En Olacapato, departamento Los Andes, además del viento gélido de todos los días, ayer sopló la furia de los padres que mandan a sus hijos a la escuela con régimen de verano N´ 4.600 Mayor Juan Carlos Leonetti. En general, los habitantes de estas alturas son serenos, más bien callados, se contagian de la parsimonia del paisaje que no se altera ni con el cambio de estaciones. Ahí siempre hace frío, y más frío cuando es invierno. Los chicos usan medias y gorros de lana de llama el año redondo, y sus cachetes curtidos son la regla, nunca la excepción. Todos los de ese pueblo van a la única escuela, que es el centro de sus vidas, donde socializan, comen y aprenden de 7 a 16 horas, entre agosto y mayo de cada año.
inicia sesión o regístrate.
En Olacapato, departamento Los Andes, además del viento gélido de todos los días, ayer sopló la furia de los padres que mandan a sus hijos a la escuela con régimen de verano N´ 4.600 Mayor Juan Carlos Leonetti. En general, los habitantes de estas alturas son serenos, más bien callados, se contagian de la parsimonia del paisaje que no se altera ni con el cambio de estaciones. Ahí siempre hace frío, y más frío cuando es invierno. Los chicos usan medias y gorros de lana de llama el año redondo, y sus cachetes curtidos son la regla, nunca la excepción. Todos los de ese pueblo van a la única escuela, que es el centro de sus vidas, donde socializan, comen y aprenden de 7 a 16 horas, entre agosto y mayo de cada año.
Ya casi al final de este ciclo lectivo, que durará hasta el 30 de mayo próximo, la indignación de los padres se hizo oír desde la Puna, porque si la paciencia tiene un límite, la directora de la escuela, Victoria Ramos, saltó esa línea con sus increíbles malos tratos. La mujer, que es docente ahí desde hace 10 años, ascendió a directora el año pasado y su furia contra todos arreció. Enteradas las autoridades del Ministerio de Educación del drama, decidieron ayer relevarla de su cargo y pasar el caso al área legal para su resolución. Una comisión del Ministerio viajó a Olacapato para posesionar a una directora interina hasta que se realice un nuevo nombramiento.
Esta medida es la que esperaban los padres. Por esta causa se manifestaron durante días en la puerta de la escuela, donde encendieron una fogata y pernoctaron masticando hielo a la espera de una respuesta. Ellos, que por temor pidieron la reserva de sus nombres, le contaron a El Tribuno las penurias que Victoria Ramos les hizo pasar: "Ella siempre fue mala con los chicos, pero desde que es directora está peor. Es una mujer violenta, que no tiene paciencia ni buenos modales, y los chicos le tienen miedo porque los insulta, les pega, se burla, los amenaza", dijeron.
Con los padres, los docentes y el personal de maestranza también es violenta. "Las maestras que vienen a Olacapato duran días en la escuela porque ella las corre y por eso los chicos no aprenden nada, están muy atrasados", aseguran.
A la escuela asisten 70 niños de primaria y 16 del nivel inicial. Son atendidos por cinco docentes, incluida la directora, que es maestra de 3´ y 4´. Comen en la escuela y, por cierto, los padres levantaron la voz también por la cocinera, a quien también maltrata, dijeron.
Pero lo que acabó con la paciencia de los padres fue una reunión que tuvieron con Victoria Ramos, donde les comunicó que los chicos de 7´ son "delincuentes y patoteros" porque, según dijo, les habrían mostrado pornografía a los de 4´ grado. Los padres, después de la reunión increparon sobre el asunto a sus hijos y ellos, llorando, confesaron que la directora los amenazó con decirles eso a los padres si no le hacían caso. Una madre comentó: "No sabemos cómo podrían ver pornografía si acá no tenemos revistas ni cable, y apenas algunos padres tienen celulares que no usan los chicos".
Otra madre expresó: "No los soporta, les dice "te voy a revolear el borrador por la cabeza'. A las chicas las mechonea y a un chico le pegó con una lata de picadillo. Le tenemos miedo, por eso no queremos que nos nombre. Ella siempre vuelve y trata peor a los chicos y se nos burla y nos empuja".
Hace mucho que los padres no paran de quejarse. "Vino hace poco la supervisora Patricia de Pasqualli y acordamos que ella cambiaría de actitud, pero apenas se fue a Salta la supervisora se empezó a reír en nuestra cara y a tratar peor a to dos", contaron.