¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
28 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Marcelo Senra presentará su colección otoño-invierno en Casa DIR

El diseñador salteño mostrará cómo exalta los textiles etnográficos y los traslada a la sastrería prêt-à-porte. 
Viernes, 19 de mayo de 2017 23:08

Marcelo Senra nació en el interior de Salta. A los 15 años su familia migró a Buenos Aires. Se recibió de arquitecto en la Universidad de Morón. Obtuvo diversos premios nacionales e internacionales como el Revelación Diseñador Joven (1993) y el Marvo en el rubro Moda Argentina (1997). En 1999 fue designado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para representar al país en el prestigioso Carrousell del Louvre en París. En 2000 recibió el premio Tijera de Plata como mejor diseñador con identidad. Desde 1991 a 1993 fue docente de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y actualmente es presidente de la Cámara Argentina de la Moda. 
Hoy, a las 19, en el marco de Casa DIR, la feria de arquitectura, moda y diseño que se está realizando en el Centro Cultural América (Mitre 23), el diseñador presentará su colección de otoño-invierno para esta temporada. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Marcelo Senra nació en el interior de Salta. A los 15 años su familia migró a Buenos Aires. Se recibió de arquitecto en la Universidad de Morón. Obtuvo diversos premios nacionales e internacionales como el Revelación Diseñador Joven (1993) y el Marvo en el rubro Moda Argentina (1997). En 1999 fue designado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para representar al país en el prestigioso Carrousell del Louvre en París. En 2000 recibió el premio Tijera de Plata como mejor diseñador con identidad. Desde 1991 a 1993 fue docente de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y actualmente es presidente de la Cámara Argentina de la Moda. 
Hoy, a las 19, en el marco de Casa DIR, la feria de arquitectura, moda y diseño que se está realizando en el Centro Cultural América (Mitre 23), el diseñador presentará su colección de otoño-invierno para esta temporada. 

¿Qué nos puede anticipar del desfile que veremos hoy y cuál fue su inspiración para realizarla?
Son quince pasadas en las que vamos a ver toda una línea prêt-à-couture en la que van a predominar los colores negro, crudo, borravino, malbec, algo de verde, algo de gris, vamos a ver también accesorios. Mi inspiración nació de un viaje que hice hace poco y en el que fui a recorrer todo el sudeste asiático. Fui a buscar materias primas naturales de allá, cosas de Bangkok, Cambodia, Singapur, Laos y Vietnam. Esta influencia me hizo mostrar un poco el Oriente y el Occidente y las nuevas miradas y lo que tomé como elemento también oriental fue el tipo de corte, los plegados que es la forma del origami, más arquitectónica. A la vista las prendas son más minimalistas, pero ricas en texturas y combinaciones y hay cosas más jugadas.

Su característica es el signo multicultural al utilizar materiales como gasas, satenes y capullos de seda natural combinándolos con telas realizadas en telar, lanas, cueros, rafia, alpaca, plata y chaguar. ¿Cómo ilustra al que asiste al desfile para que entienda el concepto?
En todo desfile destaca la identidad de las prendas si se quiere también cómo es la moda para la persona que la diseña, cómo la siente y cómo la vive, y es un poco educar, por supuesto. Yo en mis desfiles trato de mostrar siempre, por lo general al final, el desarrollo de todo lo creado: cómo fui armando los diseños, el color y las texturas. 

¿Cómo se imagina a la mujer que viste su marca?
Soy “arquitecto” de mujeres porque construyo para ellas. Siempre busco la funcionalidad. Soy un tipo estético al que le gusta insinuar y no mostrar el cuerpo femenino. La mujer que yo visto en mi imaginario, y la real también, no una “fashion victim”, sino que tiene estilo y le gusta identificarse con las cosas que siente. A la ropa la acompaña tanto en su personalidad como en su forma de vida, pero no es una mujer que esté detrás de la tendencia y de lo último, va más con el estilo que con la moda. 

¿Cómo explicaría eso?
La moda es una cosa de tendencias que salen en cada temporada, tanto verano, otoño, invierno o primavera. Generalmente, las tendencias vienen de afuera, porque los países del Norte son los que las marcan por el cambio climático y por el uso horario, que siempre están adelantados. El estilo es cuando vos sabés descubrir tu cuerpo y aprendés qué cosas te quedan bien y qué cosas no, y de acuerdo con eso te vas vistiendo. Y a ese estilo le vas añadiendo cosas en cada temporada. El estilo es una constante.

¿Por qué se decidió por la arquitectura, si le apasionaba la moda?
Lo que pasa es que en la época cuando yo empecé no se hablaba de moda, sino que la gente decía corte y confección, no se hablaba de un diseñador. Entonces cuando empezó la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil en la UBA, en 1991 más o menos, yo empecé siendo docente allí. Me acababa de recibir de arquitecto y la mayoría de los docentes eran también arquitectos, además en ese momento empecé a hacer pequeños desfiles underground, fuera del circuito de la moda y así seguí y en 1993 la revista Para Ti me elige revelación de la moda por mi estilo y por lo que propongo. Y a partir de ahí empecé a trabajar.

Fue pionero en varios aspectos, no solo por los materiales que incluía...
Cuando todos miraban hacia fuera, yo miré hacia adentro, busqué mis raíces y empecé a hacer una moda con identidad y al mismo tiempo sustentable, ética, y ahora están de moda ese tipo de cosas, la moda social. 

¿En aquella época se daba cuenta de que tenía una visión de avanzada o solo iba siguiendo un instinto creativo?
Sí, por la repercusión que tenía. Yo tenía mis principios, que tenía que trabajar con telas naturales: algodón, seda, lino y no mezclas e incorporaba materia prima nacional e incluía artesanías que en ese momento estaban como relegadas, mal vistas y yo las empecé a jerarquizar ubicándolas entre las buenas prendas. En 2000 empezó a tener fuerza lo étnico. En 1999 presenté una colección de ponchos en Francia y la gente “murió” porque no los conocía. Uno dice París y es la cuna de la moda del mundo y todo bárbaro, pero para ellos las cosas que yo tenía eran diferentes y de calidad.

La incorporación de elementos artesanales conlleva en cierta medida el riesgo de lo desprolijo. Sin embargo, en tu ropa se ofrece un visual espléndido...
Si yo no pulía ese tipo de cosas no podía competir. Me parece muy importante que lo artesanal tenga una buena impronta de terminación, eso es lo que da la calidad para que pueda competir con cualquier otra prenda y eso fue lo que rescato: despegarlo de lo que es una feria artesanal para llevarlo a la alta costura y de allí hacia la pasarela. Si hice alguna innovación creo que fue esa. 

¿Qué destacás del estilo de la mujer salteña?
De la mujer salteña destaco su sentido de la practicidad, aunque la mujer salteña siempre se vistió para la mujer, es decir, para mostrarle a la otra lo que tiene puesto y siempre ha necesitado la aprobación de la otra. Entonces duda de ponerse algo más novedoso, de vanguardia, porque no sabe si va a ser aprobada visualmente. Luego la moda siempre tiene que ver con la personalidad de cada una. Sí he visto que la mujer salteña, más allá del gusto o del refinamiento, siempre lleva cuidado su pelo, se pone accesorios, se maquilla, y esto tiene que ver con la coquetería. Yo creo que en Salta la mujer se tiene que ver femenina y elegante, y esto se ve también en la mujer de escasos recursos. 
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD