Un hombre de 83 años que viajaba junto a su nieta de 13 a bordo de un Chevrolet Corsa procedente de Animaná, volvó a la altura del Río Ancho. Según las primeras pericias realizadas por la Policía de Salta y a los que el hombre pudo balbucear mientras era asistido por los médicos del Samec, al parecer una de sus ruedas tocó la banquina, el hombre pegó el volantazo, y el automóvil cruzó hacia el carril contrario. Ahí dio varios tumbos hasta que finalmente quedó con los cuatro neumáticos hacia arriba, según le dijeron a El Tribuno. “Fue un milagro que acá no ocurriera una tragedia porque el auto se pasó de carril, y gracias a Dios no venía nadie por el otro carril. Ambos, abuelo y nieta sufrieron politraumatismos varios y fueron llevados al Hospital San Bernardo y al Materno Infantil”, expresó a este matutino uno de los policías que se encontraba en el lugar del accidente vial.
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Un hombre de 83 años que viajaba junto a su nieta de 13 a bordo de un Chevrolet Corsa procedente de Animaná, volvó a la altura del Río Ancho. Según las primeras pericias realizadas por la Policía de Salta y a los que el hombre pudo balbucear mientras era asistido por los médicos del Samec, al parecer una de sus ruedas tocó la banquina, el hombre pegó el volantazo, y el automóvil cruzó hacia el carril contrario. Ahí dio varios tumbos hasta que finalmente quedó con los cuatro neumáticos hacia arriba, según le dijeron a El Tribuno. “Fue un milagro que acá no ocurriera una tragedia porque el auto se pasó de carril, y gracias a Dios no venía nadie por el otro carril. Ambos, abuelo y nieta sufrieron politraumatismos varios y fueron llevados al Hospital San Bernardo y al Materno Infantil”, expresó a este matutino uno de los policías que se encontraba en el lugar del accidente vial.