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Dificultad para evacuar el contenido intestinal

Este síntoma, frecuente en el perro, tiene varias causas y tratamientos.
Martes, 28 de noviembre de 2017 20:26

Por Walter Octavio Chihán

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Por Walter Octavio Chihán

Clínicamente el estreñimiento se caracteriza por una ralentización del ritmo de evacuación intestinal con emisión dolorosa o de deposiciones secas y duras, a veces cubiertas de moco o de sangre. Sin embargo, a veces ocurre que algunos perros llamados estreñidos tienen deposiciones diarreicas después de haber expulsado un tapón de heces muy duras.
Fuera de estos síntomas digestivos característicos, se pueden observar síntomas genéricos: mal estado general, adelgazamiento, deshidratación más o menos importante.
Ante tal cuadro clínico, el facultativo no se debe contentar con prescribir un tratamiento sintomático, sino que debe descubrir la causa del estreñimiento.

Causas
En primer lugar buscará en la alimentación del animal los factores que podrían favorecer la patología, régimen hiperprotídico, ausencia de fibras vegetales, presencia de huesos en la comida.
Después, se procederá a un examen de la región anal con el objeto de comprobar que no exista ninguna lesión local, de las glándulas anales, fístula anal, tumor, ulceración. A continuación, se practicará un tacto rectal con el objeto de explorar la porción terminal del recto en busca de una lesión parietal (tumor, estenosis inflamatoria), una compresión rectal por una masa extraña en el tubo digestivo (próstata hipertrofiada) o una desviación del trayecto rectal, particularmente clara en caso de hernia perineal.
Las anomalías nerviosas también pueden causar estreñimiento. Algunas interesan la inervación de la pared cólica y son la causa de una dilatación progresiva del colon (megacolon). Otras afectan, no ya a la pared intestinal, sino a los nervios que aseguran la motricidad del colon o los centros medulares de esos nervios. En esta última hipótesis, junto con el estreñimiento, se producen trastornos locomotores de los miembros posteriores.
Además de las causas que se podrían llamar clásicas, hay otras como las enfermedades endócrinas, en particular las enfermedades de la tiroides y las paratiroides, que pueden perturbar la motricidad cólica.
Por último, no hay ningún facultativo que no se preocupe por la eventual existencia concomitante de un tratamiento con medicamentos susceptible de perturbar el funcionamiento del intestino: disminución de la motilidad, modificaciones del curso intestinal, etc.

Diagnóstico
Algunos exámenes complementarios pueden resultar necesarios para determinar la causa del estreñimiento. Así, gracias al examen radiológico del abdomen, se visualizarán no solo los síntomas característicos de la enfermedad, sino quizás también sus causas, sobretodo en el caso que exista hipertrofia protática. A veces resulta indispensable opacificar el colon con ayuda de un producto de contraste, lo que exige proceder a un lavado baricado. Hay técnicas más sofisticadas (coloscopia) que permiten observar directamente las lesiones de la pared cólica capaces de provocar estreñimiento.

Tratamiento
El diagnóstico etiológico exige un tratamiento causal, por supuesto. En todo caso, en un primer tiempo se iniciará un tratamiento sintomático con el objeto de favorecer la limpieza del colon. Así, se pueden prescribir lo más simple como son las fibras vegetales, cuya presentación más común es en forma de cápsulas, lubrificantes por vía rectal o aceite de parafina por vía bucal. En caso de estreñimiento agudo, el veterinario podrá administrar un lavado con anestesia general.
En el caso de que estos métodos no den resultado, puede resultar indispensable recurrir a la intervención quirúrgica. Se trata de una medida esencial pues las materias secadas que persisten en la luz intestinal actúan como un cuerpo extraño y pueden dar lugar a un síndrome oclusivo cuyos principales peligros son la septicemia, la deshidratación y la peritonitis.
A este tratamiento sintomático le sigue el tratamiento de la causa (médico o quirúrgico) y la aplicación de medidas médicas y la prescripción de reglas de higiene. 

Consulta al veterinario

Si el perro no sufre, bastará administrarle un laxante suave.
Si sufre, será necesario hacerle un lavado para evacuar el tapón, que probablemente obstruya el recto. En este caso consultar siempre al veterinario.
Si dura el estreñimiento, quizás se debe a un error de régimen o a la presencia de un obstáculo. Se debe consultar al veterinario.
Si el perro vomita, es muy posible que sufra oclusión intestinal. Quizás sea indispensable una intervención quirúrgica.
No darle nunca de comer al perro antes de que haya hecho sus deposiciones, esto agravaría el proceso.

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