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Caos: la fuerte tormenta desbordó las cloacas en barrio Ceferino

Miércoles, 30 de diciembre de 2015 01:30
La terminación cloacal de Ceferino, totalmente rebalsada.
La tormenta del lunes dejó al desnudo que la infraestructura de la ciudad no está en las mejores condiciones. Si bien no se trató de un temporal tan crudo, cayeron solo 16,3 milímetros según el Servicio Meteorológico, lo cierto es que el balance no fue nada positivo.
A las caídas de árboles, el desborde del canal Velarde, a los anegamientos de calles y a los desmoronamientos en calles linderas al cerro se sumó el padecer de los vecinos del barrio Ceferino. Allí, el canal de San Antonio no dio abasto, pero además la tapa de la quinta colectora del tendido cloacal se rebalsó.
El nauseabundo olor se extendió por toda la zona. Los insectos aparecieron por todos lados, y el calor tras la tormenta hizo que la atmósfera de fermento fuera insoportable.
Amelia Mercado, una de las referentes de la zona y vocera de los vecinos de Ceferino, expresó su desazón con palabras crudas. "Hay desecho cloacal en el río, no se puede respirar", graficó la terrible situación y añadió que "es imposible vivir de esta manera, esto es un desastre".
Ceferino, por su ubicación geográfica a los márgenes del río Arenales, suele ser una zona vulnerable ante los temporales de lluvia. El lunes no se lamentaron hechos de gravedad, pero volvieron a ser víctimas a causa del desborde de las cloacas.
"Ya estamos acostumbrados a las inundaciones, sean más fuertes o más tranquilas, pero desde hace un tiempo sufrimos con la quinta colectora cloacal, que cada vez que llueve mucho se rebalsa", contó Amelia.
En el lugar se encuentra una de las terminaciones de la red de la ciudad.
Con agua contaminada
Las familias de Ceferino no tienen agua de red, por ello, como alternativa, utilizaban la extracción a través de pozo. Sin embargo, desde que se iniciaron los problemas con las cloacas, se vieron obligados a desistir de esa metodología.
"Recursos Hídricos mandó a hacer obras, pero se limitan a remover parte del árido que está en río", apuntó Amelia, quien también agregó: "Este río está contaminado, y eso es lo realmente importante". Con cada colapso de las cañerías, la pretendida purificación del Arenales queda trunca.
"La mayoría de los chicos y de la gente de acá tiene problemas de asma y en la piel, y es por las condiciones en las que está el río. Esto intoxica a toda la zona", aseguró, con claro gesto de dolor, la vocera de los vecino de Ceferino. Las manifestaciones dermatológicas, según relató, están vinculadas estrechamente con las recientes contaminaciones del río con líquidos cloacales.
En agosto de este año, Ariel Mamaní, otro vecino del lugar, le dijo a El Tribuno: "Se reventó un caño aliviador de las cloacas, por lo tanto, todo lo que lleva se desparramará por acá y a nadie parece importarle. Hace un mes avisamos al secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Alfredo Fuertes, pero hasta ahora no hubo ninguna respuesta". Quedó demostrado que lo sucedido el lunes no fue un imponderable, bien se podría haber prevenido.

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La tormenta del lunes dejó al desnudo que la infraestructura de la ciudad no está en las mejores condiciones. Si bien no se trató de un temporal tan crudo, cayeron solo 16,3 milímetros según el Servicio Meteorológico, lo cierto es que el balance no fue nada positivo.
A las caídas de árboles, el desborde del canal Velarde, a los anegamientos de calles y a los desmoronamientos en calles linderas al cerro se sumó el padecer de los vecinos del barrio Ceferino. Allí, el canal de San Antonio no dio abasto, pero además la tapa de la quinta colectora del tendido cloacal se rebalsó.
El nauseabundo olor se extendió por toda la zona. Los insectos aparecieron por todos lados, y el calor tras la tormenta hizo que la atmósfera de fermento fuera insoportable.
Amelia Mercado, una de las referentes de la zona y vocera de los vecinos de Ceferino, expresó su desazón con palabras crudas. "Hay desecho cloacal en el río, no se puede respirar", graficó la terrible situación y añadió que "es imposible vivir de esta manera, esto es un desastre".
Ceferino, por su ubicación geográfica a los márgenes del río Arenales, suele ser una zona vulnerable ante los temporales de lluvia. El lunes no se lamentaron hechos de gravedad, pero volvieron a ser víctimas a causa del desborde de las cloacas.
"Ya estamos acostumbrados a las inundaciones, sean más fuertes o más tranquilas, pero desde hace un tiempo sufrimos con la quinta colectora cloacal, que cada vez que llueve mucho se rebalsa", contó Amelia.
En el lugar se encuentra una de las terminaciones de la red de la ciudad.
Con agua contaminada
Las familias de Ceferino no tienen agua de red, por ello, como alternativa, utilizaban la extracción a través de pozo. Sin embargo, desde que se iniciaron los problemas con las cloacas, se vieron obligados a desistir de esa metodología.
"Recursos Hídricos mandó a hacer obras, pero se limitan a remover parte del árido que está en río", apuntó Amelia, quien también agregó: "Este río está contaminado, y eso es lo realmente importante". Con cada colapso de las cañerías, la pretendida purificación del Arenales queda trunca.
"La mayoría de los chicos y de la gente de acá tiene problemas de asma y en la piel, y es por las condiciones en las que está el río. Esto intoxica a toda la zona", aseguró, con claro gesto de dolor, la vocera de los vecino de Ceferino. Las manifestaciones dermatológicas, según relató, están vinculadas estrechamente con las recientes contaminaciones del río con líquidos cloacales.
En agosto de este año, Ariel Mamaní, otro vecino del lugar, le dijo a El Tribuno: "Se reventó un caño aliviador de las cloacas, por lo tanto, todo lo que lleva se desparramará por acá y a nadie parece importarle. Hace un mes avisamos al secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Alfredo Fuertes, pero hasta ahora no hubo ninguna respuesta". Quedó demostrado que lo sucedido el lunes no fue un imponderable, bien se podría haber prevenido.

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