Mientras la votación se realizaba de manera ordenada y sin ningún tipo de problemas llamó la atención que pasada más de 6 horas del cierre de los comicios no se conocían los datos oficiales. En una noche llena de sorpresas, la noticia llegó con los primeros números de las elecciones que -contra todos los pronósticos- anunciaron una ventaja de dos puntos a favor de Mauricio Macri contra el oficialista Daniel Scioli.
A partir de allí y mientras crecía el número de mesas escrutadas la ventaja se fue achicando, pero más que nada mostraron una llamativa paridad.
Esta situación se fue repitiendo en algunas ciudades, mientras que en los grandes distritos se consolidaba un categórico triunfo del partido liderado por Mauricio Macri.
En el mejor momento de la explosión de alegría, que a pocas horas de finalizado los comicios empezaba a manifestarse en el búnker macrista, la candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por el frente Cambiemos, María Eugenia Vidal, aseguró que "esta noche estamos haciendo historia", para agregar "traemos un mensaje de diálogo, de humildad, de trabajar mucho", ante el entusiasmo de sus seguidores. Todo lo contrario sucedía en la vereda de enfrente, cuanto el tibio discurso de Daniel Scioli, quien en su mensaje reconocía el escenario de balotaje.
A todo esto la Presidenta volvió de Santa Cruz, pero después se desconoció su paradero, y al igual que Aníbal Fernández se refugiaron en un llamativo silencio.
Sin dudas, y a juzgar por los resultados, el kirchnerismo fue el gran perdedor de la jornada, más allá que Sergio Massa reconoció la derrota y felicitó a sus rivales, ya que no pudo seducir al electorado de una manera más contundente.
El anuncio
En el primer contacto con la prensa de Cambiemos, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, aseguró que había "balotaje" entre Mauricio Macri y Daniel Scioli.
Esta palabra que se había instalado desde hace tiempo, ayer prolongó una larga temporada electoral que culminará indefectiblemente el 22 de noviembre.
Massa había picado en punta luego de su victoria en las Legislativas de 2013, luego Macri asomó con muchas posibilidades hasta que se diluyó por el caso que involucró a Fernando Miembro, situación que no fue aprovechada por Daniel Scioli.
Esa perspectiva surgida de las PASO obligó a una fuerte pulseada por el electorado opositor. Voto "útil", "estratégico", "ganado" o "Poncio Pilatos" fueron algunas de las etiquetas que escribieron la última recta de una campaña que desafio la paciencia de los argentinos por la variedad e intensidad de propuestas.
La elección se presentó cerrada como la de 2003, cuando Néstor Kirchner fue segundo de Carlos Menem pero el riojano declinó ir a la segunda vuelta para evitar una derrota abultada y dejó al patagónico debilitado. Con ese antecedente, el resultado de ayer postergó el nombre del ganador hasta un balotaje que, por primera vez, se definirá de esta manera, desde que el sistema quedó consagrado en la Constitución de 1994 tras el Pacto de Olivos.
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Mientras la votación se realizaba de manera ordenada y sin ningún tipo de problemas llamó la atención que pasada más de 6 horas del cierre de los comicios no se conocían los datos oficiales. En una noche llena de sorpresas, la noticia llegó con los primeros números de las elecciones que -contra todos los pronósticos- anunciaron una ventaja de dos puntos a favor de Mauricio Macri contra el oficialista Daniel Scioli.
A partir de allí y mientras crecía el número de mesas escrutadas la ventaja se fue achicando, pero más que nada mostraron una llamativa paridad.
Esta situación se fue repitiendo en algunas ciudades, mientras que en los grandes distritos se consolidaba un categórico triunfo del partido liderado por Mauricio Macri.
En el mejor momento de la explosión de alegría, que a pocas horas de finalizado los comicios empezaba a manifestarse en el búnker macrista, la candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por el frente Cambiemos, María Eugenia Vidal, aseguró que "esta noche estamos haciendo historia", para agregar "traemos un mensaje de diálogo, de humildad, de trabajar mucho", ante el entusiasmo de sus seguidores. Todo lo contrario sucedía en la vereda de enfrente, cuanto el tibio discurso de Daniel Scioli, quien en su mensaje reconocía el escenario de balotaje.
A todo esto la Presidenta volvió de Santa Cruz, pero después se desconoció su paradero, y al igual que Aníbal Fernández se refugiaron en un llamativo silencio.
Sin dudas, y a juzgar por los resultados, el kirchnerismo fue el gran perdedor de la jornada, más allá que Sergio Massa reconoció la derrota y felicitó a sus rivales, ya que no pudo seducir al electorado de una manera más contundente.
El anuncio
En el primer contacto con la prensa de Cambiemos, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, aseguró que había "balotaje" entre Mauricio Macri y Daniel Scioli.
Esta palabra que se había instalado desde hace tiempo, ayer prolongó una larga temporada electoral que culminará indefectiblemente el 22 de noviembre.
Massa había picado en punta luego de su victoria en las Legislativas de 2013, luego Macri asomó con muchas posibilidades hasta que se diluyó por el caso que involucró a Fernando Miembro, situación que no fue aprovechada por Daniel Scioli.
Esa perspectiva surgida de las PASO obligó a una fuerte pulseada por el electorado opositor. Voto "útil", "estratégico", "ganado" o "Poncio Pilatos" fueron algunas de las etiquetas que escribieron la última recta de una campaña que desafio la paciencia de los argentinos por la variedad e intensidad de propuestas.
La elección se presentó cerrada como la de 2003, cuando Néstor Kirchner fue segundo de Carlos Menem pero el riojano declinó ir a la segunda vuelta para evitar una derrota abultada y dejó al patagónico debilitado. Con ese antecedente, el resultado de ayer postergó el nombre del ganador hasta un balotaje que, por primera vez, se definirá de esta manera, desde que el sistema quedó consagrado en la Constitución de 1994 tras el Pacto de Olivos.