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"Que Rodrigo de la Serna esté en la película es un verdadero lujo"

Jueves, 29 de septiembre de 2016 01:30
De la Serna y Varone.
Los amantes del cine nacional podrán disfrutar desde hoy del amplio y variado programa que ofrecerá la 20ª Semana de Cine Argentino en Salta. Para la apertura se organizó una función muy especial, gratuita y a cielo abierto, en el Mirador del Cerro San Bernardo. La película elegida para abrir el telón fue "Camino a la Paz", un road movie ("película de carretera") del novel realizador porteño Francisco Varone. El proyector se encenderá a las 20 y el público tendrá la chance de conversar con el director y guionista del filme, quien estará presente en el estreno bajo las estrellas.
"Camino a La Paz" es la ópera prima de Varone y está protagonizada por Rodrigo de la Serna y Ernesto Suárez, una dupla protagónica particular: por un lado, un joven recién casado que, acuciado por la crisis, comienza a trabajar de remisero; por el otro, a un anciano musulmán que le propone al remisero un viaje bastante inusual: subir desde Buenos Aires hasta La Paz, Bolivia. Juntos emprenden ese largo periplo que termina poniendo a prueba su relación y su conexión con el mundo.
El resto de las películas de la 20ª Semana del Cine Argentino se proyectarán en salas del Cine Hoyts, Cine Ópera, Espacio INCAA Hogar Escuela y El Teatrino (ver programa en página 25). La muestra incluirá varias secciones, entre las que se destaca "La mirada salteña", con largometrajes, cortometrajes y documentales de directores locales. También habrá charlas y talleres destinados a realizadores y estudiantes de carreras audiovisuales.
"Camino a La Paz" es tu ópera prima. Resuminos brevemente cómo fue tu carrera hasta arribar a este primer largometraje.
Estudié en la Universidad del Cine, en San Telmo, hace ya muchos años y después, durante gran parte de mi carrera, trabajé filmando comerciales. Trabajando como asistente de dirección aprendí a optimizar los recursos, a ser organizado, a aprovechar al máximo las jornadas de trabajo, a saber comunicarme y dirigir un equipo técnico de muchas personas. Pero mi deseo siempre fue hacer una película, así que también dediqué mucho tiempo a escribir, a hacer talleres de guión y dramaturgia. Todo este trabajo previo me encaminó para materializar mi primer película.
Para la película elegiste como protagonistas a una dupla particular. ¿Cómo nacieron estos dos personajes y cómo decidiste incluirlos en una misma historia?
La idea de estos personajes fue apareciendo en el 2001, con la crisis económica. Tenía muchos amigos sin trabajo y, entre ellos, el único que estaba casado se quedaba en su casa todo el día lavando la ropa, los platos, limpiando, cocinando... Y la mujer era la que salía a laburar. Ese cambio de roles me pareció interesante y así surgió el personaje del remisero. En 2008 me reencontré con un amigo de la escuela de cine que se había convertido al Islam. Me invitó a conocer la comunidad a la que pertenecía. Compartí con ellos toda una tarde. Participé en sus rituales, sus oraciones, la cena. Fueron muy cálidos conmigo porque me mostraron de manera muy generosa y abierta cómo se manejaban y pensé que también tenía que haber un personaje musulmán. Con estas ideas me mandé a escribir el guión. Lo demás fue apareciendo.
¿"Camino a La Paz" te demandó literalmente llegar hasta La Paz con los equipos de filmación?
Sí, fuimos desde Buenos Aires hasta La Paz. Yo quería filmar un recorrido de miles de kilómetros que proporcionara al espectador una verdadera aventura. El norte del país y el altiplano siempre fueron paisajes muy inspiradores para mí. Sentí que podía ser muy interesante y significativo que los personajes fueran desde Buenos Aires, una mega ciudad, hacia la austeridad de las montañas y el desierto. Y que el final del recorrido fuera La Paz me pareció que funcionaría muy bien para el personaje de Rodrigo de la Serna, que termina en una ciudad desconocida, con mucha vida pero muy diferente a Buenos Aires.
