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16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Georgina Parpagnoli: "Las historias sostienen y contienen el pasado"

Domingo, 29 de enero de 2017 18:19
Georgina Parpagnoli. Foto:&nbsp;Juan Barthe<div>

Para el amor no hay edad reza el dicho. Para el arte tampoco. Al menos eso se infiere de las palabras de Georgina Parpagnoli, quien estuvo a cargo del taller de radioteatro del PAMI en Salta durante los últimos cinco años.

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Para el amor no hay edad reza el dicho. Para el arte tampoco. Al menos eso se infiere de las palabras de Georgina Parpagnoli, quien estuvo a cargo del taller de radioteatro del PAMI en Salta durante los últimos cinco años.

"Podemos empezar a hacer algo nuevo, creativo, poner a funcionar algunos aspectos de la vida que durmieron durante 65 ó 70 años, a veces más. Y hacer algo nuevo, que te dé satisfacción, la sensación de estar creando, de estar proyectando tu trabajo sobre un medio", asegura la actriz, y añade: "Creo que escuchamos poco a los adultos mayores y que, dentro de todo, el PAMI hace una gran tarea, sobre todo con los talleres de movilidad, como el de folklore, danzas árabes, yoga. El taller de radio teatro fue un poco más complicado porque ahí había que poner a funcionar la palabra, el pensamiento, la creatividad y la exposición. Porque los adultos mayores aprendían a ser actores radiales y autores radiales, porque nosotros hemos producido la mayor parte de nuestros libretos", comenta.

La importancia de la escucha

En un mundo donde se escucha poco, Parpagnoli revela: "En el taller, antes de empezar a trabajar, escuché muchísimas historias, algunas conmovían porque eran historias de años postergación, silencio o falta de perspectiva. También historias curiosas, tiernas o maravillosas de gente que había hecho muchas cosas en su vida. Fue una experiencia increíble". Y, emocionada, prosigue: "Lo más sorprendente para mí fue el rescate de aspectos muy importantes de las vidas de muchas personas que estaban completamente adormecidos. Y que se despertaron a partir de trabajar sobre el radioteatro orientado a sus historias, a sus intereses, al pasado tal vez. Porque es una manifestación artística que pertenece a otra época, pero que sería muy bueno revivir".

"Antes de empezar a trabajar, escuché muchísimas historias, algunas conmovían porque eran historias de años postergación, silencio o falta de perspectiva"

Sobre lo peculiar de aquello que la apasiona, describe: "Lo que tiene de particular el radioteatro respecto de otros formatos es que al no exigir la presencia de la imagen física genera una gran amplitud de posibilidades actorales, fuera de su rango etario. Con un poco de entrenamiento pueden abarcar desde niños hasta ancianos. Esa es una gran ventaja que le da a un actor reciente, como las personas que formaban parte de mi taller, muchísimas más posibilidades que el hecho de hacer teatro en vivo, que los limita. La prueba está en que, durante nuestras numerosas presentaciones en vivo, a pesar de que a veces los personajes estaban fuera del rango de edad de lo que leían, el público lo creía igual".

Conectar con la infancia

¿Quién no recuerda algún cuento relatado antes de dormir? Las historias son parte de la vida. En este sentido, la especialista comenta: "Adaptar cuentos tradicionales, para niños y leerle a los chicos, sumada a la presencia de personas mayores, con aspecto de abuelos, es grandioso. El sólo hecho de narrar una historia, a cualquier persona, genera una conexión con los momentos afectivos de la infancia. Ya sea de una madre, de un padre, de una abuela, de una tía o un maestro, todas las personas en este mundo han recibido relatos. Entonces seguramente la actividad de la narración oral o del radioteatro genera muchísima conexión en el rango afectivo".


"La actividad de la narración oral o del radioteatro genera muchísima conexión en el rango afectivo".

Asimismo, Parpagnoli reflexiona sobre lo vital de la oralidad a nivel social: "En el hecho de contar está una de las actividades básicas de la relación humana. En la vida cotidiana el narrar reemplaza la posibilidad de vivir la experiencia con otro. Yo llego a casa y cuento lo que me sucedió, todo el mundo lo hace. De hecho, la historia de la humanidad comenzó a partir de la transmisión de relatos orales", recalca.

