¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La vida sobre dos ruedas: el modelo holandés

Jueves, 10 de diciembre de 2015 20:37
<div>Las bicicletas dominan el paisaje en la Plaza Dam. De fondo, el Palacio Real de Holanda.&nbsp;</div>
Las buenas razones para andar en bicicleta son muchas. Para mejorar la condición física, para ahorrar dinero y como un medio de transporte alternativo y ecológico, andar en bicicleta puede ser una de las mejores decisiones que tome alguien en la vida.
En Salta, muy lentamente se va entendiendo la necesidad de crear ciclovías, más por los accidentes que protagonizan los ciclistas en las rutas y calles, que por lo saludable y económica que resulta la actividad. Pero por algo hay que comenzar.
En lo que va del año son 12 los ciclistas muertos en las calles salteñas y hay decenas que resultaron heridos en alguna colisión. Ocurre que la infraestructura local no se ha desarrollado lo suficiente en las áreas más urbanas todavía, llegando a contar recién con 93 kilómetros de ciclovías hechas y alrededor de 42 kilómetros de ciclovías en ejecución. Tal vez en eso reside la restricción que se autoimponen los salteños que tienen lista la bici en casa para lanzarse a las calles sobre dos ruedas, cuando encuentren una vía segura para andar. Hoy, de sur a centro de la ciudad no hay ciclovías por el acceso de Excombatientes de Malvinas, pero sí por la avenida Banchik desde el aeropuerto hasta la rotonda de Limache; de norte a centro se puede pedalear hasta la zona de los cuarteles por las ciclovías de la avenida Bolivia; luego hay vías destinadas a las motos y bicicletas en distintas calles del centro y de Tres Cerritos, sin embargo no existe aún un circuito bien conectado que permita el acceso seguro de los ciclistas a toda la ciudad.
Pero no hay que desesperar. Las buenas intenciones existen y si los funcionarios apuran el paso, pronto podrá armarse en "la linda" el soñado circuito urbano para que las bicicletas copen la ciudad de vitalidad y respeto al ambiente, tal como ocurre en Holanda donde reina la argentina Máxima y también reinan las bicicletas.
La ciudad de Ámsterdam contabiliza unas 900 mil bicicletas para 800.000 habitantes que tiene, y las estadísticas dicen que un 10% de la ciudad está ocupado por este medio de movilidad.
El Tribuno recorrió las calles de esa descomunal ciudad de los Países Bajos, donde todo es posible, y puede dar testimonio de la afición enorme de los holandeses por el desplazamiento en bici. Mujeres con pollera, tacos y medias cancan montadas sobre dos ruedas. Hombre jóvenes y adultos mayores en excelente estado a la vista, con sobretodos y maletines; adolescentes con sus mochilas y auriculares... todos en bicicletas. Usan el timbre campanita para prevenir a los peatones distraídos de un atropello. Porque los ciclistas van a toda velocidad por sus vías compartidas con algunas motocicletas. Son, sin dudas, los dueños del paisaje.
Por eso entre los principales debates de esos lares lejanos está si hay demasiadas bicicletas o no en Ámsterdam. La capital de Países Bajos tiene la fama de ser la mejor ciudad del mundo para circular en bicicleta. El clima y la geografía acompañan, pero el éxito de esta tendencia está provocando problemas de estacionamiento y de movilidad. Sin embargo, las autoridades siguen defendiendo este medio de transporte porque no es comparable un embotellamiento de coches con uno de bicicletas. En las últimas dos décadas, el número de personas que se mueven a diario en bicicleta ha incrementado un 40%, logrando que el 32% de los trayectos realizados por la ciudad se hagan en este medio, frente al 22% que apuntan los coches. Según estimaciones del Gobierno, Ámsterdam tiene unas 900.000 bicicletas para 800.000 habitantes. Cuatro veces el número de coches existentes. "Tenemos un problema real de estacionamiento, pero queremos que continúe siendo un medio de transporte atractivo", dijo desde el departamento de Tráfico y Transporte, Thomas Koorn.
