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Una hija de Tolar Grande, a bordo del rompehielos Irízar

Carolina Guitián es cabo primero en la Armada Argentina y ya navega en el buque insignia que anclará en Ushuaia.
Miércoles, 04 de octubre de 2017 00:00

Quizás por puro amor a la patria. Quizás por sus ganas de progresar. O tal vez por cumplir los sueños de su mamá, Carolina Guitián, una joven de Tolar Grande, se alistó hace 5 años en la Armada Argentina y el martes pasado ya como cabo primero, zarpó en el rompehielos Almirante Irízar, por fin recuperado del incendio de abril de 2007, rumbo a Ushuaia, donde realizarán pruebas de hielo antes de partir hacia la Antártida.

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Quizás por puro amor a la patria. Quizás por sus ganas de progresar. O tal vez por cumplir los sueños de su mamá, Carolina Guitián, una joven de Tolar Grande, se alistó hace 5 años en la Armada Argentina y el martes pasado ya como cabo primero, zarpó en el rompehielos Almirante Irízar, por fin recuperado del incendio de abril de 2007, rumbo a Ushuaia, donde realizarán pruebas de hielo antes de partir hacia la Antártida.

El buque salió desde el Complejo Industrial y Naval Argentino (CINAR), y durante su travesía se exigirá al máximo el rendimiento de cada uno de los sistemas y se ajustarán los roles de las diferentes operaciones que realiza la unidad en navegación.

El Irízar, al mando del capitán de fragata Maximiliano Mangiaterra, cuenta con una capacidad de alojamiento total para 313 tripulantes, de los cuales 111 pertenecen a la dotación del buque y el resto es destinado al Grupo Aeronaval Embarcado, al Estado Mayor del Comando Naval Antártico, personal en tránsito y científicos.

Entre los tripulantes está la salteña Carolina Guitián, por quien su familia reza cada día y cuya trayectoria en la Armada los llena de orgullo. "Hace 5 años que Carolina trabaja en la Armada Argentina, vive en Buenos Aires. Ella decidió irse a estudiar a la Armada y desde ese momento formó parte del proyecto Irízar que estaba en reparación por un incendio. La semana pasada partieron con el buque reparado hacia Ushuaia para hacer pruebas de hielo y poder partir luego hacia la Antártida donde se quedarán meses porque van profesionales de muchos rubros a realizar estudios", contó muy implicada Rosa Villanueva, la mamá de Carolina.

Con solo 25 años, en Tolar Grande, Carolina Guitián es una especie de heroína; una mujer puneña que ha transcurrido su infancia como tantos chicos de Los Andes, trepando, pastoreando, mirando hilar la lana de las llamas y las ovejas, tomando mate cocido al lado del fuego... pero que claramente ha elegido un camino singular , digno de destacar. En sus días por el mar profundo, la tierra firme de los cerros de Tolar, harán un nudo en su corazón. "Carolina nació en el hospital de Rosario de Lerma el 10 de febrero de 1991 y de chica nunca me dijo que quería ir a la Armada; esa vocación le surgió de grande y a mí como mamá me sorprendió porque la que soñó toda la vida con ir a la Armada, era yo. Claro que le contaba a mi hija de mi sueño y algo habrá prendido en su corazón que lo está cumpliendo. Estoy muy orgullosa y feliz, me encantaría estar con ella compartiendo estos momentos", expresó Rosa.

El sábado próximo, por la mañana, se espera el arribo al puerto de Ushuaia del emblemático buque de la Armada Argentina, el rompehielos Almirante Irízar, recién recuperado tras una década de estar ausente en aguas australes como consecuencia del incendio que lo destruyó el 10 de abril de 2007. Allí permanecerá hasta el 16 de octubre realizando pruebas de hielo.

Será la primera vez que arribe a estas latitudes, luego del devastador incendio que lo destruyó en abril de 2007 y lo dejó inactivo.

Astillero del Estado

"Todo este tiempo sin navegar fue un tiempo que perdió la Argentina, sumado a los costos altísimos que significó abastecer la Antártida por otros medios", dijo el ministro de Defensa, Oscar Aguad, al despedir a la tripulación.

Expresó, además, su reconocimiento al personal de Tandanor y su satisfacción porque "este barco ha sido reconstruido y puesto en condiciones en un astillero de propiedad del Estado nacional y con trabajadores argentinos, todo un orgullo para el país".

 

“Es un orgullo y un ejemplo de que si se quiere se puede”

En los diez años transcurridos desde el incendio del rompehielos pasaron cinco ministros de Defensa: Nilda Garré, Arturo Puricelli, Agustín Rossi, Julio Martínez y Jorge Aguad. 

La reparación del Irízar tuvo un costo aproximado de US$284 millones, incluidos los US$137 millones destinados al alquiler de buques polares extranjeros en las sucesivas campañas antárticas que realizó el país. 

“Para mí y para toda la familia es difícil que se vaya Carolina y por tanto tiempo, pero el orgullo supera todo. Para toda la familia, Carolina es un ejemplo de esfuerzo y de tesón, de saber que se pueden lograr los sueños y salir adelante por más que uno haya nacido lejos de las ciudades, con menos posibilidades a la mano; ella nos ha mostrado a todos en la familia que si se quiere, se puede”, dijo Rosa Villanueva, la mamá de la cabo primero Carolina Guitián, a bordo del Irízar. 

“Nosotros la ponemos en manos de Dios y nos contactamos por WhatsApp de tanto en tanto, cuando tiene señal cerca de los puertos; esto es cuestión de paciencia y de fe”, aseguró Rosa, cuya familia está formada por su esposo y sus dos hijos: Carolina (25) y Ezequiel Guitián (16). 

Esta joven destacada de Tolar Grande y de la provincia de Salta se crió en esa localidad puneña hasta que tuvo edad para ir a la escuela. Entonces cursó la primaria en la escuela Cristóbal Colón y la secundaria, en la comercial Benjamín Zorrilla. Vivía con sus tíos y abuelos en la ciudad de Salta y varias veces al año volvía a su Tolar natal a gozar de la vida con sus padres y amigos. 

Contó su mamá, que aún con 25 años “Carolina no tiene novio” y agregó: “Me encantaría que algún día formara una familia. Por ahora la veo feliz cumpliendo su sueño de navegar por el mar y servir a la Patria, ya habrá tiempo para lo demás”.

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