuatro niños, que fueron testigos directos del aberrante abuso sexual contra su madre.
Los ruegos de los menores fueron escuchados por algunos vecinos, que inmediatamente pidieron ayuda al 911 solicitando la presencia del personal policial en el lugar.
Dentro de la casa se hallaba una mujer, de 28 años, de nacionalidad paraguaya, sobre su cama, con las prendas desgarradas, atada de pies y manos con una camisa de su exmarido. La mujer relató a las autoridades que el agresor, al que identificó, y que vive a unas siete cuadras del lugar, irrumpió en la vivienda portando un cuchillo y que bajo amenazas la arrojó y posteriormente la maniató a la cama. Hacia allí se dirigieron los efectivos policiales, quienes debieron intervenir con urgencia a su llegada, ante el acecho de los vecinos en busca de hacer justicia por mano propia. Fue entonces que los uniformados procedieron al arresto del abusador y contuvieron a los enardecidos vecinos, convenciéndolos que el abusador sería condenado.
Pero a las pocas horas, por una sorpresiva e inentendible determinación de las autoridades judiciales, el imputado recuperó su libertad.
Apenas abandonó la seccional policial el hombre abordó el automóvil de un familiar y junto a su familia escapó de la zona. Se presume que se encontraría en la localidad de Maquinista Savio.
Esto motivó el enojo de los vecinos que llevaron a cabo una pueblada que implicó prender fuego la precaria vivienda del abusador.