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Sergio Massa: Nos debe doler tanto la muerte de Nisman como las muertes por desnutrición

Domingo, 15 de febrero de 2015 00:30
Fue un verano para el infarto en Salta: se conocieron cuatro muertos por desnutrición en menos de un mes y medio y salieron a la luz otros dos que estaban ocultos desde el año pasado. "Hay algunos que cuando muere un pobre se hacen los distraídos", disparó ayer Sergio Massa durante su visita a Purmamarca, en donde compartió un acto junto al candidato a gobernador Juan Carlos Romero. En una entrevista con El Tribuno, el candidato a presidente por el Frente Renovador aseguró que si llega a la Casa Rosada destinará el "1,5 por ciento del PBI" a garantizar la asistencia desde jardines maternales desde 45 días hasta dos años. Además, pidió que los gobernadores que bajen los índices de desnutrición infantil "sean premiados con beneficios económicos". "El Gobierno está más preocupado por el resultado electoral que por otra cosa", sentenció el diputado nacional.
¿Qué análisis hace de la crisis nutricional que golpea duro a Salta?
Lo primero que creo es que a nosotros nos tiene que doler tanto la muerte de Nisman como las muertes por desnutrición como sociedad. En realidad, lo que se nos está muriendo es el futuro con las muertes por desnutrición. Además, me parece muy pero muy importante que tengamos la capacidad de empezar a trabajar fuerte en lo que para nosotros es fundamental: el control desde el nacimiento del chico. Las muertes lo que demuestran es la ausencia del Estado.
¿Por qué cree que las muertes por desnutrición en el norte tienen menos repercusión mediática y política que otras?
Porque hay algunos que cuando muere un pobre se hacen los distraídos.
¿A qué atribuye una reacción así?
Porque probablemente aquellos que menos tienen afrontan más dificultades no solo para expresar su dolor, sino su necesidad de justicia.
El país tuvo una década de mucho crecimiento, ¿qué explicación encuentra que estos chicos se mueran de hambre cómo está sucediendo?
En realidad el crecimiento no es sinónimo de desarrollo: la Argentina tiene que entrar al siglo XXI a buscar el desarrollo. Desarrollo es calidad educativa, desarrollo es control nutricional, desarrollo es atención en salud, desarrollo es mercado de empleo fértil. La Argentina lo que ha tenido es crecimiento, resultados en una cuenta, que no se traducen en resultados en la vida de la gente.
¿Le parecen lógicas las críticas del Gobierno a los medios por publicar los casos de desnutrición?
No, para nada. Yo creo que el Gobierno entró en la etapa de la negación de todo. Niega la inflación, niega la inseguridad, niega la gravedad institucional de la muerte de (Alberto) Nisman y niega las muertes por desnutrición. Niega todo.
Teniendo en cuenta que la cantidad de muertes por desnutrición que se dieron últimamente en Salta, ¿cómo evalúa el rol del Gobierno provincial en esta crisis?
Me da la sensación de que pasaron ocho años y hace dos meses crearon el ministerio de Primera Infancia. Creo que los temas que tienen que ver con la mortalidad infantil tienen que ser una prioridad de cualquier gobernante que sienta pasión por solucionarle los problemas a la gente.
¿Coincide con Capitanich en que estas muertes son "casos aislados"?
No son casos aislados, son el resultado de la ausencia del Estado. Además, una muerte es una muerte, no es un caso. Una muerte es la pérdida de un chico no un número estadística.
¿Por qué cree que el Gobierno provincial ocultó por seis meses dos muertes en Pichanal, que solo salieron a la luz cuando El Tribuno difundió la noticia la semana pasada?
(Piensa) El Gobierno está más preocupado por el resultado electoral que por otra cosa, porque está en un año electoral.
¿Cuáles serían las tres medidas más urgentes para tomar en materia de primera edad?
