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Cargill no acató la conciliación obligatoria y el gremio de aceiteros continúa el paro

El sindicato de Aceiteros de Rosario denunció que Cargill incumplió la conciliación obligatoria dictada hoy por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe ante el despido de 44 operarios de la planta que la empresa tiene en la localidad santafesina de General Alvear.
Miércoles, 31 de enero de 2018 17:36

El sindicato de Aceiteros de Rosario denunció que Cargill incumplió la conciliación obligatoria dictada hoy por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe suscitada ante el despido de 44 operarios de la planta que la empresa tiene en la localidad de Alvear.
Este mediodía, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe había dictado la conciliación obligatoria entre los empleados y directivos de Cargill durante 15 días hábiles en la que obligaba a la empresa a retrotraer los despidos, mientras que el gremio debía cesar con las medidas de fuerza.

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El sindicato de Aceiteros de Rosario denunció que Cargill incumplió la conciliación obligatoria dictada hoy por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe suscitada ante el despido de 44 operarios de la planta que la empresa tiene en la localidad de Alvear.
Este mediodía, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe había dictado la conciliación obligatoria entre los empleados y directivos de Cargill durante 15 días hábiles en la que obligaba a la empresa a retrotraer los despidos, mientras que el gremio debía cesar con las medidas de fuerza.

Pese a la conciliación, por la tarde los 44 trabajadores despedidos vieron impedido su ingreso a la planta de Cargill en Alvear "en una absoluta falta de respeto de la empresa multinacional a la instancia ministerial y colocándose en manifiesta ilegalidad", señalaron desde el gremio de Aceiteros de Rosario.

La conciliación obligatoria establece que mientras esté vigente, las empresas deben abstenerse de producir despidos, y la representación sindical queda impedida de realizar medidas de fuerza.
Además, el gremio remarcó que las instalaciones de la empresa se encuentran custodiada por efectivos de la Prefectura Naval Argentina, "sumando una nueva acción de hostilidad y ensañamiento contra los trabajadores que cumplen sus tareas cotidianamente en la planta".

Estado de alerta de los trabajadores
Ante ese contexto, el gremio anunció: "Continuamos en estado de alerta permanente, denunciamos el accionar ilegal e ilegítimo de la patronal de Cargill y exigimos la inmediata reincorporación de todos los compañeros despedidos".
El Ministerio de Trabajo de la Nación citó a los involucrados a una audiencia para mañana en la Ciudad de Buenos Aires, pese a que ya ha intervenido la provincia de Santa Fe.
En un comunicado emitido ayer, Cargill aclaró que "se encuentra comprometido en un proceso de transformación de las operaciones de las plantas de molienda de soja y puertos en Argentina", y que dicho proceso "involucra el reemplazo de determinados perfiles con el objetivo de adaptarlos a las nuevas necesidades del negocio, en un entorno cada vez más exigente y desafiante".
"El proceso que se inició con un plan de retiro acordado a principios de mes, en nuestras plantas de Santa Fe y Bahía Blanca continúa ahora con la desvinculación de un grupo limitado de empleados, los cuales fueron notificados, de sectores operativos de dichas plantas. Las posiciones serán reemplazadas con nuevo personal contratado como empleados de Cargill en cada una de las zonas y en las mismas condiciones de contratación actuales", señala.

De las promesas de inversión a los despidos

El 24 de enero pasado, en el Foro de Davos, el presidente Mauricio Macri se reunió con el CEO de Cargill, David MacLennan. Durante el encuentro, trataron temas de inversiones en el país, donde la empresa tiene varios proyectos bajo análisis, según informaron fuentes oficiales luego del encuentro. La compañía multinacional de origen estadounidense es una de las principales productoras de alimentos y proveedora de servicios agrícolas, financieros e industriales para todo el mundo. En Argentina, Cargill tiene terminales de embarque y de procesamiento de granos en los puertos del Gran Rosario. Solo una semana después, la firma anunció el despido de 44 trabajadores.

Presión y amenazas a los trabajadores

Desde el Sindicato de Aceiteros denunciaron que la empresa viene presionando a los trabajadores desde hace unos diez días para que adhieran a los retiros voluntarios.  Es decir que paralelamente al anuncio de las inversiones, Cargill analizaba la reducción de personal. 

“La gente no estaba aceptando, entonces indirectamente empezaron a amenazarlos diciéndoles que si no aceptaban iban a ser desvinculadas”, declaró el delegado aceitero de la planta de Alvear, Sergio Díaz. Ayer se le impidió el ingreso a la planta a 40 personas.

"Estamos hablando de una empresa que el año pasado fue la que más exportó granos y aceite a nivel nacional. Es una planta que cada vez exporta más, con un diferencial de ganancia enorme. Por consiguiente, no es una cuestión de dinero, es para doblegar la unidad gremial”, opinó el delegado.

La situación en Bahía Blanca siguió el ejemplo rosarino. Como un empleado “no aceptó la indemnización del retiro voluntario, lo echaron”, dijo Diego Márquez, prosecretario general del sindicato. “Hasta que no lo reincorporen no vamos a seguir trabajando y la medida de fuerza es por tiempo indefinido”, agregó. Al cese de actividades se sumó, además, el bloqueo del puerto para impedir la carga y descarga.

El delegado Lisandro Marcía -también de la planta de Bahía Blanca- aseguró que en la empresa hay menos personal del que se necesita. Sin embargo contó que ante el reclamo un directivo de la empresa les dijo: “Paren tranquilos que no lo vamos a reincorporar”.

Desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina difundieron un comunicado donde exigieron “la inmediata reincorporación de todos los despedidos” al tiempo que repudiaron “el accionar arbitrario de la patronal, que no puede argumentar ninguna explicación sobre presuntas dificultades económicas para justificar estos despidos”.

El gremio enfatizó que Cargill es la “empresa líder en el complejo oleaginoso con una facturación de 47.580 millones de pesos sólo en el 2017″.

Por otra parte informaron que los despidos “se notificaron en puerta de fábrica, luego de haber sido trasladados los compañeros en los propios colectivos de la empresa hasta el lugar”. Esto da cuenta del “ensañamiento” en una situación “que ya es violenta para el trabajador”.

“Es la misma metodología que aplica el Gobierno nacional contra los cientos de estatales que descubren al llegar a su sector de trabajo que han pasado a ser parte de la nueva oleada de despidos masivos”, remarcaron. Y analizaron que el objetivo es “disciplinar al conjunto de las trabajadoras y los trabajadores para que se resignen a no luchar por sus legítimos derechos”.

Fuentes: agencia Télam y Anred.

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