Al haber finalizado oficialmente la cosecha de vid en todo el país, según comunicación del Instituto Nacional de Vitivinicultura, El Tribuno habló con un productor de Cafayate, Osvaldo Domingo hijo, para conocer la situación en la provincia.
"Este año sufrimos una granizada terrible en enero que dañó hasta un 50 ó 60% de uvas en la zona Cafayate", describió el bodeguero.
"Pero sin considerar el granizo, hubo además una merma de entre un 20 y un 25% de cosecha de uvas por condiciones naturales, como merma en la floración", agregó.
"Por esas dos razones la cosecha de uva se vino abajo en un 25% respecto de años anteriores", dijo.
Lo normal en la provincia de Salta son unos 40 millones de kilos de uvas, cosechados de unas 3.000 hectáreas en producción, lo que significa producir unos 30 millones de litros de vino anuales.
El mercado está en crisis
Domingo aclaró por otra parte que hay que considerar "que estamos atravesando una crisis de mercado que torna difícil la comercialización de la producción. Tenemos las bodegas llenas de vinos".
El productor describió sin embargo que si la granizada hubiera ocurrido en Mendoza, se hubiera traducido en precios más altos del vino en todo el país, pero como Salta produce solo el 1% del vino de toda la Argentina, no pasará nada.
"Hay menos mercado interno porque la gente consume menos. Por los controles de alcoholemia, en Salta capital, en los restaurantes ya no consumen vino, por ejemplo", explicó Domingo.
Además, describió que existe una sobreoferta de vinos de otros países, que entran subsidiados, como por ejemplo de España.
"Hay también menos mercados internacionales, porque al consumidor de EEUU. por ejemplo, no le interesa pagar tres dólares más por un vino argentino si por tres dólares menos puede comprar uno español de la misma calidad", graficó.
Sobre el apoyo oficial a la producción, Domingo destacó: "La verdad es que tenemos un enorme apoyo del Gobierno nacional, pero la coyuntura mundial es desfavorable".
"Este año sufrimos una granizada terrible en enero que dañó hasta un 50 ó 60% de uvas en la zona Cafayate", describió el bodeguero.
"Pero sin considerar el granizo, hubo además una merma de entre un 20 y un 25% de cosecha de uvas por condiciones naturales, como merma en la floración", agregó.
"Por esas dos razones la cosecha de uva se vino abajo en un 25% respecto de años anteriores", dijo.
Lo normal en la provincia de Salta son unos 40 millones de kilos de uvas, cosechados de unas 3.000 hectáreas en producción, lo que significa producir unos 30 millones de litros de vino anuales.
El mercado está en crisis
Domingo aclaró por otra parte que hay que considerar "que estamos atravesando una crisis de mercado que torna difícil la comercialización de la producción. Tenemos las bodegas llenas de vinos".
El productor describió sin embargo que si la granizada hubiera ocurrido en Mendoza, se hubiera traducido en precios más altos del vino en todo el país, pero como Salta produce solo el 1% del vino de toda la Argentina, no pasará nada.
"Hay menos mercado interno porque la gente consume menos. Por los controles de alcoholemia, en Salta capital, en los restaurantes ya no consumen vino, por ejemplo", explicó Domingo.
Además, describió que existe una sobreoferta de vinos de otros países, que entran subsidiados, como por ejemplo de España.
"Hay también menos mercados internacionales, porque al consumidor de EEUU. por ejemplo, no le interesa pagar tres dólares más por un vino argentino si por tres dólares menos puede comprar uno español de la misma calidad", graficó.
Sobre el apoyo oficial a la producción, Domingo destacó: "La verdad es que tenemos un enorme apoyo del Gobierno nacional, pero la coyuntura mundial es desfavorable".
Poca uva, pero buen vino
"Lo que hay que destacar es que tuvimos una muy buena cosecha en cuando a calidad de la uva, que fue excepcional. Con pocas uvas en la planta crecieron más sanas, por lo que esperamos unos muy buenos vinos de la cosecha 2015", anticipó el bodeguero cafayateño.
Lo grave, sin embargo, es que las bodegas están llenas de vinos en toda la Argentina. Y eso obliga a los empresarios a tomar el toro por las astas y emprender otras prácticas. En Mendoza, por ejemplo, están destilando vinos. Eso quiere decir que los hacen alcohol para bajar sus existencias. Y hay muchas personas afectadas en Cuyo por esta situación. También en Cuyo se está haciendo mucho mosto, para gaseosas, y como fuente de azúcares para la industria de otras bebidas.
"No sucede lo mismo en Salta, donde todavía podemos aguantar el temporal sin despedir gente ni nada por el estilo. No somos alarmistas ni nada. La situación no es buena pero no es grave", concluyó Domingo.
Lo grave, sin embargo, es que las bodegas están llenas de vinos en toda la Argentina. Y eso obliga a los empresarios a tomar el toro por las astas y emprender otras prácticas. En Mendoza, por ejemplo, están destilando vinos. Eso quiere decir que los hacen alcohol para bajar sus existencias. Y hay muchas personas afectadas en Cuyo por esta situación. También en Cuyo se está haciendo mucho mosto, para gaseosas, y como fuente de azúcares para la industria de otras bebidas.
"No sucede lo mismo en Salta, donde todavía podemos aguantar el temporal sin despedir gente ni nada por el estilo. No somos alarmistas ni nada. La situación no es buena pero no es grave", concluyó Domingo.