El primer desafío es destinar 1,5 por ciento del PBI a garantizar todo lo que es la asistencia desde jardines maternales desde 45 días hasta dos años. El proceso nutricional se juega en los primeros mil días de la vida del chico. El segundo gran desafío tiene que ver con las condiciones de vida de las zonas alejadas. Y en ese sentido, en lugar de estar haciendo camioncitos de propaganda en la Costa Atlántica, deberíamos mandar los camiones que tienen que ver con construcción de identidad y con control social a las comunidades más alejadas. Por eso vamos a destinar todo el sistema móvil del Estado en materia sanitaria y en materia de documentación a recorrer los lugares más alejados, no a pasear por la costa para hacer propaganda. Y después me parece que el tercer gran desafío tiene que ver con establecer vectores de control por región y premios a los gobiernos que reduzcan los niveles de desnutrición.
¿Premios de qué tipo?
Hya que darle premios económicos a los gobiernos que logren una caída en los niveles de desnutrición. A esos gobiernos hay que mejorarles las transferencias desde el Estado nacional.
¿No teme que los gobernadores adulteren las cifras para obtener ese beneficio?
No, porque lo que tenemos que hacer es auditarlo desde Nación, con un sistema de auditoría con las universidades y con control social.
¿En cuánto tiempo cree que se podría terminar con la mortalidad infantil por desnutrición en Argentina?
Creo que prometer un plazo es de un intrépido. Yo creo que lo que nosotros debemos hacer es comprometer al Estado para pelear contra la desnutrición, no a prometer un número estadístico, porque sino estaríamos hablando de casos y no de personas que mueren. En las muertes por inseguridad, en las muertes por problemas sanitarios, en las muertes evitables, en las muertes por ausencia del Estado, cada caso es el cien por cien de la estadística.
El viernes imputaron al jefe de Gabinete y a la ministra de Desarrollo Social por la muerte de un niño qom en Chaco. ¿Le parece bien que la justicia impute a un funcionario público por una muerte por desnutrición?
Me parece que los cuarenta millones de argentinos tenemos que estar a derecho y en todo caso explicar qué hace y qué no hace en su área.

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Fue un verano para el infarto en Salta: se conocieron cuatro muertos por desnutrición en menos de un mes y medio y salieron a la luz otros dos que estaban ocultos desde el año pasado. "Hay algunos que cuando muere un pobre se hacen los distraídos", disparó ayer Sergio Massa durante su visita a Purmamarca, en donde compartió un acto junto al candidato a gobernador Juan Carlos Romero. En una entrevista con El Tribuno, el candidato a presidente por el Frente Renovador aseguró que si llega a la Casa Rosada destinará el "1,5 por ciento del PBI" a garantizar la asistencia desde jardines maternales desde 45 días hasta dos años. Además, pidió que los gobernadores que bajen los índices de desnutrición infantil "sean premiados con beneficios económicos". "El Gobierno está más preocupado por el resultado electoral que por otra cosa", sentenció el diputado nacional.
¿Qué análisis hace de la crisis nutricional que golpea duro a Salta?
Lo primero que creo es que a nosotros nos tiene que doler tanto la muerte de Nisman como las muertes por desnutrición como sociedad. En realidad, lo que se nos está muriendo es el futuro con las muertes por desnutrición. Además, me parece muy pero muy importante que tengamos la capacidad de empezar a trabajar fuerte en lo que para nosotros es fundamental: el control desde el nacimiento del chico. Las muertes lo que demuestran es la ausencia del Estado.
¿Por qué cree que las muertes por desnutrición en el norte tienen menos repercusión mediática y política que otras?
Porque hay algunos que cuando muere un pobre se hacen los distraídos.
¿A qué atribuye una reacción así?
Porque probablemente aquellos que menos tienen afrontan más dificultades no solo para expresar su dolor, sino su necesidad de justicia.
El país tuvo una década de mucho crecimiento, ¿qué explicación encuentra que estos chicos se mueran de hambre cómo está sucediendo?
