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¡Llamen al bombero Herrera! Gimnasia venció a Guaraní con angustia

El albo penó 93 minutos para hacerle un gol al peor equipo de la zona y cuando el Gigante estaba en llamas, el hijo de Venancio sofocó el incendio. Quedó transitoriamente cuarto y en zona de clasificación. 
Domingo, 29 de octubre de 2017 17:49

Gimnasia y Tiro nunca antes en el torneo había sometido tanto a un rival como lo hizo ayer por la tarde al débil Guaraní Antonio Franco en el Gigante del Norte, generando todas las situaciones que no fue capaz ni siquiera de elaborar en el tibio empate ante Mandiyú de Corrientes hace diez días en ese mismo estadio. 
A la hora de ver el vaso de la mitad para arriba, lo que faltó aquella vez, en esta oportunidad hubo de sobra, con una multiplicidad de ocasiones de gol, muchas de ellas con delanteros llegando en clara posición y marrando de manera grotesca abajo del arco. Y también en el momento de observar el recipiente medio lleno, lo único -o lo poco- para rescatar es meramente el triunfo del albo ante los misioneros por 1 a 0, y casi nada más, por el valor numérico de ubicarse al menos por 24 horas (mañana, Juventud y For Ever jugarán su partido pendiente) en el cuarto lugar y en zona de clasificación. Y también por el agregado anímico y por la confianza que otorga haberse sacado en el último suspiro la más pesada de las mochilas, la de no poder hacer un gol en ¡315 minutos!
Lo cierto es que Gimnasia sufrió y padeció lo innecesario ante el que es por lejos el peor equipo de la zona y que, encima, llegó diezmado, con ocho bajas y con varios juveniles plagados de voluntad, pero también de limitaciones y amateurismo. Así y todo, la tarde negra de los delanteros Alejandro Toledo y Gonzalo Garavano (entre los dos dilapidaron un mínimo de diez ocasiones) y la alarmante falencia a la hora de definir general se pronunció a tal punto que al millonario casi le costó la derrota ante un franjeado cuya única expectativa era defender a ultranza el cero en su arco, pero que poco perdía a la hora de aventurarse a una contra, y una de ellas le resultó y casi terminó con el balón adentro del arco de Leguiza: a los 43’ del primer tiempo, Elian Kopp hizo sacudir el palo derecho y en la segunda pelota Leandro Fioravanti probó los guantes y los reflejos del “uno” albo, en la más clara de la visita. En el complemento, Gimnasia se encendió con el ingreso de Lucho Herrera, quien contagió a sus compañeros y generó al minuto la acción más clara del local: desparramó rivales por izquierda y se la dejó servida a Toledo, quien solo y con todo el arco a su disposición estrelló su remate en el palo. Toda la etapa final fue un auténtico monólogo, con un Gimnasia que creció en voluntad colectiva y en asociación, pero que fallaba en la puntada final. Hasta que apareció él, Luciano Herrera, el hijo del gran Venancio, para capturar en el área chica un rebote de Vera tras el centenario intento de Garavano, y la mandó a guardar, desahogando al Gigante y apagando el incendio como un bombero salvador.
 

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Gimnasia y Tiro nunca antes en el torneo había sometido tanto a un rival como lo hizo ayer por la tarde al débil Guaraní Antonio Franco en el Gigante del Norte, generando todas las situaciones que no fue capaz ni siquiera de elaborar en el tibio empate ante Mandiyú de Corrientes hace diez días en ese mismo estadio. 
A la hora de ver el vaso de la mitad para arriba, lo que faltó aquella vez, en esta oportunidad hubo de sobra, con una multiplicidad de ocasiones de gol, muchas de ellas con delanteros llegando en clara posición y marrando de manera grotesca abajo del arco. Y también en el momento de observar el recipiente medio lleno, lo único -o lo poco- para rescatar es meramente el triunfo del albo ante los misioneros por 1 a 0, y casi nada más, por el valor numérico de ubicarse al menos por 24 horas (mañana, Juventud y For Ever jugarán su partido pendiente) en el cuarto lugar y en zona de clasificación. Y también por el agregado anímico y por la confianza que otorga haberse sacado en el último suspiro la más pesada de las mochilas, la de no poder hacer un gol en ¡315 minutos!
Lo cierto es que Gimnasia sufrió y padeció lo innecesario ante el que es por lejos el peor equipo de la zona y que, encima, llegó diezmado, con ocho bajas y con varios juveniles plagados de voluntad, pero también de limitaciones y amateurismo. Así y todo, la tarde negra de los delanteros Alejandro Toledo y Gonzalo Garavano (entre los dos dilapidaron un mínimo de diez ocasiones) y la alarmante falencia a la hora de definir general se pronunció a tal punto que al millonario casi le costó la derrota ante un franjeado cuya única expectativa era defender a ultranza el cero en su arco, pero que poco perdía a la hora de aventurarse a una contra, y una de ellas le resultó y casi terminó con el balón adentro del arco de Leguiza: a los 43’ del primer tiempo, Elian Kopp hizo sacudir el palo derecho y en la segunda pelota Leandro Fioravanti probó los guantes y los reflejos del “uno” albo, en la más clara de la visita. En el complemento, Gimnasia se encendió con el ingreso de Lucho Herrera, quien contagió a sus compañeros y generó al minuto la acción más clara del local: desparramó rivales por izquierda y se la dejó servida a Toledo, quien solo y con todo el arco a su disposición estrelló su remate en el palo. Toda la etapa final fue un auténtico monólogo, con un Gimnasia que creció en voluntad colectiva y en asociación, pero que fallaba en la puntada final. Hasta que apareció él, Luciano Herrera, el hijo del gran Venancio, para capturar en el área chica un rebote de Vera tras el centenario intento de Garavano, y la mandó a guardar, desahogando al Gigante y apagando el incendio como un bombero salvador.
 

Las claves

  • El cambio de esquema (4-4-2) le dio mayor dinámica y generación al equipo, muy a pesar de lo erráticos que estuvieron los centroatacantes y de las limitaciones de un rival muy pobre. 
  • La aparición de Luciano Herrera, sus ganas, su participación y su gol agónica llegaron en el momento oportuno y contrastando con el mal momento de Toledo y Garavano.

La síntesis

GIMNASIA    1    GUARANÍ A.F.    0

M. Leguiza    (7)    F. Vera    (6)
N. Issa    (6)    P. Bárzola    (6)
G. Zuvinikar    (6)    J. De Olivera    (6)
A. Cazula    (6)    F. Domínguez    (5)
J. Medina    (5)    J. Eluchans    (6)
M. López    (5)    F. Cañete    (5)
R. Poclaba    (6)    L. Fioravanti    (6)
P. Motta    (6)    E. Galarza    (5)
F. Giménez    (4)    E. Kopp    (5)
G. Garavano    (4)    S. Gallelli    (5)
A. Toledo    (4)    A. Almirón    (5)

DT: V. Riggio    DT: M.A. Salinas

Gol: ST: 47’ Luciano Herrera (GyT).

Cambios: ST: Inicio; Luciano Herrera (7) por Giménez (GyT), 11’ Leandro López (5) por Galarza (GAF), 17’ Luis Rivero por Maxi López (GyT), 35’ Mariano Benítez por Bárzola (GAF), 36’ Lautaro Ceratto por Issa (GyT), 41’ Luis Méndez por Almirón (GAF).

Jornada: 9º fecha - Zona 4
Estadio: Gigante del Norte
Árbitro: Jorge Sosa (6)
 

 

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