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16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Menos magia y más trabajo para salir de la crisis

Martes, 24 de noviembre de 2015 00:30

Menos magia y más trabajo para salir de la crisis

La ilusión de que a la Argentina la va a salvar una buena cosecha vuelve a estar presente en pleno siglo XXI. En el imaginario de una parte de la opinión pública todavía se valora al campo como la actividad que motoriza al país. Sin embargo, la afirmación encierra el riesgo de creer que la feroz crisis que afecta al corazón productivo de la Argentina se puede solucionar mágicamente. El nuevo gobierno encontrará un Banco Central sin reservas y una economía en recesión, con precios distorsionados, inflación y costos en alza. Es una de las herencias que deja el kirchnerismo, que supo desperdiciar los mejores años de precios internacionales favorables para los productos que exporta la Argentina. Por ejemplo, los 80.000 millones de dólares que recaudó el Estado en 12 años por derechos de exportación pagados por el agro fueron dilapidados. Ni siquiera se usaron para construir rutas o reparar caminos rurales. Ya no está aquel escenario internacional tan favorable con una cotización de la soja en US$ 600 la tonelada en Chicago. La economía brasileña está parada y China bajó un cambio. Macri deberá arremangarse y trabajar duro para recomponer la productividad. El programa de Cambiemos para el agro fue explícito mucho tiempo antes. Hay 13 puntos escritos en los que se propone eliminar los derechos de exportación a las economías regionales, el maíz y el trigo y la rebaja paulatina a la soja de cinco puntos porcentuales. También prometió la eliminación de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que quedarían como mero registro y no como mecanismo de regulación de cupos. Los referentes de la Fundación Pensar y de GAPU Agro que integran Cambiemos, además de las medidas que ordenen la macroeconomía pometieron un fuerte trabajo con las provincias y los municipios para resolver los problemas que afectan a las cadenas productivas. Al mismo tiempo se constituirán dos tipos de comités: los de crisis, para aquellos sectores con urgencias que la sola corrección de la macro no resuelven sus problemas, y los de oportunidades, para capturar las ventajas que surjan en el comercio internacional. Una zona que prometen atender rápidamente es el NOA, castigada por el elevado costo de los fletes. Además, prometen una fuerte inserción internacional. "Desde el Ministerio de Agricultura trabajaremos con la Cancillería", prometen. "Para nosotros la agroindustria es el motor del desarrollo, no una frase de campaña", dijo el técnico, que, en su entusiasmo, no pudo evitar una frase de campaña.

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Menos magia y más trabajo para salir de la crisis

La ilusión de que a la Argentina la va a salvar una buena cosecha vuelve a estar presente en pleno siglo XXI. En el imaginario de una parte de la opinión pública todavía se valora al campo como la actividad que motoriza al país. Sin embargo, la afirmación encierra el riesgo de creer que la feroz crisis que afecta al corazón productivo de la Argentina se puede solucionar mágicamente. El nuevo gobierno encontrará un Banco Central sin reservas y una economía en recesión, con precios distorsionados, inflación y costos en alza. Es una de las herencias que deja el kirchnerismo, que supo desperdiciar los mejores años de precios internacionales favorables para los productos que exporta la Argentina. Por ejemplo, los 80.000 millones de dólares que recaudó el Estado en 12 años por derechos de exportación pagados por el agro fueron dilapidados. Ni siquiera se usaron para construir rutas o reparar caminos rurales. Ya no está aquel escenario internacional tan favorable con una cotización de la soja en US$ 600 la tonelada en Chicago. La economía brasileña está parada y China bajó un cambio. Macri deberá arremangarse y trabajar duro para recomponer la productividad. El programa de Cambiemos para el agro fue explícito mucho tiempo antes. Hay 13 puntos escritos en los que se propone eliminar los derechos de exportación a las economías regionales, el maíz y el trigo y la rebaja paulatina a la soja de cinco puntos porcentuales. También prometió la eliminación de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que quedarían como mero registro y no como mecanismo de regulación de cupos. Los referentes de la Fundación Pensar y de GAPU Agro que integran Cambiemos, además de las medidas que ordenen la macroeconomía pometieron un fuerte trabajo con las provincias y los municipios para resolver los problemas que afectan a las cadenas productivas. Al mismo tiempo se constituirán dos tipos de comités: los de crisis, para aquellos sectores con urgencias que la sola corrección de la macro no resuelven sus problemas, y los de oportunidades, para capturar las ventajas que surjan en el comercio internacional. Una zona que prometen atender rápidamente es el NOA, castigada por el elevado costo de los fletes. Además, prometen una fuerte inserción internacional. "Desde el Ministerio de Agricultura trabajaremos con la Cancillería", prometen. "Para nosotros la agroindustria es el motor del desarrollo, no una frase de campaña", dijo el técnico, que, en su entusiasmo, no pudo evitar una frase de campaña.

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