Al momento de morir Macacha tenía 79 años de edad pues había nacido en Salta el 11 de diciembre de 1787.
Macacha, como le decían, había recibido una esmerada educación, incluso artística y literaria. Por eso sobresalía en los salones salteños por su distinción y belleza.
Cuando llegó a Salta la noticia de la Revolución de Mayo, ella contaba con 23 años de edad. Lo primero que hizo entonces fue adherir a la causa revolucionaria y confeccionar ropa para los soldados que integrarían la Partida de Observación, organizada en 1810 por su hermano, el entonces teniente Martín Güemes.
Los hermanos Güemes pronto quedaron huérfanos de padre, y Macacha con su madre y hermanos fue una eficaz propulsora de la causa patriótica en esta parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
A partir de entonces, la casa de Macacha ubicada en Salta se transformó en un taller de costura para equipar a los ejércitos patrios que pasaron por aquí desde 1810 a 1824.
Allí asiló a jefes, oficiales y soldados que luchaban por la causa, y fue un centro de propaganda política donde se difundían las ideas de la Revolución. Se casó con don Ramón de Tejadas, hijo de Antonio, propietario de la Hacienda de los Cerrillos, quien, pese a pertenecer a una familia realista, contribuyó a la causa de la Independencia.
Macacha fue, sin dudas, la hermana preferida de Martín Güemes; fue su consejera y su amiga predilecta.
Cuando Güemes asumió el gobierno de la Provincia, Macacha ya era una muy conocida políticamente en la Intendencia, porque la cantidad de cualidades que poseía la habían constituido en un personaje de gran respetabilidad.
Una mujer bella y ejecutiva
Bartolomé Mitre y sus contemporáneos la describen como una mujer hermosa, de estampa arrogante, cabello rubio, tez pálida, estatura elevada y bien erguida. Su rostro era bello y de expresiones placenteras; pero entre todos estos atributos de su persona, eran notabilísimos sus ojos, donde jugaba una viveza verdaderamente extraordinaria.
Fue para su hermano un verdadero ministro, con el cual Güemes no tenía secretos en los asuntos de Estado y, según se dice, el gobernador no realizaba ningún acto sin escuchar previamente su consejo político.
Al respecto Frías señala en su "Historia de Salta y de Güemes" que "lo acompañaba en sus consejos, nacidos de la perspicacia y delicadeza de sentimientos de su sexo tan desarrollado en ella, como intervenía personalmente en actos públicos, aun lo mismo en guerra, montando a caballo, recorriendo las filas y arengando las tropas".
Macacha fue una mujer de sobresalientes méritos y de notoria capacidad; fue como un halo de luz para la difícil gestión de su hermano, en cuya casa estaba tratando asuntos de interés público la noche fatal del 7 de junio de 1821. Discutían temas de Estado, cuando al salir a la calle un tiro traidor hirió mortalmente al gobernador de Salta, don Martín Miguel de Güemes.
Después de la muerte de su hermano, Macacha, a quien los gauchos idolatraban, dirigió con los Puch y los Gorriti el Partido Güemista, gestando varias revoluciones en la provincia.
Política, esposa y madre
Revolución de las mujeres
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Al momento de morir Macacha tenía 79 años de edad pues había nacido en Salta el 11 de diciembre de 1787.
Macacha, como le decían, había recibido una esmerada educación, incluso artística y literaria. Por eso sobresalía en los salones salteños por su distinción y belleza.
Cuando llegó a Salta la noticia de la Revolución de Mayo, ella contaba con 23 años de edad. Lo primero que hizo entonces fue adherir a la causa revolucionaria y confeccionar ropa para los soldados que integrarían la Partida de Observación, organizada en 1810 por su hermano, el entonces teniente Martín Güemes.
Los hermanos Güemes pronto quedaron huérfanos de padre, y Macacha con su madre y hermanos fue una eficaz propulsora de la causa patriótica en esta parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
A partir de entonces, la casa de Macacha ubicada en Salta se transformó en un taller de costura para equipar a los ejércitos patrios que pasaron por aquí desde 1810 a 1824.
Allí asiló a jefes, oficiales y soldados que luchaban por la causa, y fue un centro de propaganda política donde se difundían las ideas de la Revolución. Se casó con don Ramón de Tejadas, hijo de Antonio, propietario de la Hacienda de los Cerrillos, quien, pese a pertenecer a una familia realista, contribuyó a la causa de la Independencia.
Macacha fue, sin dudas, la hermana preferida de Martín Güemes; fue su consejera y su amiga predilecta.
Cuando Güemes asumió el gobierno de la Provincia, Macacha ya era una muy conocida políticamente en la Intendencia, porque la cantidad de cualidades que poseía la habían constituido en un personaje de gran respetabilidad.
Una mujer bella y ejecutiva
Bartolomé Mitre y sus contemporáneos la describen como una mujer hermosa, de estampa arrogante, cabello rubio, tez pálida, estatura elevada y bien erguida. Su rostro era bello y de expresiones placenteras; pero entre todos estos atributos de su persona, eran notabilísimos sus ojos, donde jugaba una viveza verdaderamente extraordinaria.
Fue para su hermano un verdadero ministro, con el cual Güemes no tenía secretos en los asuntos de Estado y, según se dice, el gobernador no realizaba ningún acto sin escuchar previamente su consejo político.
Al respecto Frías señala en su "Historia de Salta y de Güemes" que "lo acompañaba en sus consejos, nacidos de la perspicacia y delicadeza de sentimientos de su sexo tan desarrollado en ella, como intervenía personalmente en actos públicos, aun lo mismo en guerra, montando a caballo, recorriendo las filas y arengando las tropas".
Macacha fue una mujer de sobresalientes méritos y de notoria capacidad; fue como un halo de luz para la difícil gestión de su hermano, en cuya casa estaba tratando asuntos de interés público la noche fatal del 7 de junio de 1821. Discutían temas de Estado, cuando al salir a la calle un tiro traidor hirió mortalmente al gobernador de Salta, don Martín Miguel de Güemes.
Después de la muerte de su hermano, Macacha, a quien los gauchos idolatraban, dirigió con los Puch y los Gorriti el Partido Güemista, gestando varias revoluciones en la provincia.