La filial salteña del Pami comenzó a escribir una nueva hoja en su historia. Es que ayer asumió como titular de la entidad Nicolás Sivila, quien reemplazará a Gladys Moisés. El contador llegará a una institución muy necesaria y que en el último tiempo tuvo muchos inconvenientes.
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La filial salteña del Pami comenzó a escribir una nueva hoja en su historia. Es que ayer asumió como titular de la entidad Nicolás Sivila, quien reemplazará a Gladys Moisés. El contador llegará a una institución muy necesaria y que en el último tiempo tuvo muchos inconvenientes.
En la conferencia de prensa que brindó ayer en el edificio de Zuviría 20, el flamante funcionario dijo que estuvo en contacto con las autoridades del Pami en Buenos Aires, a quienes les solicitó ayuda "para resolver de la mejor manera posible la situación en Salta".
El constante reclamo de los médicos de cabecera por los pagos a destiempo, la falta de servicio de algunas clínicas y los pocos fisioterapeutas y kinesiólogos que tiene la obra social, son algunos de los temas prioritarios con los que se encontrará el nuevo titular del Pami.
Sivila ya anticipó que el principal objetivo que tendrá es mantener un diálogo con los médicos de cabecera para tratar de garantizar la atención a los jubilados.
En la provincia hay alrededor de 129 mil afiliados al Pami, repartidos equitativamente entre Capital e interior. Se trata de un padrón móvil. También hay que tener en cuenta que son un total de 215 los médicos de cabecera.
Una de las medidas a las que apelará con ese propósito, dijo Sivila, es dialogar con los prestadores para firmar nuevos convenios y también armar el equipo que se va a encargar de las prestaciones a los abuelos. "Queremos brindarles mayores beneficios, agilidad y sobre todo una respuesta rápida y acorde a lo que ellos esperan", dijo.
Médicos de cabecera
La Asociación de Médicos de Cabecera de la provincia había presentado a las autoridades locales del Pami un reclamo por los retrasos en los pagos de las prestaciones y de la cápita de junio. El plazo máximo del contrato estipula 2 meses. También denunciaron que habían arreglado que el pago se haga antes del 20 de cada mes, y eso no sucede.
Otro problema a resolver es que algunas clínicas no están prestando servicio a la obra social, y los afiliados se sienten a la deriva. A esto hay que sumarle el enojo de muchos abuelos que se quedaron sin remedios gratis, ya que la obra social cambió la modalidad de entrega, desde principios de año, por un mandato nacional.
Con respecto a los reclamos que realizan los abuelos por la mala atención, Sivila señaló estar al tanto de la problemática y que "hay muchas cosas por resolver. Los afiliados necesitan tener una buena atención", dijo.
A pesar de la polémica que se generó por la salida de la doctora Moisés, en su primer contacto con la prensa, Sivila destacó el desempeño de su antecesora en el Pami, al sostener que ella tuvo como "foco principal de su gestión acercarse a los afiliados, atenderlos y bajar a escucharlos para tratar de brindarles una solución más eficaz".
Además afirmó que es buena la atención que la obra social les brinda a los afiliados, pero que va a llevar tiempo que las personas noten el trabajo.
El temor de los afiliados
Teresa Galli tiene 78 años. Es una jubilada que aportó 45 años y ahora tiene miedo porque, según contó, la clínica a la que estaba asignada, por el momento, ya no está trabajando con el PAMI. “Me dijeron que por falta de pago ya no está esa clínica”, contó Galli a este medio. La mujer hacía referencia a un sanatorio ubicado en calle Adolfo Güemes. También afirmó que al consultar el problema en el PAMI no le dieron respuesta.
Galli dijo que presentará un amparo en la Justicia para tener cobertura de una clínica.