Ariel Ardit: "Siempre estoy aprendiendo y queriendo superarme"

Ariel Ardit apenas supera las cuatro décadas y durante casi la mitad de su vida se dedicó a cantar tango con una intención: rescatar a los referentes de los años 40.
Cada show suyo es una reactualización de la profundidad de las letras y armonías del tango, celebrada por el público que ovaciona al cantor y su orquesta en cada uno de sus conciertos.
El próximo sábado el artista actuará en el Teatro Provincial de Salta (Zuviría 70).
Antes de su presentación en la ciudad, el cantante dialogó con El Tribuno en la emblemática confitería Las Violetas, de Buenos Aires.
"Me preparo con mucha expectativa para llegar a Salta, porque nunca canté ahí. Viajé por muchos lugares del mundo y, paradójicamente, a pocos de la Argentina. Aún no fui a ninguna provincia del sur del país", revela el cantor.
Y con una felicidad inocultable, añade: "Sé que en Salta hay una comunidad tanguera muy importante, más grande de lo que yo esperaba y de lo que esperaban los mismos organizadores".
Además, explica que su estadía en la provincia no será breve: "El miércoles ya estaré allá para preparar los ensayos y, además, está la posibilidad de trabajar con músicos salteños", relata.
Desde el folclore al tango
Nuestra provincia es cuna de los más destacados músicos nativos. En este sentido, Ariel se remonta a sus propios orígenes: "Nací en Córdoba. Mi mamá era cantante de folclore, mi abuela y mi tío abuelo también cantaban folclore, mi papá canta y toca la guitarra. El único que canta tango soy yo, que me crié en Buenos Aires desde los 12 años. Me gusta el folclore y, cuando tenía 4 años lo primero que canté fue "Luna Cautiva''. Canto folclore en las reuniones familiares pero no suelo incluirlo como parte del show. Sí haremos alguna zamba en el piano, con Andrés Linetzky. Seguramente en el show vamos a incluir alguna zamba".
Ardit reflexiona sobre las fronteras entre ambos géneros: "También se da algo raro: se le puso un cerco al cantor de tango, como si no pudiera cantar folclore o como si el tango no fuese un folclore ciudadano, de Buenos Aires. Gardel empezó cantando folclore y después tango. Y como cantor de tango siguió grabando folclore. Después grabó canciones francesa, napolitana, bambuco, española, de todo, porque era un cantante popular",
Y añade: "El folclore debería estar, de alguna manera, incluido en el repertorio del cantante de tango. Yo lo llevo culturalmente porque nací en Córdoba".
El Cuchi: Manzi y Salgán
Ardit cuenta que admira a Alfredo Ábalos, Homero Manzi y Horacio Salgán. Y, por supuesto, a Mercedes Sosa.
En tanto, sobre la actualidad de este género, asegura: "Siempre trato de escuchar cosas nuevas y con el folclore me parece que está muy invadido. Veo todos los festivales: Cosquín, Jesús María. Veo músicos muy buenos, pero que reniegan de las raíces folclóricas. Veo grupos de rock tocando folclore, hacen introducciones con batería y bajo eléctrico que no tienen nada que ver con el tema, es gran pérdida de identidad. No me siento identificado con los grupos de folclore que hacen rock, que hacen un solo en una chacarera y parecen los Rolling Stones", afirma el cantante.

Ariel Ardit apenas supera las cuatro décadas y durante casi la mitad de su vida se dedicó a cantar tango con una intención: rescatar a los referentes de los años 40.
Cada show suyo es una reactualización de la profundidad de las letras y armonías del tango, celebrada por el público que ovaciona al cantor y su orquesta en cada uno de sus conciertos.
El próximo sábado el artista actuará en el Teatro Provincial de Salta (Zuviría 70).
Antes de su presentación en la ciudad, el cantante dialogó con El Tribuno en la emblemática confitería Las Violetas, de Buenos Aires.
"Me preparo con mucha expectativa para llegar a Salta, porque nunca canté ahí. Viajé por muchos lugares del mundo y, paradójicamente, a pocos de la Argentina. Aún no fui a ninguna provincia del sur del país", revela el cantor.
Y con una felicidad inocultable, añade: "Sé que en Salta hay una comunidad tanguera muy importante, más grande de lo que yo esperaba y de lo que esperaban los mismos organizadores".
Además, explica que su estadía en la provincia no será breve: "El miércoles ya estaré allá para preparar los ensayos y, además, está la posibilidad de trabajar con músicos salteños", relata.
Desde el folclore al tango
Nuestra provincia es cuna de los más destacados músicos nativos. En este sentido, Ariel se remonta a sus propios orígenes: "Nací en Córdoba. Mi mamá era cantante de folclore, mi abuela y mi tío abuelo también cantaban folclore, mi papá canta y toca la guitarra. El único que canta tango soy yo, que me crié en Buenos Aires desde los 12 años. Me gusta el folclore y, cuando tenía 4 años lo primero que canté fue "Luna Cautiva''. Canto folclore en las reuniones familiares pero no suelo incluirlo como parte del show. Sí haremos alguna zamba en el piano, con Andrés Linetzky. Seguramente en el show vamos a incluir alguna zamba".
Ardit reflexiona sobre las fronteras entre ambos géneros: "También se da algo raro: se le puso un cerco al cantor de tango, como si no pudiera cantar folclore o como si el tango no fuese un folclore ciudadano, de Buenos Aires. Gardel empezó cantando folclore y después tango. Y como cantor de tango siguió grabando folclore. Después grabó canciones francesa, napolitana, bambuco, española, de todo, porque era un cantante popular",
Y añade: "El folclore debería estar, de alguna manera, incluido en el repertorio del cantante de tango. Yo lo llevo culturalmente porque nací en Córdoba".
El Cuchi: Manzi y Salgán
Ardit cuenta que admira a Alfredo Ábalos, Homero Manzi y Horacio Salgán. Y, por supuesto, a Mercedes Sosa.
En tanto, sobre la actualidad de este género, asegura: "Siempre trato de escuchar cosas nuevas y con el folclore me parece que está muy invadido. Veo todos los festivales: Cosquín, Jesús María. Veo músicos muy buenos, pero que reniegan de las raíces folclóricas. Veo grupos de rock tocando folclore, hacen introducciones con batería y bajo eléctrico que no tienen nada que ver con el tema, es gran pérdida de identidad. No me siento identificado con los grupos de folclore que hacen rock, que hacen un solo en una chacarera y parecen los Rolling Stones", afirma el cantante.