Una brutal pelea entre dos grupos de jóvenes a la salida de un boliche de Tucumán terminó con un herido de bala, una estación de servicio destrozada y tres menores detenidos. Las imágenes de la batalla campal fueron registradas por las cámaras de seguridad de la estación. En ellas puede verse a los protagonistas a las piñas y a los sillazos.
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Una brutal pelea entre dos grupos de jóvenes a la salida de un boliche de Tucumán terminó con un herido de bala, una estación de servicio destrozada y tres menores detenidos. Las imágenes de la batalla campal fueron registradas por las cámaras de seguridad de la estación. En ellas puede verse a los protagonistas a las piñas y a los sillazos.
El hecho ocurrió en la madrugada del último domingo, en la localidad de San Isidro de Lules, ubicada en las afueras de la capital provincial. Según el diario La Gaceta, la pelea empezó en la puerta de un local bailable ubicado en la esquina de las calles Nazca y Avellaneda y siguió por una diez cuadras hasta la estación de servicio, lindera con la rotonda de la ruta provincial 301.
Al llegar al lugar alertados por los empleados del lugar, la Policía se encontró con una escena descontrolada: unos quince jóvenes, en su mayoría menores de edad, de dos bandas rivales, se estaban tomando a golpes de puño y arrojándose con partes del mobiliario. Al mismo tiempo, unas 30 personas arrojaban piedras desde afuera.
La Policía dispersó a los protagonistas de la pelea con balas de goma y logró detener a tres jóvenes. Todos tienen 17 años y fueron trasladados a la comisaría de Lules. Además, dentro del bar de la estación fueron capturados otros dos hombres, quienes al parecer habrían disparado armas de fuego. Estos hombres, que en ese momento estaban vestidos de civil, se identificaron posteriormente como efectivos policiales.
Según trascendió, uno de ellos trabaja para la comisaría 7ª y el otro para la Guardia Urbana de San Miguel de Tucumán. Este último llevaba una pistola calibre nueve milímetros. El arma fue secuestrada por las autoridades cuando el agente estaba siendo trasladado al hospital local por una herida cortante en la frente.
Desde el hospital local informaron que durante la mañana de ayer habían ingresado dos vecinos de Lules con múltiples golpes en todo el cuerpo. Poco después ingresó un chico de 16 años con una herida de bala en la espalda que está fuera de peligro.
Las calles de Lules se tornan hostiles durante los fines de semana. Vecinos y comerciantes sostienen que los hechos de violencia, producto de la ingesta de alcohol, son moneda corriente en esas madrugadas. Particularmente, en la rotonda de acceso a la ciudad, que se convirtió en un punto de encuentro de los jóvenes a la salida de los boliches.
“De la nada comienzan a llegar grupos de chicos. Aparecen autos de todos lados. Es impresionante, ponen la música a todo volumen y se quedan horas allí. Muchas veces hay peleas”, contó Oscar Jiménez, quien reside en la zona.
Su vecino Oscar Alvarez coincide. “Hay veces que son tantos los vehículos que llegan, que no queda lugar para que entren a la estación de servicio. Para mí, lo más grave es que muchos chicos, a veces, andan armados”, describió.
La rotonda está ubicada en la intersección de las rutas provinciales 321 y 301, al frente de la estación de servicio “Los Arcos”, donde se concentraron los desmanes durante la madrugada del domingo.
Precisamente, algunos de los familiares de los adolescentes que participaron de esa “batalla campal” no ocultaron su preocupación y aseguraron que los fines de semana, en Lules, hay mucho descontrol.
“Los chicos no pueden salir tranquilos. Los padres tienen que ir a buscarlos, porque hay muchas peleas. Lo que te puedo asegurar es que a la inseguridad no la generan los chicos de este barrio”, explicó César Galván, padre de uno de los menores que resultó herido.
Galván está seguro que los chicos que participaron del enfrentamiento son perseguidos por la Policía porque residen en el barrio Mercedes. “No los defendieron porque son de un barrio humilde. Por eso, los policías que llegaron los reprimieron, en lugar de detener a los policías de civil que les dispararon. No hay que olvidar que casi matan a un chico”, señaló.