Los docentes salteños esperan tener mejor suerte en las paritarias que comienzan el próximo jueves de la que tuvieron el año pasado. Los gremios que los representan adelantaron esta semana a El Tribuno que pedirán un 35% de incremento salarial "para recuperar el 10% del poder adquisitivo del 2016 y compensar la inflación del 25% que se espera para este año", según dijeron algunos dirigentes.
Desde el Gobierno provincial ya abrieron el paraguas e informaron que la suba de la recaudación interanual de enero fue del 20%. Además están expectantes sobre si es que la Nación, como se anunció, cortará el Fondo Compensador Docente, lo que significaría una pérdida de $360 millones.
El cálculo que realizan los gremialistas es lógico. El aumento en los sueldos de los educadores el año pasado fue del 31%, mientras que la inflación en el mismo período superó el 40%. Pedir menos del 35% de incremento sería dar por perdido ese 10% de diferencia.
Los sindicatos también solicitarán mejoras en algunos ítems de la grilla salarial y el cumplimiento de la reducción de las horas cátedra.
El último incremento salarial para los docentes fue acordado por todos los gremios, a excepción de Sitepsa, en agosto pasado. En esa oportunidad, aceptaron un aumento sin aportes remunerativos (en negro) del 6%, que se sumó al 25% otorgado en febrero. Luego, en noviembre no hubo acuerdo y el Gobierno dio un bono, por decreto, de dos cuotas de $1.500.
Los docentes salteños esperan tener mejor suerte en las paritarias que comienzan el próximo jueves de la que tuvieron el año pasado. Los gremios que los representan adelantaron esta semana a El Tribuno que pedirán un 35% de incremento salarial "para recuperar el 10% del poder adquisitivo del 2016 y compensar la inflación del 25% que se espera para este año", según dijeron algunos dirigentes.
Desde el Gobierno provincial ya abrieron el paraguas e informaron que la suba de la recaudación interanual de enero fue del 20%. Además están expectantes sobre si es que la Nación, como se anunció, cortará el Fondo Compensador Docente, lo que significaría una pérdida de $360 millones.
El cálculo que realizan los gremialistas es lógico. El aumento en los sueldos de los educadores el año pasado fue del 31%, mientras que la inflación en el mismo período superó el 40%. Pedir menos del 35% de incremento sería dar por perdido ese 10% de diferencia.
Los sindicatos también solicitarán mejoras en algunos ítems de la grilla salarial y el cumplimiento de la reducción de las horas cátedra.
El último incremento salarial para los docentes fue acordado por todos los gremios, a excepción de Sitepsa, en agosto pasado. En esa oportunidad, aceptaron un aumento sin aportes remunerativos (en negro) del 6%, que se sumó al 25% otorgado en febrero. Luego, en noviembre no hubo acuerdo y el Gobierno dio un bono, por decreto, de dos cuotas de $1.500.