Fue muy difícil poder hacer frente a todos los imprevistos del camino. La ruta, el clima, el cansancio, la mécanica de los autos, hoteles, etc... Son muchas variables y siempre alguna podía fallar. Pero eso fue parte de la aventura y, en cierta medida, lo que nos entusiasmaba a mí, al elenco y al equipo.
¿De la Serna aceptó el papel desde un primer momento o tuvieron que "remarla" para convencerlo?
Rodrigo siempre fue la primera opción porque ya lo tenía en la cabeza desde que empecé a escribir el guión. Por suerte, le acercamos una primer versión hace varios años, la leyó, le gustó y se comprometió a estar en la película. Su aporte es fundamental. Es un actor como pocos. Maneja muy bien el humor, algo muy importante en esta historia, pero también es un actor que siempre aporta, en todo sentido: desde lo gestual, con su interpretación de los textos, las pausas, logrando profunda y real emoción cuando es necesario. Que esté en la película es un verdadero lujo.
¿Llevaste el filme a festivales?
La película se estrenó en el Festival de Busán, en Corea del Sur. Luego recorrió muchísimos festivales como el de Chicago, Thessaloniki en Grecia, Mar del Plata, San Pablo, La Habana, Palm Springs, Cartagena, Guadalajara, Munich y Lima.
El cine argentino suele lidiar con un escollo grande que es el tema de la distribución. ¿Cómo te fue con "Camino..."?
Por suerte contamos con el apoyo de un productor de mucha experiencia y peso como Distribution Company. Igualmente tuvimos un estreno mediano, en unas 20 salas que, gracias al buen boca en boca, lograron que la película se mantuviera en cartel por más de dos meses. La vieron más de 40 mil personas, lo cual es gran resultado para una película independiente.
La película tiene un tercer coprotagonista que es un perro. Contanos acerca de él...
El perro en realidad es una perra. Se llama Mein, vino al viaje con su entrenador Guillermo "Coco" Krauss. Es una perra entrenada y participa en comerciales y filmaciones. Creo que esta fue su primer película y lo hizo muy bien. También viajó con nosotros desde Buenos Aires hasta Bolivia. Por las noches compartía habitación con su entrenador y en los traslados viajaba en un canil.
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Los amantes del cine nacional podrán disfrutar desde hoy del amplio y variado programa que ofrecerá la 20ª Semana de Cine Argentino en Salta. Para la apertura se organizó una función muy especial, gratuita y a cielo abierto, en el Mirador del Cerro San Bernardo. La película elegida para abrir el telón fue "Camino a la Paz", un road movie ("película de carretera") del novel realizador porteño Francisco Varone. El proyector se encenderá a las 20 y el público tendrá la chance de conversar con el director y guionista del filme, quien estará presente en el estreno bajo las estrellas.
"Camino a La Paz" es la ópera prima de Varone y está protagonizada por Rodrigo de la Serna y Ernesto Suárez, una dupla protagónica particular: por un lado, un joven recién casado que, acuciado por la crisis, comienza a trabajar de remisero; por el otro, a un anciano musulmán que le propone al remisero un viaje bastante inusual: subir desde Buenos Aires hasta La Paz, Bolivia. Juntos emprenden ese largo periplo que termina poniendo a prueba su relación y su conexión con el mundo.
El resto de las películas de la 20ª Semana del Cine Argentino se proyectarán en salas del Cine Hoyts, Cine Ópera, Espacio INCAA Hogar Escuela y El Teatrino (ver programa en página 25). La muestra incluirá varias secciones, entre las que se destaca "La mirada salteña", con largometrajes, cortometrajes y documentales de directores locales. También habrá charlas y talleres destinados a realizadores y estudiantes de carreras audiovisuales.
"Camino a La Paz" es tu ópera prima. Resuminos brevemente cómo fue tu carrera hasta arribar a este primer largometraje.
Estudié en la Universidad del Cine, en San Telmo, hace ya muchos años y después, durante gran parte de mi carrera, trabajé filmando comerciales. Trabajando como asistente de dirección aprendí a optimizar los recursos, a ser organizado, a aprovechar al máximo las jornadas de trabajo, a saber comunicarme y dirigir un equipo técnico de muchas personas. Pero mi deseo siempre fue hacer una película, así que también dediqué mucho tiempo a escribir, a hacer talleres de guión y dramaturgia. Todo este trabajo previo me encaminó para materializar mi primer película.