Invertir en el uso de las bicicletas
es una prioridad en los Países Bajos
Los holandeses invierten en el ciclismo y quieren sacar a las motos de las calles.
“Cada vez que una persona se decide a andar en bicicleta reduce el riesgo de sufrir un infarto en más de un 50%, ya que al pedalear, el ritmo cardíaco aumenta y la presión arterial disminuye, se reduce el colesterol malo y los vasos sanguíneos aumentan su flexibilidad. Además el pedaleo tonifica y fortalece los cuádriceps, isquiotibiales y gemelos, y constituye el complemento ideal de otras actividades cotidianas que necesitan de fuerza en las piernas. Dedicar unos minutos diarios a andar en bicicleta es muy positivo para las articulaciones de las rodillas”, describió Jorge Basteiner, médico deportólogo. Con todos estos beneficios garantizados, nada justifica seguir perdiendo el tiempo. Los holandeses, adelantados por naturaleza ya que tienen una increíble ciudad a fuerza de tolerancia, inteligencia y trabajo, saben mucho de lo que conviene.
Eric Weibes, cabeza del departamento de Transporte de Ámsterdam, asegura que “invertir en el transporte en bicicleta genera más beneficio que invertir en cualquier otro tipo de transporte público”. Por eso: “Para 2020 se espera que haya unos 20.000 estacionamientos nuevos alrededor de la Estación Central, entre la rehabilitación de estacionamientos subterráneos y la construcción de un parking de bicis bajo la plaza Beursplein”. Los holandeses prefieren la bici porque frente a los atascos se mueven más rápido que en tranvía o en coche. Sin embargo, por los problemas de estacionamiento muchos optan por motos scooter. “Huelen mal, hacen ruido y sobrepasan a las bicicletas rozándolas muchas veces. No siguen las normas de circulación y son peligrosos, principalmente para sí mismos”, aseguró Weibes.
Las motos representan un 3% del tráfico total y generan el 16% de los accidentes, por lo que el gobierno tiene claro que hay que endurecer las normas para las motos y seguir protegiendo el transporte en bicicleta. Digno de imitar.




Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Las buenas razones para andar en bicicleta son muchas. Para mejorar la condición física, para ahorrar dinero y como un medio de transporte alternativo y ecológico, andar en bicicleta puede ser una de las mejores decisiones que tome alguien en la vida.
En Salta, muy lentamente se va entendiendo la necesidad de crear ciclovías, más por los accidentes que protagonizan los ciclistas en las rutas y calles, que por lo saludable y económica que resulta la actividad. Pero por algo hay que comenzar.
En lo que va del año son 12 los ciclistas muertos en las calles salteñas y hay decenas que resultaron heridos en alguna colisión. Ocurre que la infraestructura local no se ha desarrollado lo suficiente en las áreas más urbanas todavía, llegando a contar recién con 93 kilómetros de ciclovías hechas y alrededor de 42 kilómetros de ciclovías en ejecución. Tal vez en eso reside la restricción que se autoimponen los salteños que tienen lista la bici en casa para lanzarse a las calles sobre dos ruedas, cuando encuentren una vía segura para andar. Hoy, de sur a centro de la ciudad no hay ciclovías por el acceso de Excombatientes de Malvinas, pero sí por la avenida Banchik desde el aeropuerto hasta la rotonda de Limache; de norte a centro se puede pedalear hasta la zona de los cuarteles por las ciclovías de la avenida Bolivia; luego hay vías destinadas a las motos y bicicletas en distintas calles del centro y de Tres Cerritos, sin embargo no existe aún un circuito bien conectado que permita el acceso seguro de los ciclistas a toda la ciudad.
Pero no hay que desesperar. Las buenas intenciones existen y si los funcionarios apuran el paso, pronto podrá armarse en "la linda" el soñado circuito urbano para que las bicicletas copen la ciudad de vitalidad y respeto al ambiente, tal como ocurre en Holanda donde reina la argentina Máxima y también reinan las bicicletas.