En realidad el crecimiento no es sinónimo de desarrollo: la Argentina tiene que entrar al siglo XXI a buscar el desarrollo. Desarrollo es calidad educativa, desarrollo es control nutricional, desarrollo es atención en salud, desarrollo es mercado de empleo fértil. La Argentina lo que ha tenido es crecimiento, resultados en una cuenta, que no se traducen en resultados en la vida de la gente.
¿Le parecen lógicas las críticas del Gobierno a los medios por publicar los casos de desnutrición?
No, para nada. Yo creo que el Gobierno entró en la etapa de la negación de todo. Niega la inflación, niega la inseguridad, niega la gravedad institucional de la muerte de (Alberto) Nisman y niega las muertes por desnutrición. Niega todo.
Teniendo en cuenta que la cantidad de muertes por desnutrición que se dieron últimamente en Salta, ¿cómo evalúa el rol del Gobierno provincial en esta crisis?
Me da la sensación de que pasaron ocho años y hace dos meses crearon el ministerio de Primera Infancia. Creo que los temas que tienen que ver con la mortalidad infantil tienen que ser una prioridad de cualquier gobernante que sienta pasión por solucionarle los problemas a la gente.
¿Coincide con Capitanich en que estas muertes son "casos aislados"?
No son casos aislados, son el resultado de la ausencia del Estado. Además, una muerte es una muerte, no es un caso. Una muerte es la pérdida de un chico no un número estadística.
¿Por qué cree que el Gobierno provincial ocultó por seis meses dos muertes en Pichanal, que solo salieron a la luz cuando El Tribuno difundió la noticia la semana pasada?
(Piensa) El Gobierno está más preocupado por el resultado electoral que por otra cosa, porque está en un año electoral.
¿Cuáles serían las tres medidas más urgentes para tomar en materia de primera edad?
El primer desafío es destinar 1,5 por ciento del PBI a garantizar todo lo que es la asistencia desde jardines maternales desde 45 días hasta dos años. El proceso nutricional se juega en los primeros mil días de la vida del chico. El segundo gran desafío tiene que ver con las condiciones de vida de las zonas alejadas. Y en ese sentido, en lugar de estar haciendo camioncitos de propaganda en la Costa Atlántica, deberíamos mandar los camiones que tienen que ver con construcción de identidad y con control social a las comunidades más alejadas. Por eso vamos a destinar todo el sistema móvil del Estado en materia sanitaria y en materia de documentación a recorrer los lugares más alejados, no a pasear por la costa para hacer propaganda. Y después me parece que el tercer gran desafío tiene que ver con establecer vectores de control por región y premios a los gobiernos que reduzcan los niveles de desnutrición.
¿Premios de qué tipo?
Hya que darle premios económicos a los gobiernos que logren una caída en los niveles de desnutrición. A esos gobiernos hay que mejorarles las transferencias desde el Estado nacional.
¿No teme que los gobernadores adulteren las cifras para obtener ese beneficio?
No, porque lo que tenemos que hacer es auditarlo desde Nación, con un sistema de auditoría con las universidades y con control social.
¿En cuánto tiempo cree que se podría terminar con la mortalidad infantil por desnutrición en Argentina?
Creo que prometer un plazo es de un intrépido. Yo creo que lo que nosotros debemos hacer es comprometer al Estado para pelear contra la desnutrición, no a prometer un número estadístico, porque sino estaríamos hablando de casos y no de personas que mueren. En las muertes por inseguridad, en las muertes por problemas sanitarios, en las muertes evitables, en las muertes por ausencia del Estado, cada caso es el cien por cien de la estadística.
El viernes imputaron al jefe de Gabinete y a la ministra de Desarrollo Social por la muerte de un niño qom en Chaco. ¿Le parece bien que la justicia impute a un funcionario público por una muerte por desnutrición?
Me parece que los cuarenta millones de argentinos tenemos que estar a derecho y en todo caso explicar qué hace y qué no hace en su área.

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