Fernanda Ibáñez (36), sargento de la Policía de la Provincia, fue picada por un alacrán a la altura de la pantorrilla, mientras participaba durante el fin de semana de un operativo de seguridad en el corredor de la Balcarce.
Ibañez recibió el pinchazo al apoyarse en una de las rejas periféricas de la Escuela Normal, en Alsina y Balcarce. Al sentir un intenso dolor, similar al de un alfiler o la picadura de una avispa, la mujer alumbró inmediatamente con su linterna y pudo hallar al atacante, un pequeño pero peligroso alacrán.
Inmediatamente dio aviso a un servicio de emergencias y fue trasladada de madrugada en ambulancia al hospital San Roque, de Tres Cerritos, donde le aplicaron los sueros correspondientes y quedó internada en estado de observación.
Hay que tener en cuenta que el calor y la humedad propician la aparición de alacranes. Los expertos señalan, que donde hay un alacrán siempre suele haber más. En este sentido, el caso de la policía salteña ocurrió en un establecimiento escolar, en la zona de los jardines de infantes por lo que generó gran preocupación.
Los especialistas explicaron, que la persona siente un gran dolor en la zona del pinchazo. Sin embargo, aclararon, que la gravedad va a depender si el veneno se distribuye o no por el cuerpo. De producirse la primera situación, se compromete el sistema nervioso y el aparato cardiovascular, generando arritmias cardíacas, lo que puede producir paros. Cuando es solo local, el cuadro no compromete la vida, pero todo depende donde se produzca la picadura, es decir si se trata de lugares muy sensibles como cuello, rostro, etc, o en extremidades lo que revestiría menos gravedad.
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Fernanda Ibáñez (36), sargento de la Policía de la Provincia, fue picada por un alacrán a la altura de la pantorrilla, mientras participaba durante el fin de semana de un operativo de seguridad en el corredor de la Balcarce.
Ibañez recibió el pinchazo al apoyarse en una de las rejas periféricas de la Escuela Normal, en Alsina y Balcarce. Al sentir un intenso dolor, similar al de un alfiler o la picadura de una avispa, la mujer alumbró inmediatamente con su linterna y pudo hallar al atacante, un pequeño pero peligroso alacrán.
Inmediatamente dio aviso a un servicio de emergencias y fue trasladada de madrugada en ambulancia al hospital San Roque, de Tres Cerritos, donde le aplicaron los sueros correspondientes y quedó internada en estado de observación.
Hay que tener en cuenta que el calor y la humedad propician la aparición de alacranes. Los expertos señalan, que donde hay un alacrán siempre suele haber más. En este sentido, el caso de la policía salteña ocurrió en un establecimiento escolar, en la zona de los jardines de infantes por lo que generó gran preocupación.
Los especialistas explicaron, que la persona siente un gran dolor en la zona del pinchazo. Sin embargo, aclararon, que la gravedad va a depender si el veneno se distribuye o no por el cuerpo. De producirse la primera situación, se compromete el sistema nervioso y el aparato cardiovascular, generando arritmias cardíacas, lo que puede producir paros. Cuando es solo local, el cuadro no compromete la vida, pero todo depende donde se produzca la picadura, es decir si se trata de lugares muy sensibles como cuello, rostro, etc, o en extremidades lo que revestiría menos gravedad.