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16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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David Bowie supo que estaba enfermo de cáncer tres meses antes de su fallecimiento

Sabado, 07 de enero de 2017 18:03
David Bowie
El icónico artista de Brixton (Londres) y residente en Nueva York murió dos días después de haber cumplido 69 años y de lanzar su vigesimoquinto álbum de estudio, "Blackstar", un proyecto plagado de simbolismos y lo que parecen ahora referencias a su propia muerte.
El documental, que emitirá hoy el canal público a las 21, prácticamente coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento de Bowie y con el que sería su 70 cumpleaños, desvela que el cantante supo que no se curaría de su enfermedad mientras grababa el vídeo musical "Lazarus".
"Supe al final de la semana de grabación que él se había enterado de que todo había terminado", indicó el director de ese video musical, Johan Renck, en declaraciones hechas para el documental "David Bowie: The Last Five Years", que indaga en los últimos años del músico.
En esa entrevista, Renck aclaró además que la temática de ese video clip, en el que se ve a un Bowie pálido, con los ojos cubiertos con vendajes, tumbado en una cama de hospital, no versa sobre la enfermedad del músico, como se ha especulado.
"Para mí tiene que ver con el aspecto bíblico, con el hombre que volvería a renacer, y no tiene nada que ver con su enfermedad", apuntó.
La cinta, dirigida por Francis Whately -que ya estuvo al frente de "David Bowie: Five Years" en 2013-, incluirá sonido inédito de la grabación de "Lazarus" y desvelará aspectos desconocidos del compositor, con entrevistas de allegados, centrándose en sus dos últimos trabajos, "The Next Day" y el citado "Blackstar".
Con más de 136 millones de discos vendidos en todo el mundo, entre su extenso y admirado legado, Bowie, afincado en Nueva York durante años, alcanzó el estrellato en 1972 con "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spider From Mars", y ha dejado para la posteridad trabajos de culto como "Heroes" (1977), "Lodger" (1979) o "Scary Monsters" (1980).

LA DESPEDIDA
Publicado el 8 de enero del año pasado, en coincidencia con su cumpleaños 69, y dos días antes de que se produjera su fallecimiento, Bowie pareció encarnar en "Blackstar" una vez más una suerte de alter-ego como para poder desde allí expresar sus visiones que, en este caso, tomaron mayor relevancia a la luz de lo acontecido en los días posteriores.
Así como en distintos momentos de su carrera el cantante fue "Major Tom", "Ziggy Stardust" o "El Duque Blanco", en este caso se puso en la piel de "Lazarus", inspirado en el personaje bíblico que volvió de la muerte, para abordar temáticas que seguramente rondaban por su mente ante el inminente y silencioso desenlace.
"Mira aquí arriba, estoy en el cielo. Tengo cicatrices que no se ven. Tengo drama, no puede ser robado. Todo el mundo me conoce ahora", reza la letra del tema "Lazarus", sobre cuyo final expresa "seré libre, libre como un mirlo".
Producido por su viejo camarada Tony Visconti, "Blackstar" es un disco en donde conviven ambientes oscuros con pasajes de indescriptible belleza, en un plano musical en donde se ponen en juego elementos del drum and bass, el jazz experimental y la música electrónica.
En este contexto, más allá del silencio montado en torno al cáncer que lo acosaba, la muerte de Bowie causó sorpresa y estupor, aunque vale decir que, a diferencia de otros casos, no necesitó del final de su vida para comprobar el impacto que su obra tuvo en la música popular.
Mientras todas las crónicas recordarán al 2016 como un año fatídico para la música por la cantidad de estrellas que murieron, y el nombre de Bowie aparecerá como el primero en una larga lista, tal vez lo más apropiado sea pensarlo como el período en que este músico prefirió darle un carácter artístico a su despedida y montar un gran acto final.

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El icónico artista de Brixton (Londres) y residente en Nueva York murió dos días después de haber cumplido 69 años y de lanzar su vigesimoquinto álbum de estudio, "Blackstar", un proyecto plagado de simbolismos y lo que parecen ahora referencias a su propia muerte.
El documental, que emitirá hoy el canal público a las 21, prácticamente coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento de Bowie y con el que sería su 70 cumpleaños, desvela que el cantante supo que no se curaría de su enfermedad mientras grababa el vídeo musical "Lazarus".
"Supe al final de la semana de grabación que él se había enterado de que todo había terminado", indicó el director de ese video musical, Johan Renck, en declaraciones hechas para el documental "David Bowie: The Last Five Years", que indaga en los últimos años del músico.
En esa entrevista, Renck aclaró además que la temática de ese video clip, en el que se ve a un Bowie pálido, con los ojos cubiertos con vendajes, tumbado en una cama de hospital, no versa sobre la enfermedad del músico, como se ha especulado.
"Para mí tiene que ver con el aspecto bíblico, con el hombre que volvería a renacer, y no tiene nada que ver con su enfermedad", apuntó.
La cinta, dirigida por Francis Whately -que ya estuvo al frente de "David Bowie: Five Years" en 2013-, incluirá sonido inédito de la grabación de "Lazarus" y desvelará aspectos desconocidos del compositor, con entrevistas de allegados, centrándose en sus dos últimos trabajos, "The Next Day" y el citado "Blackstar".
Con más de 136 millones de discos vendidos en todo el mundo, entre su extenso y admirado legado, Bowie, afincado en Nueva York durante años, alcanzó el estrellato en 1972 con "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spider From Mars", y ha dejado para la posteridad trabajos de culto como "Heroes" (1977), "Lodger" (1979) o "Scary Monsters" (1980).

LA DESPEDIDA
Publicado el 8 de enero del año pasado, en coincidencia con su cumpleaños 69, y dos días antes de que se produjera su fallecimiento, Bowie pareció encarnar en "Blackstar" una vez más una suerte de alter-ego como para poder desde allí expresar sus visiones que, en este caso, tomaron mayor relevancia a la luz de lo acontecido en los días posteriores.
Así como en distintos momentos de su carrera el cantante fue "Major Tom", "Ziggy Stardust" o "El Duque Blanco", en este caso se puso en la piel de "Lazarus", inspirado en el personaje bíblico que volvió de la muerte, para abordar temáticas que seguramente rondaban por su mente ante el inminente y silencioso desenlace.
"Mira aquí arriba, estoy en el cielo. Tengo cicatrices que no se ven. Tengo drama, no puede ser robado. Todo el mundo me conoce ahora", reza la letra del tema "Lazarus", sobre cuyo final expresa "seré libre, libre como un mirlo".
Producido por su viejo camarada Tony Visconti, "Blackstar" es un disco en donde conviven ambientes oscuros con pasajes de indescriptible belleza, en un plano musical en donde se ponen en juego elementos del drum and bass, el jazz experimental y la música electrónica.
En este contexto, más allá del silencio montado en torno al cáncer que lo acosaba, la muerte de Bowie causó sorpresa y estupor, aunque vale decir que, a diferencia de otros casos, no necesitó del final de su vida para comprobar el impacto que su obra tuvo en la música popular.
Mientras todas las crónicas recordarán al 2016 como un año fatídico para la música por la cantidad de estrellas que murieron, y el nombre de Bowie aparecerá como el primero en una larga lista, tal vez lo más apropiado sea pensarlo como el período en que este músico prefirió darle un carácter artístico a su despedida y montar un gran acto final.

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