La situación en San Luis se torna complicada. Mientras los vecinos elevaron una nota al procurador de la Municipalidad de Salta, Agustín Pérez Alsina, denunciando las fiestas privadas que hay en la zona, desde Control Comercial de la comuna señalaron que están realizando estrictos controles en ese sector de la ciudad.
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La situación en San Luis se torna complicada. Mientras los vecinos elevaron una nota al procurador de la Municipalidad de Salta, Agustín Pérez Alsina, denunciando las fiestas privadas que hay en la zona, desde Control Comercial de la comuna señalaron que están realizando estrictos controles en ese sector de la ciudad.
La nota en cuestión es el corolario de lo que ya se anticipaba el año pasado, cuando vecinos de San Luis, delegación municipal de la comuna capitalina, advertían la proliferación de fiestas privadas que al principio aparecían como alquileres temporarios de casas de campo para las fiestas de fin de año y que luego se fueron extendiendo a toda la temporada veraniega. Posteriormente estos alquileres temporarios derivaron hacia la organización de fiestas privadas que, según las denuncias, son multitudinarias. En las actas también se cuenta que en ellas se cobraría entrada con venta de bebidas alcohólicas, y que estas prácticas se realizan frecuentemente en al menos 20 inmuebles.
"En el medio aparecen situaciones de descontrol que se trasladan a las calles de la localidad, como consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas", señalaron los vecinos, quienes sospechan que policías de la subcomisaría de San Luis dejan la "zona liberada" para tales actividades.
Según contaron los vecinos, las denuncias y las notas se elevaron al área de Control de la Municipalidad de Salta en octubre del año pasado y provocaron desmentidas y acusaciones por parte del delgado municipal de San Luis, Eduardo Isasmendi. No obstante, los vecinos advirtieron que es el propio Isasmendi quien otorga los permisos para tales fines, sin tener facultad para hacerlo.
"Hace 4 meses detectamos sobre la ruta 51, a dos cuadras de la policía, un lugar donde hacían fiestas. Al llegar allí nos dimos con la sorpresa de que tenían un permiso firmado por el delegado de San Luis (Eduardo Isasmendi). Además de clausurar la fiesta inicié un expediente (contra Isasmendi) ante una situacion irregular, y lo giré Coordinación de Intendencia", señaló el subsecretario de Control Comercial, Nicolás Avellaneda.
Las sospechas
Los vecinos también contaron que en este caso ya tomó intervención la Fiscalía Penal, al tiempo que esperan una respuesta de la nota presentada al procurador, donde piden controles desde la Municipalidad y la Provincia.
Avellaneda contó que desde su área le facilitaron todas las actuaciones al Ministerio de Seguridad de la Provincia, para que gire el caso al fiscal de turno. "Como se trataba de casos de reincidentes en las infracciones, no era suficiente la multa del municipio, por lo que pedí a Seguridad que lo judicialice", señaló.
El funcionario señaló: "Yo me reuní hace dos meses con el ministro de seguridad, Carlos Oliver, y vecinos de San Luis. Allí acordamos realizar operativos con inspectores y efectivos que no eran de esa jurisdicción".
Avellaneda también informó que "hace dos semanas clausuramos una de las principales casas de eventos en San Luis. También dijo que cerraron un salón que no tenía ningún tipo de habilitación. Es un inmueble que está ubicado en el cruce de la ruta 51 y la circunvalación oeste".
El enojo de los vecinos
“Debemos hacer notar que hay vecinos que se instalan los fines de semana (al costado de la ruta 51) para rebuscarse el peso, vendiendo empanadas, pollos, bollos y que para hacerlo se los obliga a pagar un importe de habilitación; mientras que quienes organizan estas fiestas no abonan nada, cobrando por el alquiler de las viviendas altas sumas de dinero”, señalaron los vecinos en la nota enviada al procurador municipal, buscando respuestas por las fiestas que se realizan en este barrio.