Para la película elegiste como protagonistas a una dupla particular. ¿Cómo nacieron estos dos personajes y cómo decidiste incluirlos en una misma historia?
La idea de estos personajes fue apareciendo en el 2001, con la crisis económica. Tenía muchos amigos sin trabajo y, entre ellos, el único que estaba casado se quedaba en su casa todo el día lavando la ropa, los platos, limpiando, cocinando... Y la mujer era la que salía a laburar. Ese cambio de roles me pareció interesante y así surgió el personaje del remisero. En 2008 me reencontré con un amigo de la escuela de cine que se había convertido al Islam. Me invitó a conocer la comunidad a la que pertenecía. Compartí con ellos toda una tarde. Participé en sus rituales, sus oraciones, la cena. Fueron muy cálidos conmigo porque me mostraron de manera muy generosa y abierta cómo se manejaban y pensé que también tenía que haber un personaje musulmán. Con estas ideas me mandé a escribir el guión. Lo demás fue apareciendo.
¿"Camino a La Paz" te demandó literalmente llegar hasta La Paz con los equipos de filmación?
Sí, fuimos desde Buenos Aires hasta La Paz. Yo quería filmar un recorrido de miles de kilómetros que proporcionara al espectador una verdadera aventura. El norte del país y el altiplano siempre fueron paisajes muy inspiradores para mí. Sentí que podía ser muy interesante y significativo que los personajes fueran desde Buenos Aires, una mega ciudad, hacia la austeridad de las montañas y el desierto. Y que el final del recorrido fuera La Paz me pareció que funcionaría muy bien para el personaje de Rodrigo de la Serna, que termina en una ciudad desconocida, con mucha vida pero muy diferente a Buenos Aires.
Fue muy difícil poder hacer frente a todos los imprevistos del camino. La ruta, el clima, el cansancio, la mécanica de los autos, hoteles, etc... Son muchas variables y siempre alguna podía fallar. Pero eso fue parte de la aventura y, en cierta medida, lo que nos entusiasmaba a mí, al elenco y al equipo.
¿De la Serna aceptó el papel desde un primer momento o tuvieron que "remarla" para convencerlo?
Rodrigo siempre fue la primera opción porque ya lo tenía en la cabeza desde que empecé a escribir el guión. Por suerte, le acercamos una primer versión hace varios años, la leyó, le gustó y se comprometió a estar en la película. Su aporte es fundamental. Es un actor como pocos. Maneja muy bien el humor, algo muy importante en esta historia, pero también es un actor que siempre aporta, en todo sentido: desde lo gestual, con su interpretación de los textos, las pausas, logrando profunda y real emoción cuando es necesario. Que esté en la película es un verdadero lujo.
¿Llevaste el filme a festivales?
La película se estrenó en el Festival de Busán, en Corea del Sur. Luego recorrió muchísimos festivales como el de Chicago, Thessaloniki en Grecia, Mar del Plata, San Pablo, La Habana, Palm Springs, Cartagena, Guadalajara, Munich y Lima.
El cine argentino suele lidiar con un escollo grande que es el tema de la distribución. ¿Cómo te fue con "Camino..."?
Por suerte contamos con el apoyo de un productor de mucha experiencia y peso como Distribution Company. Igualmente tuvimos un estreno mediano, en unas 20 salas que, gracias al buen boca en boca, lograron que la película se mantuviera en cartel por más de dos meses. La vieron más de 40 mil personas, lo cual es gran resultado para una película independiente.
La película tiene un tercer coprotagonista que es un perro. Contanos acerca de él...
El perro en realidad es una perra. Se llama Mein, vino al viaje con su entrenador Guillermo "Coco" Krauss. Es una perra entrenada y participa en comerciales y filmaciones. Creo que esta fue su primer película y lo hizo muy bien. También viajó con nosotros desde Buenos Aires hasta Bolivia. Por las noches compartía habitación con su entrenador y en los traslados viajaba en un canil.
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