"No tuvieron el decoro de notificarme siquiera de la elevación a juicio de la causa Yamila Vega, asesinada en un callejón lindante a la ruta 26 en el año 2014. Pero eso no es todo, lo peor lo sufro cada vez que voy a la ciudad Judicial y me encuentro con el principal acusado, sentado frente a mí, quien todas las veces me repite que es totalmente inocente", de esta manera graficó los momentos que está viviendo la mamá de la joven asesinada a golpes y cuyo cuerpo permaneció oculto en un descampado por espacio de más de diez días.
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"No tuvieron el decoro de notificarme siquiera de la elevación a juicio de la causa Yamila Vega, asesinada en un callejón lindante a la ruta 26 en el año 2014. Pero eso no es todo, lo peor lo sufro cada vez que voy a la ciudad Judicial y me encuentro con el principal acusado, sentado frente a mí, quien todas las veces me repite que es totalmente inocente", de esta manera graficó los momentos que está viviendo la mamá de la joven asesinada a golpes y cuyo cuerpo permaneció oculto en un descampado por espacio de más de diez días.
La mujer aseguró que muchas veces concurrió al Ministerio Público para pedir una investigación seria sobre el femicidio sufrido por su hija, pero la inacción oficial la avergenza. "Hay falta de recursos para investigar los crímenes de gente pobre. Van al voleo y agarran a cualquiera, y con esa persona pretenden cerrar una causa complejísima, con droga y abandono estatal. Yo en persona investigué el crimen de mi hija, cuya memoria guardo con el respeto que se merece. Yo misma ingresé a los aguantaderos de los adictos y averige cómo fueron las cosas. Los momentos previos a la muerte, los dealers que la enviaban a vender porquerías a la ruta 26, donde además la prostituían o la usaban para sus fines inconfesables".
Para la mujer, hay una enorme hipocresía en el universo jurídico, una concepción que termina por naturalizarse respecto de quiénes son los verdaderos victimarios. "No, de eso no quieren hablar. Les duele recordar el abandono de cientos o miles de jóvenes que ocultan detrás de cada sentencia de este tipo. Hablemos con verdad, investiguemos a los culpables de verdad, que caiga quien tenga que caer, eso es Justicia. Pero bueno, no sé si se ajusta a la ley vigente", expresó.
"Yo sé que mi hija era adicta, sé que estuvo al igual que yo recorriendo hogares de tránsito, cárcel y calle. No fue un ángel, no, pero era una joven hermosa a quien la droga le robó su juventud y finalmente la sepultó. No es ese ya un gran martirio para mí, que tras su muerte soporté el suicidio de su hermano. Cómo puedo tolerar que semejante crimen le sea endilgado a un chico adicto que hoy en libertad clama inocencia. Me ve y me implora piedad". El tono de voz denota un claro convencimiento que exige justicia más allá del dolor.
Un tal "Beba"
Según la madre de la víctima: "Las mujeres que rodeaban a un conocido dealer de la zona sudeste me contaron cómo fue y todos los caminos llevan a un tal "Beba'. Su apellido comienza con "B'. Ese sí fue pareja de mi hija y luego se convirtió en su patrón. Tiene varias mujeres y a todas las maneja a través de la droga".
La mujer agrega y va más allá respecto de quien sería el verdadero criminal de su hija, "su propia esposa confesó que él le dijo que había acabado con Yamila, pero después de sus amenazas se desdijo y, finalmente, a pesar de tener abogado particular ni siquiera me notificaron de la elevación a juicio de la causa, menos que el principal imputado era el chico con quien me encontraba siempre en la fiscalía".
"Hoy está en libertad y no sé con qué pruebas lo imputaron. Es decir si ya está en libertad y asegura ser inocente para qué lo llevan a juicio. Para condenarlo de la noche a la mañana, con indicios quizá. No lo voy a permitir. Prefiero un homicida en la calle a que un chico inocente que por su condición de adicto pague a perpetuidad un crimen que tiene muchos culpables". Para la declarante, indignada por lo ocurrido, la Justicia quiere condenar a un joven enfermo sin investigar y decir la verdad. "Si es así, será sancionado dos veces por el mismo Estado, que lo condenó quizá siendo niño, cuando signó su futuro de pobreza.
No tiene dudas que su niña murió por causas conexas a la venta de drogas, mientras su victimario "goza aún de esa maldita impunidad que esa "basura o porquería' tiene en esta capital. Les pido públicamente una nueva investigación seria y que escuchen a los testigos que aún pueden aportar verdad. Es mi derecho, no solo de ciudadana sino también de madre", concluyó.