Las fiscales penales María Soledad Filtrin y Mónica Viazzi fueron categóricas en los alegatos de ayer en el juicio que se le sigue a María Florencia Bridoux Tello, la mujer acusada de haber provocada la muerte de dos hermanas en un siniestro vial ocurrido hace 10 años en la ruta nacional 50, cerca de la ciudad de Orán. El juicio concluirá hoy luego de los alegatos del abogado defensor de la acusada, Darío Palmier.
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Las fiscales penales María Soledad Filtrin y Mónica Viazzi fueron categóricas en los alegatos de ayer en el juicio que se le sigue a María Florencia Bridoux Tello, la mujer acusada de haber provocada la muerte de dos hermanas en un siniestro vial ocurrido hace 10 años en la ruta nacional 50, cerca de la ciudad de Orán. El juicio concluirá hoy luego de los alegatos del abogado defensor de la acusada, Darío Palmier.
En medio de una tensa jornada, ayer el Tribunal de Juicio, integrado por los jueces Raúl Fernando López, Edgardo Laurenci y María Laura Toledo Zamora, escuchó a las representantes del Ministerio Público, quienes sustentaron la acusación en base a las pruebas reunidas a lo largo del proceso que se inició la semana pasada. En ese marco dieron por probado que la mujer, entonces de 19 años, condujo en estado ebriedad el auto con el que protagonizó la tragedia que causó la muerte de las hermanas Vanesa y Gisela Barba, de 14 y 21 años, respectivamente.
Destacaron que la acusada circulaba a más de 130 kilómetros por hora y atribuyeron a su borrachera el hecho de haber chocado de atrás al auto en el que estaban las víctimas con sus padres. "El vehículo en el que estaban las víctimas había detenido la marcha por un control de Gendarmería y la imputada no advirtió esta situación como consecuencia del alcohol que había consumido", dijeron las funcionarias. Tras el impresionante impacto ambos automóviles estallaron en llamas y las hermanas Barba murieron calcinadas.
Las fiscales cuestionaron la actitud de Bridoux Tello, quien tras advertir el terrible suceso, escapó del lugar con la persona que la acompañaba, un menor de 17 años. "Varios testigos señalaron que entre ambos se culpaban acerca de quién conducía el auto", señalaron. Luego de escapar de la escena la mujer se internó en el hospital San Vicente de Paul, aparentemente por sugerencia de su padre, quien es médico y en ese momento se desempeñaba como funcionario de Salud Pública.
"La chica no presentaba ninguna lesión, pero lo que hicieron fue simular un acto médico para lavar sus culpas y como prueba de ello ni siquiera pasó por la guardia, sino que la condujeron directamente al quirófano", apuntaron Viazzi y Filtrin. También subrayaron que Bridoux se negó a que le extrajeran sangre para el control de alcoholemia. ¿Por qué no lo hizo?, se preguntaron. A juicio de las acusadoras públicas, adoptó esta decisión "porque era evidente que estaba en estado de ebriedad".
Las fiscales, además, se refirieron a la conducta esquiva de la mujer para ser sometida a juicio. "Cuando se fijó la audiencia de debate en 2016, la familia presentó certificados diciendo que estaba incapacitada de declarar por problemas psiquiátricos, pero jamás presentaron pruebas de que padecía esta enfermedad", remarcaron. A esto se sumó el hecho de que la acusada se mantuvo prófuga por tres años hasta que recién días pasados se presentó a la Justicia por sus propios medios. Las fiscales concluyeron su alegato solicitando para Bridoux la pena de 11 años de prisión efectiva por los delitos de homicidio simple por dolo eventual. La audiencia de hoy comenzará a las 9.