Fredy Flores, el presidente de la Agrupación de Carreros, consideró que es imposible que la Municipalidad de Salta pueda cumplir en tiempo y forma con el plan anunciado para lograr la erradicación de los vehículos de tracción y la reconversión de la actividad que realizan estos trabajadores en la ciudad, a partir del 4 de agosto próximo, como lo dispuso el intendente Gustavo Sáenz. Para el dirigente la empresa no solo es imposible, sino de alto riesgo por las consecuencias que puede traer aparejada en caso de que la prohibición se haga efectiva a como dé lugar.
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Fredy Flores, el presidente de la Agrupación de Carreros, consideró que es imposible que la Municipalidad de Salta pueda cumplir en tiempo y forma con el plan anunciado para lograr la erradicación de los vehículos de tracción y la reconversión de la actividad que realizan estos trabajadores en la ciudad, a partir del 4 de agosto próximo, como lo dispuso el intendente Gustavo Sáenz. Para el dirigente la empresa no solo es imposible, sino de alto riesgo por las consecuencias que puede traer aparejada en caso de que la prohibición se haga efectiva a como dé lugar.
Desde el municipio Flores es visto como la persona que, paradójicamente, está tratando de poner palos en rueda para frustrar el proyecto de marras. El secretario de Gobierno, Luis García Salado, cuestionó la actitud del dirigente por haber faltado sin aviso a una reunión, la semana pasada, cuando se iba a dar el primer paso para que los chatarreros dejen de utilizar los carros tirados por caballos. La Municipalidad les pondría un camión con chofer, se haría cargo del combustible y del traslado del material hasta el lugar de venta. “El plan se va a cumplir, con el señor Flores a la cabeza o sin él”, sentenció García Salado. También calificó de positiva una reunión que mantuvo con 35 familias que no están de acuerdo con la postura de Flores.
El líder de los carreros argumentó que no asistió a la reunión por la represión que sufrieron el día anterior, cuando un grupo de manifestantes se dirigía a la fiscalía N§ 6 para pedir la libertad de tres mujeres detenidas por la agresión a una proteccionista el 8 del corriente, durante el desfile en homenaje al natalicio del general Gemes. “Uno de los muchachos perdió un ojo por la golpiza que le dio la policía y bajo ese estado de tensión yo no podía ir a negociar lo que propone la Municipalidad”, dijo Flores. No obstante, aclaró que está de acuerdo con la propuesta para los chatarreros y que está dispuesto a reunirse de nuevo con García Salado para poner en marcha este plan. “Hablamos de una experiencia piloto que beneficiará a unas 40 familias que se dedican a esta tarea”, señaló. En cuanto al plan de reconversión de la actividad, que involucra a unas 450 familias, Flores no cree que esto se pueda concretar hasta la fecha fijada por el intendente Sáenz. “De la única manera que lo pueden hacer es que de un día para otro surja un polo de desarrollo industrial, de otra manera es imposible”, opinó.
Callejón sin salida
Flores sospecha que el objetivo del municipio es erradicar los vehículos de tracción a sangre a como dé lugar y advirtió que si esto ocurre se generará un caos social. “Lo que estamos viendo es que nos están empujando a un callejón sin salida que no sabemos cómo puede terminar”, dijo. Y agregó: “Lo más probable es que el centro de la ciudad se llene de niños mendigos, que los jóvenes ingresen al submundo de las drogas y la delincuencia y que todos nos veamos afectados por la falta de una fuente de trabajo. Por eso a los funcionarios les decimos que antes de tomar decisiones drásticas piensen en lo que van hacer para que el remedio no sea peor que la enfermedad”.
Consultado sobre qué pasos van a seguir, el dirigente sostuvo que están abiertos al diálogo y que por ello el próximo miércoles se constituirán en el municipio para hablar con el secretario de Gobierno o el intendente. “Seguramente el proyecto para los chatarreros se va a llevar a cabo, porque los muchachos están de acuerdo”, aseguró Flores, quien indicó: “Más allá de esta experiencia piloto, lo que queremos discutir es la cuestión de fondo para saber si la reconversión de la que hablan se va a cumplir, efectivamente en los hechos”.