General Mosconi, dada su situación social, no puede seguir esperando que arriben las soluciones prometidas, pero tendrá que seguir esperando para obtener alguna respuesta a los 20 puntos que un mes atrás referentes sociales y desocupados de la localidad elevaron al Gobierno de la Provincia.
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General Mosconi, dada su situación social, no puede seguir esperando que arriben las soluciones prometidas, pero tendrá que seguir esperando para obtener alguna respuesta a los 20 puntos que un mes atrás referentes sociales y desocupados de la localidad elevaron al Gobierno de la Provincia.
En esa oportunidad, cabe recordar, los vecinos advirtieron a los funcionarios provinciales sobre la fragilidad del entramado social por la falta de trabajo, tanto como del avance en el consumo y la venta de drogas y sobre otros flagelos que golpean a esta comunidad de San Martín.
Encabezados por su párroco, Elio Cruz, los referentes sociales y representantes de diferentes sectores elaboraron, en una sucesión de reuniones, un petitorio de 20 puntos en los que sintetizaron algunas de las posibles soluciones de fondo para esta localidad, castigada por elevados índices de desocupación.
El petitorio fue entregado al ministro Carlos Parodi quien, acompañado por otros funcionarios, llegó a Mosconi el 7 de julio pasado. Y fue el propio Parodi quien estimó que "en tres semanas comenzarán a llegar las respuestas a algunos de los 20 puntos".
Pero la semana anterior, según lo confirmó el párroco Cruz, Parodi se comunicó con él para informarle que "las respuestas quedarán para el 14 de agosto, o sea el día después de las PASO", según precisó el sacerdote.
Por su parte, Mario Rearte, representante de los extrabajadores de YPF, quien participó de la elaboración del petitorio de 20 puntos, explicó que "hasta ahora no hay nada".
"Extraoficialmente sabemos que quieren venir después del domingo de las elecciones. Uno de los puntos que considerábamos como importantes era la incorporación de un representante del departamento San Martín al Consejo Económico y Social, pero que yo sepa no se nombró a nadie. Tampoco hay respuestas sobre todos los otros temas, sobre los que Mosconi tendrá que seguir esperando", expresó bastante desesperanzado.
"La gente tiene hambre"
Facundo Saraví tiene 30 años, es militante desde sus tiempos de estudiante universitario, nunca participó de las reuniones que se hacían en Mosconi para abordar la crítica situación que vive la localidad y toda la zona, pero hace algunos meses se puso sobre los hombros la enorme responsabilidad de solventar tres merenderos en diferentes barrios de la localidad.
Esos sectores son permanentemente asediados por las necesidades, pero también por la venta y el consumo de drogas. "Nunca me invitaron a esos encuentros, pero si es para hacer diagnósticos no hacen falta muchas reuniones. La gente en Mosconi tiene hambre y en las comunidades aborígenes los niños se mueren de hambre, como esa nena de tres años que fue noticia días atrás", sintetizó este técnico en Recursos Humanos mosconense.
Saraví recordó que "un día fui a un barrio que está a un par de cuadras de la plaza, porque en Mosconi no hay que ir muy lejos para ver la pobreza en toda su expresión. Una familia de dos adultos, cuatro nenes y un bebé de 6 días vivían en una casa con paredes de plástico".
"Como tengo amigos que saben que siempre les voy a pedir colaboración para que me ayuden a dar una mano, por las redes sociales pedí ropa, calzado, mantas, ropa de bebé, y la gente del norte es tan solidaria que me respondió de forma positiva y al instante", recordó.
"Pero ni esa ayuda que ya repartí, ni los tres merenderos que abrí para que vayan los niños y las mamás o los papás, que también se quedan a tomar una taza de mazamorra, porque en todo el día no comieron nada, son la solución", espetó. Saraví consideró además que "hay que ayudar en la parte social, porque la gente necesita comer ahora. Pero al mismo tiempo también resulta necesario poner un centro de artes y de oficios, como quiere esa docente de Buenos Aires, porque la gente tampoco sabe trabajar", explicó convencido.
Y agregó que "han sido muchos años de abandono en todo sentido. En Mosconi la empresa Desde el Sur anunció la ampliación de su planta de procesamiento, que generará mano de obra genuina, pero los operarios tienen que tener alguna capacitación. Comenzar a resolver los problemas aquí no requiere de tanta ciencia. Por eso no se entiende cómo a nadie se le ocurrió instalar un centro de capacitación para hombres y mujeres", reflexionó el joven dirigente.
La droga se multiplica
En Mosconi nadie desconoce quién es Felisa Soraire, una mujer que lucha desde hace años contra la venta de droga en su pueblo. Ante la acuciante necesidad que se vive en la localidad, también puso en su caso un merendero al que asisten niños de diferentes barrios.
“Los papás no tienen trabajo y los chicos tienen que comer. La gente me colabora mucho y todas las veces que puede. El intendente Isidro Ruarte también me da una mano”, explicó Felisa Soraire, la conocida dirigente barrial norteña.
60% de desocupación
“En Mosconi la desocupación supera el 60 por ciento de la población en condiciones de trabajar, por eso lo que queda es la solidaridad del que puede ayudar. La droga ha ganado cada rincón de General Mosconi y todo tiene que ver con esta realidad que viven cientos de familias que pasan hambre y todo tipo de necesidades. Es así de simple”, reflexionó.