Las intensas lluvias en la zona del Nevado de Chañi están provocando repentinos y peligrosos deslizamientos de agua, barro y piedras.
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Las intensas lluvias en la zona del Nevado de Chañi están provocando repentinos y peligrosos deslizamientos de agua, barro y piedras.
Este viernes al menos dos familias se quedaron sin nada, en la zona conocida como paraje Chacra Huaico, en cercanías de El Rosal, distante a unos 90 kilómetros de Campo Quijano, y a 3 mil metros sobre el nivel del mar.
No hubo más información que esa de zona tan alejada.
Los caseríos de los pastores de la zona están aislados e incomunicados.
Las constantes lluvias en la zona alta de los cerros, que oscilan entre los tres y los seis mil metros originaron estrepitosos descenso de barro, agua y piedras hacia los pequeños valles sembrados y con corrales para los animales.
En Chacra Huaico
Los constantes deslaves ocasionaron serios daños a las viviendas de las familias de Yolanda Cruz y Ceferina Quipildor. El Paraje Chacra Huaico sufrió un alud el viernes durante el día. En las proximidades, un pequeño arroyo de montaña se transformó en un río desenfrenado de barro, agua y piedras.
Y el suelo arenoso facilita la erosión. En cuestión de minutos las familias vieron cómo el agua se llevaba sus pocas pertenencias. Las paredes de adobe se vinieron abajo, al no poder soportar semejante presión de material sedimentario.
La lluvia llegó con viento. Luego de su paso, los aludes comenzaron su derrotero por los huaicos (depresiones en el terreno bajo) hasta alcanzar la parte baja de estas desoladas tierras.
Elocuente muestra del desamparoSin comité de emergencias
Lamentablemente, por la falta de un comité de emergencia para crisis de esta naturaleza, solo existe información de los lugareños, que el viernes en la tarde se pudieron contactar, vía WhatsApp, con los funcionarios de Quijano y la Policía.
El material fotográfico llegado al celular del senador provincial Sergio Ramos, y a la comisaría de Quijano, son los únicos testimonios del desastre natural producido en ese y otros parajes de la zona comprendida entre El Rosal, Pascha y Chañi.
Precisamente, este lunes se recordará el fallecimiento de dos pastores que fueron arrastrados por un alud el año pasado en la zona cercana a Abra de La Cruz, a varias horas de aquellos aislados ahora, pero en la misma jurisdicción de Chacra Huaico.
Información llegada a El Tribuno da cuenta de que desde el municipio de Campo Quijano y el Ministerio de Asuntos Indígenas se envió una camioneta y voluntarios llevando víveres y otro tipo de ayuda a los damnificados.
Aunque todavía no hay precisiones de daños y afectados en esa zona.
Una viaje de rally
Deberán llegar por ruta nacional 51 hasta Puerta de Tastíl y de allí por el camino que dirige a San Bernardo de las Zorras, luego desviarse por la ruta provincial secundaria N§ 127 para llegar a El Rosal.
De ahí el camino está cortado en varios sectores por los deslaves. El pronóstico no es nada alentador. En las altas cumbres sigue lloviendo y con fuertes ráfagas de viento y caídas de rayos.
Coincidentemente con estos nuevos aludes de la zona de El Rosal, Chañi y Pascha, mañana se recuerda un año de la tragedia del Paraje Abra La Cruz, en donde perecieron Hipólito Quipildor de 57 años y su prima Bernardina Vilte, de 56 años.
El alud bajó por un filo de montaña con una fuerza descomunal que arrastró kilómetros abajo los pocos árboles que existen en la zona, piedras de gran tamaño y terminó por sepultar con barro la vivienda de doña Berta, como era conocida Vilte.
Fue un domingo, recién los cuerpos de los desafortunados lugareños fueron hallados tres días después, en una habitación de la vivienda.
Los lugareños testimomiaron que desde que se dio aviso de la emergencia tardaron días los equipos de emergencia de Defensa Civíl y la Policía de la Provincia en llegar a la zona de la tragedia.
"La inacción e incompetencia de las autoridades sigue un año después"
"Hubo inacción de parte de las autoridades competentes. Nunca sabremos si ellos estaban aún con vida. El alud no los arrastró. Mi hermana y mi primo se quedaron en la vivienda, tal vez fueron sorprendidos por el agua y el barro. Si a alguien le pasa algo en esos parajes, nos enteramos tarde y la ayuda casi nunca llega a tiempo", dijo estos días Silvia Vilte, hermana de la pastora fallecida el 15 de enero de 2017 en los cerros.
Cabe recordar que en aquella ocasión el alud de Abra La Cruz se multiplicó en varios aluviones que terminaron en la parte baja de la quebrada y dejó un saldo extremadamente negativo: ganado muerto, casas destruidas, plantaciones estropeadas, caminos y rutas con asfalto deteriorados.
Para llegar a esta zona, algunos se animan a caminar entre 7 a 9 horas, desde el Paraje Maury, allí donde está la conocida Silla del Inca.
Hoy es difícil acceder por esos caminos. Las tormentas han destruido los senderos. La única manera de hacerlo en esta época es llegar en camioneta por la ruta secundaria provincial N§ 127 hacia El Rosal, de ahí, a paso de hombre llegar a Pascha, tras varias horas de camino y luego seguir caminando por esta geografía inconmensurable, hasta llegar a parajes como Abra de La Cruz.
Silvia le contó al equipo de El Tribuno que su prima vivía en Buenos Aires: "Un día se cansó de tanta gente histérica y decidió volver e instalarse allá, en Abra de La Cruz. Esa zona es un paraíso y, como ella era tan atenta, numerosos caminantes y turistas que llegaban en largas caminatas desde la Silla del Inca se quedaban a dormir en la casa de mi hermana".
El 15 de enero fue el último día para Bernarbina Vilte, que recibió a su primo, quien como por una premonición, se quedó con ella hasta el final.
Los equipos de rescate llegaron exhaustos al paraje a retirar los cuerpos. Berta e Hipólito fueron hallados por otros parientes.
Otro mal recuerdo
Luego se solicitó el helicóptero de la Provincia y fue negado. Solo el ruido mediático logró que la aeronave llegara a Pascha y, de esa zona, recién se pudo trasladar los cuerpos. Todo fue dolor y bronca.
A un año de aquella tragedia, este lunes se realizará una misa en Ingeniero Maury para recordar a las víctimas.