El escenario para el primer encuentro de cónyuges de los líderes del G20 fue en Villa Ocampo, la magnífica casa de verano de la mítica escritora y allí las primeras damas más influyentes mostraron sus looks desde la escalinata de acceso.
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El escenario para el primer encuentro de cónyuges de los líderes del G20 fue en Villa Ocampo, la magnífica casa de verano de la mítica escritora y allí las primeras damas más influyentes mostraron sus looks desde la escalinata de acceso.
Según la mirada de María Belén Bordón, especialista en ceremonial, imagen y protocolo, el outfit elegido por Juliana Awada sorprendió con un vestido de color natural y de tendencia, como la falda irregular y el corte en la cintura y las sandalias de color peltre fue el único detalle que fue provocador, saliéndose del protocolo al no usar zapatos cerrados. Un look muy bien logrado y con la frescura que la caracteriza optó por usar el pelo suelto.
Melania Trump llamó la atención con un vestido con print floral y de colores muy armónico y apropiado para la formalidad del evento.
Peng Liyuan, la mujer del mandatario chino, optó por un vestido con onda oriental.
Todas las invitadas estuvieron correctas, utilizando colores claros, vestidos con estampa florales, algunos más rígidos y solemnes o propios de la cultura de su país como por ejemplo utilizando el hijab de Emine Erdogan, de Turquía.
En el Colón
El dress code: para las mujeres vestido de cocktail y para los hombres la etiqueta era oscuro. No en vano se dice que en imagen y política nada queda librado al azar.
Los mandatarios saben de los tiempos de crisis que se viven y la mejor forma de demostrar austeridad es a partir de su vestimenta, alejándose de las ostentaciones, excesos y lujos.
El mejore look fue para Juliana Awada. Eligió un vestido del diseñador Javier Saiach, de encaje bordado en hilos de seda, con mangas tres cuartos y de color blanco, que ya es su sello personal. En su papel de anfitriona es un gran acierto, porque se destaca por su elegancia, frescura y naturalidad. Redoblo la apuesta utilizando sandalias y obviando nuevamente el zapato cerrado. Optó por un peinado recogido y un maquillaje natural y con ausencia total de joyas.
La reina Máxima de Holanda deslumbro con su simpatía y elegancia. Prefirió un vestido dorado con estampa floral, lo acompaño con el pelo suelto con ondas al agua.
Melania Trump, quien siempre da qué hablar por sus looks, estuvo muy correcta, con un vestido largo midi, marcó su silueta con un cinturón dorado y zapatos en el mismo tono. La única observación es su falta de simpatía y naturalidad en el rostro.
Peng Liyuan, la cónyuge del mandatario chino, lució un diseño muy net de organza en un azul Klein, muy elegante.
Bárbara Diez, quien es una reconocida organizadora de bodas y mujer de Horacio Rodríguez Larreta, eligió un vestido con un saco haciendo juego, en rosa Dior, muy sobrio y elegante.
La canciller alemana Angela Merkel, a pesar de los problemas con su avión que provocaron el retraso de su llegada, fue directamente desde Ezeiza al Colón, vestida muy simple, con un traje, y demostró que su función es más importante que la apariencia.