La ciudad de Ámsterdam contabiliza unas 900 mil bicicletas para 800.000 habitantes que tiene, y las estadísticas dicen que un 10% de la ciudad está ocupado por este medio de movilidad.
El Tribuno recorrió las calles de esa descomunal ciudad de los Países Bajos, donde todo es posible, y puede dar testimonio de la afición enorme de los holandeses por el desplazamiento en bici. Mujeres con pollera, tacos y medias cancan montadas sobre dos ruedas. Hombre jóvenes y adultos mayores en excelente estado a la vista, con sobretodos y maletines; adolescentes con sus mochilas y auriculares... todos en bicicletas. Usan el timbre campanita para prevenir a los peatones distraídos de un atropello. Porque los ciclistas van a toda velocidad por sus vías compartidas con algunas motocicletas. Son, sin dudas, los dueños del paisaje.
Por eso entre los principales debates de esos lares lejanos está si hay demasiadas bicicletas o no en Ámsterdam. La capital de Países Bajos tiene la fama de ser la mejor ciudad del mundo para circular en bicicleta. El clima y la geografía acompañan, pero el éxito de esta tendencia está provocando problemas de estacionamiento y de movilidad. Sin embargo, las autoridades siguen defendiendo este medio de transporte porque no es comparable un embotellamiento de coches con uno de bicicletas. En las últimas dos décadas, el número de personas que se mueven a diario en bicicleta ha incrementado un 40%, logrando que el 32% de los trayectos realizados por la ciudad se hagan en este medio, frente al 22% que apuntan los coches. Según estimaciones del Gobierno, Ámsterdam tiene unas 900.000 bicicletas para 800.000 habitantes. Cuatro veces el número de coches existentes. "Tenemos un problema real de estacionamiento, pero queremos que continúe siendo un medio de transporte atractivo", dijo desde el departamento de Tráfico y Transporte, Thomas Koorn.
Invertir en el uso de las bicicletas
es una prioridad en los Países Bajos
Los holandeses invierten en el ciclismo y quieren sacar a las motos de las calles.
“Cada vez que una persona se decide a andar en bicicleta reduce el riesgo de sufrir un infarto en más de un 50%, ya que al pedalear, el ritmo cardíaco aumenta y la presión arterial disminuye, se reduce el colesterol malo y los vasos sanguíneos aumentan su flexibilidad. Además el pedaleo tonifica y fortalece los cuádriceps, isquiotibiales y gemelos, y constituye el complemento ideal de otras actividades cotidianas que necesitan de fuerza en las piernas. Dedicar unos minutos diarios a andar en bicicleta es muy positivo para las articulaciones de las rodillas”, describió Jorge Basteiner, médico deportólogo. Con todos estos beneficios garantizados, nada justifica seguir perdiendo el tiempo. Los holandeses, adelantados por naturaleza ya que tienen una increíble ciudad a fuerza de tolerancia, inteligencia y trabajo, saben mucho de lo que conviene.
Eric Weibes, cabeza del departamento de Transporte de Ámsterdam, asegura que “invertir en el transporte en bicicleta genera más beneficio que invertir en cualquier otro tipo de transporte público”. Por eso: “Para 2020 se espera que haya unos 20.000 estacionamientos nuevos alrededor de la Estación Central, entre la rehabilitación de estacionamientos subterráneos y la construcción de un parking de bicis bajo la plaza Beursplein”. Los holandeses prefieren la bici porque frente a los atascos se mueven más rápido que en tranvía o en coche. Sin embargo, por los problemas de estacionamiento muchos optan por motos scooter. “Huelen mal, hacen ruido y sobrepasan a las bicicletas rozándolas muchas veces. No siguen las normas de circulación y son peligrosos, principalmente para sí mismos”, aseguró Weibes.
Las motos representan un 3% del tráfico total y generan el 16% de los accidentes, por lo que el gobierno tiene claro que hay que endurecer las normas para las motos y seguir protegiendo el transporte en bicicleta. Digno de imitar.




PUBLICIDAD