La maravilla de contar: de los valles a Auschwitz

"Lo más maravilloso que tiene el hecho de contar historias es la presencia del uno y del otro. Es decir, una historia que se cuenta no tiene sentido si no hay otro que escucha. Y ese otro que escucha completa la historia, en su mente, en su corazón, en sus sensaciones. Extrae de la historia las partes que lo representan, que lo identifican. Es muy rica la actividad de los cuentos y de la transmisión oral. Por eso creo que el radioteatro, el arte de narrar, que es a lo que me he dedicado en esta última parte de mi vida, tiene que ver con la necesidad de recrear y de restaurar lazos de comunicación que en este momento están limitados. La imagen se interpone, los medios, la televisión como una actividad más pasiva. En la escucha y en la emisión oral hay un intercambio permanente, donde el que escucha forma parte del proceso, donde va elaborando a medida que escucha. Entonces, las historias además, sostienen y contienen el pasado" subraya Parpagnoli, al tiempo describe : "A veces hay momentos que si bien se han consignado por los historiadores en los libros, el relato vivo tiene otra carnadura. Me tocó hacer una vez un reportaje a una ex residente del campo de exterminio de Auschwitz. Y lo que ella contó para mí fue la guerra viva, fue entender muchísimas cosa que uno cuando las ve históricamente, no tienen ese contenido: el relato efectuado por alguien que vivió la experiencia". Y en seguida, comparte otra trama emocionante: "Nadie valora la experiencia. El último día del taller del año pasado llegó una mujer muy mayor que había sido pastora de ovejas desde chica, en las alturas. Había trabajado como doméstica, había echado a un marido abusador y expropiador de la casa, criado muchos hijos y era un ejemplo de satisfacción vital, de fuerza, que hacía taller de canto, gimnasia y deseaba seguir haciendo cosas", recuerda conmovida.

"Hay momentos que si bien se han consignado por los historiadores en los libros, el relato vivo tiene otra carnadura".

En los momentos finales de la conversación, Parpagnoli insiste: "Creo que si escucháramos más a los mayores, a sus épocas de vida, a lo que cuentan de sus momentos históricos y vitales, muchísimas cosas se podrían rescatar, reciclar, enriquecer y aplicar". Con todo, hace una importante salvedad: "Existe la conciencia de que somos mayores o lo seremos. Pero en esta época la gente vive como si nunca se fuera a morir y en este sentido el arte es un elemento de rescate valiosísimo. No existe la conciencia de lo que el arte puede hacer como instrumento de individualización, de adquirir seguridad y respeto por uno mismo. El arte es fundamental no solo para los adultos mayores, también para los chicos marginales, en situación de cárcel, para rescatar en cualquier ser humano la posibilidad de expresarse y de ver un producto hecho por él mismo. Eso no tiene precio y debiera llamar la atención de quienes organizan los presupuestos para educación y cultura porque es fundamental" y agrega: "La continuidad del taller no está asegurada. Yo debí dejarlo a fines del año pasado por cuestiones laborales y creo que tiene enormes posibilidades. No sé si el PAMI lo va a reinstalar. Si lo hiciera, tendría que haber una seguridad donde las obras que hagamos se transmitieran por radio. Durante los cinco años en los que lo hicimos, nunca conseguimos un espacio para que todo ese trabajo excelente de las personas que asistieron al taller fuera debidamente difundido".

"El arte es fundamental no solo para los adultos mayores, también para los chicos marginales, en situación de cárcel, para rescatar en cualquier ser humano la posibilidad de expresarse".


El Perfil

Georgina Parpagnoli es actriz, narradora oral, directora teatral , productora y gestora cultural y docente. Inició su carrera artística en la ciudad de San Miguel de Tucumán, como integrante del Teatro Estable de la Provincia. Años más tarde se trasladó a la Capital Federal, con una beca de perfeccionamiento del Fondo Nacional de las Artes y permaneció allí muchos años, estudiando e incursionando profesionalmente en el teatro como actriz y directora, también en el cine y la televisión.

Hacia fines de los 90, se encontró con la narración oral, y desde entonces atesoró, cultivo y difundió este género que une armoniosamente la pasión por la literatura y el teatro.
Desde el año 2005 reside en la ciudad de Salta, donde continúa su actividad en todos los rubros.

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