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Al haber finalizado oficialmente la cosecha de vid en todo el país, según comunicación del Instituto Nacional de Vitivinicultura, El Tribuno habló con un productor de Cafayate, Osvaldo Domingo hijo, para conocer la situación en la provincia.
"Este año sufrimos una granizada terrible en enero que dañó hasta un 50 ó 60% de uvas en la zona Cafayate", describió el bodeguero.
"Pero sin considerar el granizo, hubo además una merma de entre un 20 y un 25% de cosecha de uvas por condiciones naturales, como merma en la floración", agregó.
"Por esas dos razones la cosecha de uva se vino abajo en un 25% respecto de años anteriores", dijo.
Lo normal en la provincia de Salta son unos 40 millones de kilos de uvas, cosechados de unas 3.000 hectáreas en producción, lo que significa producir unos 30 millones de litros de vino anuales.
El mercado está en crisis
Domingo aclaró por otra parte que hay que considerar "que estamos atravesando una crisis de mercado que torna difícil la comercialización de la producción. Tenemos las bodegas llenas de vinos".
El productor describió sin embargo que si la granizada hubiera ocurrido en Mendoza, se hubiera traducido en precios más altos del vino en todo el país, pero como Salta produce solo el 1% del vino de toda la Argentina, no pasará nada.
"Hay menos mercado interno porque la gente consume menos. Por los controles de alcoholemia, en Salta capital, en los restaurantes ya no consumen vino, por ejemplo", explicó Domingo.
Además, describió que existe una sobreoferta de vinos de otros países, que entran subsidiados, como por ejemplo de España.
"Hay también menos mercados internacionales, porque al consumidor de EEUU. por ejemplo, no le interesa pagar tres dólares más por un vino argentino si por tres dólares menos puede comprar uno español de la misma calidad", graficó.
Sobre el apoyo oficial a la producción, Domingo destacó: "La verdad es que tenemos un enorme apoyo del Gobierno nacional, pero la coyuntura mundial es desfavorable".
"Este año sufrimos una granizada terrible en enero que dañó hasta un 50 ó 60% de uvas en la zona Cafayate", describió el bodeguero.
"Pero sin considerar el granizo, hubo además una merma de entre un 20 y un 25% de cosecha de uvas por condiciones naturales, como merma en la floración", agregó.
"Por esas dos razones la cosecha de uva se vino abajo en un 25% respecto de años anteriores", dijo.
Lo normal en la provincia de Salta son unos 40 millones de kilos de uvas, cosechados de unas 3.000 hectáreas en producción, lo que significa producir unos 30 millones de litros de vino anuales.
El mercado está en crisis
Domingo aclaró por otra parte que hay que considerar "que estamos atravesando una crisis de mercado que torna difícil la comercialización de la producción. Tenemos las bodegas llenas de vinos".
El productor describió sin embargo que si la granizada hubiera ocurrido en Mendoza, se hubiera traducido en precios más altos del vino en todo el país, pero como Salta produce solo el 1% del vino de toda la Argentina, no pasará nada.
"Hay menos mercado interno porque la gente consume menos. Por los controles de alcoholemia, en Salta capital, en los restaurantes ya no consumen vino, por ejemplo", explicó Domingo.
Además, describió que existe una sobreoferta de vinos de otros países, que entran subsidiados, como por ejemplo de España.
"Hay también menos mercados internacionales, porque al consumidor de EEUU. por ejemplo, no le interesa pagar tres dólares más por un vino argentino si por tres dólares menos puede comprar uno español de la misma calidad", graficó.
Sobre el apoyo oficial a la producción, Domingo destacó: "La verdad es que tenemos un enorme apoyo del Gobierno nacional, pero la coyuntura mundial es desfavorable".
Poca uva, pero buen vino
"Lo que hay que destacar es que tuvimos una muy buena cosecha en cuando a calidad de la uva, que fue excepcional. Con pocas uvas en la planta crecieron más sanas, por lo que esperamos unos muy buenos vinos de la cosecha 2015", anticipó el bodeguero cafayateño.
Lo grave, sin embargo, es que las bodegas están llenas de vinos en toda la Argentina. Y eso obliga a los empresarios a tomar el toro por las astas y emprender otras prácticas. En Mendoza, por ejemplo, están destilando vinos. Eso quiere decir que los hacen alcohol para bajar sus existencias. Y hay muchas personas afectadas en Cuyo por esta situación. También en Cuyo se está haciendo mucho mosto, para gaseosas, y como fuente de azúcares para la industria de otras bebidas.
"No sucede lo mismo en Salta, donde todavía podemos aguantar el temporal sin despedir gente ni nada por el estilo. No somos alarmistas ni nada. La situación no es buena pero no es grave", concluyó Domingo.
Lo grave, sin embargo, es que las bodegas están llenas de vinos en toda la Argentina. Y eso obliga a los empresarios a tomar el toro por las astas y emprender otras prácticas. En Mendoza, por ejemplo, están destilando vinos. Eso quiere decir que los hacen alcohol para bajar sus existencias. Y hay muchas personas afectadas en Cuyo por esta situación. También en Cuyo se está haciendo mucho mosto, para gaseosas, y como fuente de azúcares para la industria de otras bebidas.
"No sucede lo mismo en Salta, donde todavía podemos aguantar el temporal sin despedir gente ni nada por el estilo. No somos alarmistas ni nada. La situación no es buena pero no es grave", concluyó Domingo.