Gimnasia, obligado a no defraudar en la revancha ante Libertad de Sunchales

Gimnasia y Tiro aún se atreve a soñar con la chance de lograr un segundo ascenso, pese a que el camino parece interminable, sinuoso y empinado para el albo que deberá sortear cinco series maratónicas de play-offs para lograr el objetivo que hoy está más cerca de una utopía que de una realidad.

Pero más allá de concretar o no el éxito deportivo al final del camino, aquel vocablo mágico de cinco letras, aquel vergel al que todos se rinden y que marca el termómetro de las aceptaciones, las reivindicaciones y la estabilidad laboral de técnico y jugadores; más allá de ganar o perder, a lo que está obligado hoy Gimnasia es a no defraudar, a no decepcionar al hincha, a mostrar en casa esa entrega que no se negocia con nada y que tanto exigen sus seguidores.

Hoy no se habla de ascenso. No es atinado ni oportuno alimentar expectativas en el golpeado fútbol salteño de estos días, aunque la intención de pelear por esa preciada estrella siempre está presente. Hoy la línea discursiva de los protagonistas en la Vicente López habla de “luchar hasta el final” y eso es precisamente lo que tiene que hacer Gimnasia. Luchar con todas sus fuerzas hasta donde dé la máquina sin ahorrarse nada y evitar las tristes vacaciones anticipadas que significarán despedir el ciclo a dos meses del final del 2015 y en una tercera fase.

Sorteando esta etapa, aquel objetivo aún latente pero lejano quedará más cerca y a partir de allí solo quedarán cuatro estaciones por recorrer para alcanzar esa luz añorada.

Para meterse en la cuarta ronda, el albo tendrá dos resultados a favor esta noche ante Libertad de Sunchales, a las 22, en el Gigante del Norte, por la revancha del primer play-off. Tras el 0-0 del choque de ida, el equipo del Chaucha logrará su cometido con un triunfo por cualquier diferencia y hasta con un empate ante el aurinegro para avanzar.

Bianco no confirmó el equipo, aunque el regreso de Fausto Apaza en reemplazo de Franco Flores sería la única variante para la parada decisiva de hoy.

Gimnasia y Tiro aún se atreve a soñar con la chance de lograr un segundo ascenso, pese a que el camino parece interminable, sinuoso y empinado para el albo que deberá sortear cinco series maratónicas de play-offs para lograr el objetivo que hoy está más cerca de una utopía que de una realidad.

Pero más allá de concretar o no el éxito deportivo al final del camino, aquel vocablo mágico de cinco letras, aquel vergel al que todos se rinden y que marca el termómetro de las aceptaciones, las reivindicaciones y la estabilidad laboral de técnico y jugadores; más allá de ganar o perder, a lo que está obligado hoy Gimnasia es a no defraudar, a no decepcionar al hincha, a mostrar en casa esa entrega que no se negocia con nada y que tanto exigen sus seguidores.

Hoy no se habla de ascenso. No es atinado ni oportuno alimentar expectativas en el golpeado fútbol salteño de estos días, aunque la intención de pelear por esa preciada estrella siempre está presente. Hoy la línea discursiva de los protagonistas en la Vicente López habla de “luchar hasta el final” y eso es precisamente lo que tiene que hacer Gimnasia. Luchar con todas sus fuerzas hasta donde dé la máquina sin ahorrarse nada y evitar las tristes vacaciones anticipadas que significarán despedir el ciclo a dos meses del final del 2015 y en una tercera fase.

Sorteando esta etapa, aquel objetivo aún latente pero lejano quedará más cerca y a partir de allí solo quedarán cuatro estaciones por recorrer para alcanzar esa luz añorada.

Para meterse en la cuarta ronda, el albo tendrá dos resultados a favor esta noche ante Libertad de Sunchales, a las 22, en el Gigante del Norte, por la revancha del primer play-off. Tras el 0-0 del choque de ida, el equipo del Chaucha logrará su cometido con un triunfo por cualquier diferencia y hasta con un empate ante el aurinegro para avanzar.

Bianco no confirmó el equipo, aunque el regreso de Fausto Apaza en reemplazo de Franco Flores sería la única variante para la parada decisiva de hoy.