El Programa de Convergencia Fiscal entre la Nación y las provincias es la nueva forma de los pactos celebrados en los años 90, con el propósito -según la lupa ideológica que se utilice para mirarlo- de no gastar más de lo que ingresa o de hacer un "ajuste".
inicia sesión o regístrate.
El Programa de Convergencia Fiscal entre la Nación y las provincias es la nueva forma de los pactos celebrados en los años 90, con el propósito -según la lupa ideológica que se utilice para mirarlo- de no gastar más de lo que ingresa o de hacer un "ajuste".
El Gobierno salteño defiende este nuevo entendimiento como "una serie de medidas destinadas a lograr el equilibrio fiscal en la Provincia".
Hoy la Provincia se encuentra en situación límite y espera un año de enorme austeridad. La severidad de las medidas adoptadas se observa en los cuadros adjuntos, elaborados y difundidos por el Gobierno: a la promocionada reducción de ministerios, secretarías y subsecretarías se añade el congelamiento de los sueldos de autoridades superiores, la renegociación de contratos y el ahorro en refrigerios, comisiones, publicidad y combustible.
Es poco y no va a equilibrar las cuentas de inmediato. Pero está a tono con los anuncios presidenciales de ayer. Para las autoridades nacionales, estas decisiones "gradualmente tienen que llevarnos al año 2020 con equilibrio y al 2022 con impuestos eliminados a todas las actividades productivas, a las industrias y a las actividades primarias".
Al rojo vivo
Es que las cuentas nacionales y provinciales no cierran, y no van a cerrar de golpe.
El ministro de Economía, Emiliano Estrada, señaló en estos días que en esa dirección fueron promulgados el decreto 1603, de Modernización y Asignación Eficiente de Recursos Públicos, que establece la reducción de ministerios y el congelamiento de salarios de los funcionarios, y el Plan de Regularización Fiscal 2018, con la renegociación de contratos y alquileres de inmuebles y la reducción de viáticos.
La Convergencia Fiscal es un plan de mutua conveniencia. Para muchos dirigentes tradicionales (peronistas y radicales) es un "ajuste neoliberal".
Un funcionario salteño lo reseñó en pocas palabras: "Se acabó la fiesta; no se puede seguir financiando como emisión y ajustando con inflación, porque las cuentas no cierran; lo que estamos haciendo es la mejor salida adelante"