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20 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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“A una mujer le cuesta llegar más a puestos de toma de decisiones”

Marianela Ibarra, presidenta de Copaipa, dialogó con El Tribuno.
Lunes, 24 de diciembre de 2018 00:59

La ingeniera en Construcciones Marianela Ibarra Afranllié es la flamante presidenta del Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesionales Afines (Copaipa), elegida de manera unánime por ocho consejeros titulares. Es la primera mujer en liderar esta institución, que, desde su creación, en 1962, tuvo a 57 presidentes varones. Ibarra es especialista en Identificación, Formulación y Evaluación de Proyectos de Inversión (UNSa). Desde hace 20 años es docente en la cátedra Economía y Administración de Obras I y II en esta casa de estudios y, desde hace 10, secretaria de la Escuela de Ingeniería Civil. Durante los últimos cuatro años presidió la Fundación Copaipa, promoviendo actividades de capacitación, sociales y culturales. Ella habita un “mundo” masculino desde los 18 años de edad, cuando empezó a estudiar en la Universidad Nacional de Salta (UNSa). A los 24 años, fue la única mujer entre 50 graduados. En una conversación con El Tribuno, observó que este índice mejoró -aunque no lo suficiente- ya que estimó que, en el último año de ingeniería civil, las mujeres representan menos del 20 por ciento. Su principal objetivo durante su gestión el año próximo será presentar un proyecto, en conjunto con otras instituciones, para pedir al Estado que delegue la función de control de obras, que -consideró- es fundamental para garantizar la seguridad de las personas.
¿Cómo siente la responsabilidad de presidir el Copaipa?
Creo que es un gran desafío en lo personal y una gran oportunidad. Por primera vez, una mujer. Es fuerte. Me dieron una oportunidad, me eligieron, quieren que yo lo haga y que conduzca este consejo. Es mucha responsabilidad. Así como estoy contenta y orgullosa por lo que me toca, es algo desafiante. Soy una mujer exigente conmigo misma. Ahora tengo que estar a la altura de la circunstancia.
¿Cree que va a representar un mayor desafío por ser mujer?
Los desafíos no creo que tengan que ver con un género. Creo que tienen que ver con una capacidad y con una dedicación. Una viene al consejo totalmente “ad honorem”. Esto una lo hace por vocación de servicio, por pasión, por el honor, pero no creo que tenga que ver con una cuestión de género, sino de dedicación personal.
¿Cuántas mujeres hay en el Copaipa?
Justo pedí esos datos. Quiero saber cuántas matriculadas hay, pero no creo que lleguemos ni al 20 por ciento de los cerca de 4 mil matriculados que tenemos. Si lo traslado a la docencia -yo estoy en quinto año de Ingeniería Civil-, tengo ese promedio: no llegan al 20 por ciento las mujeres y eso, en alguna medida, se traslada a la matriculación.
No hay una carrera de hombres y una de mujeres. Es lo que le gusta a una, su vocación, independientemente del género. Aquellas que tengan dudas, que se animen, porque la verdad es que es apasionante la carrera, es muy linda.
Más allá de que yo hice asesoramientos de obra y me dediqué a la docencia, hay distintas vetas y ramas. Una puede desarrollarse en distintos aspectos. 
¿Por qué cree que no llegan al 20 por ciento las mujeres en ingeniería?
Sin lugar a dudas, la ingeniería, como cualquier carrera técnica, es una carrera pesada. Es dedicación y esfuerzo. Tenemos un promedio de egresados muy bajo porque es una carrera difícil. Por ahí pienso que hay muchas mujeres que piensan que es una carrera de hombres. Quizás se preguntan qué va a hacer una mujer en una industria o en una minera... Se pueden hacer muchas cosas pero es como romper ciertas barreras. 
Se habla del techo de cristal para las mujeres: quizás se reciben de ingenieras, pero les cuesta llegar a cargos de toma de decisiones. ¿Puede ser?
Sí, sin lugar a dudas y también creo que a los ingenieros les cuesta llegar... ¿Cómo es posible que hayamos tenido secretarios de Obras Públicas médicos, abogados, contadores, sin desprestigiar a ninguna carrera? Creo que, en general, a los ingenieros nos cuesta llegar porque somos muy enfrascados o porque nos dedicamos a otras cosas... A una mujer ingeniera (le cuesta) más. Es verdad. Creo que es cuestión de ir ganando espacios y de decir: “Yo quiero, yo puedo, me puedo dedicar”. Para mí, en la vida es esfuerzo y dedicación en todos los ámbitos.
¿Qué proyectos tienen para el año próximo?
A nosotros nos preocupa mucho desde la ingeniería todo lo que es la seguridad pública, entendiéndola desde el resguardo a la vida humana. Nosotros queremos poner en agenda pública este tema. Por ahora tenemos solo lo que es revisión de planos, normas eléctricas, sismorresistentes y de higiene y seguridad. Estamos trabajando en un proyecto que encaramos a través de los colegios -el Copaipa, el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Maestros Mayores de Obras y Técnicos Relacionados con la Construcción y nuestra Caja de Jubilados- para que nos deleguen la responsabilidad del control de las obras. 
Creemos que tenemos toda la gente idónea para hacerlo y la capacidad para encararlo. Hoy es responsabilidad de los municipios y nosotros solo revisamos el cumplimiento de las normas. Nosotros no constatamos que lo que se presenta en planos, se ejecute en obras. 
El control de planos es lo que nos delegó el Gobierno, además de ser asesores naturales. La función del control de la obra la tenían los municipios, no nosotros. Para las cuatro instituciones sería muy desafiante que nos delegaran el control.
¿Por qué le parece importante que les deleguen el control?
Porque los municipios no dan abasto. En general, creo que no todos tienen personal técnico habilitado para hacer esto o están colapsados. Creemos que sería importante, porque una obra mal hecha o no acorde al plano es una obra que fracasa, que termina mal, que se cae, que se hunde y es importante ese control. 
Hubo bastantes problemas con eso los últimos años, ¿no?
Sí, hubo bastantes problemas y también es importante destacar que a veces tenemos obras de forma ilegal que no pasaron con planos, que no fueron aprobados o que no fueron hechas por profesionales y esas son las consecuencias.
¿Cómo ve la planificación urbana en Salta?
Hay que pensar que la ciudad de Salta tiene más de 400 años y que se fue yapando. Este último tiempo yo siento que la ciudad está siendo mucho más armónica y ordenada en lo que es nuevo. Están haciendo barrios bien acomodados, con autopista, con buenos accesos. O sea, hoy tenemos un desarrollo que evidentemente tiene que ver con un plan estratégico que tiene la Municipalidad, que está cumpliendo, y para el que nosotros opinamos en algún momento. 
La tendencia es decir: “Ordenemos”. Una ciudad que no está ordenada es caótica para todos. El microcentro es caótico. Yo siento que en las partes nuevas, que se están desarrollando, se está haciendo mucho más ordenado. Las normas existen; el asunto es que se las cumpla. Hay un plan estratégico en Salta capital. Quizás otros municipios lo tienen o no, pero creo que es importante desarrollarlo.
¿Qué ve en cuanto a espacios verdes y a pulmones de manzana?
Son temas importantes. Sigue habiendo escasez de espacios verdes y hoy la gente los demanda más, con el auge del entrenamiento y de la corrida. Está bueno que así sea pero eso va acompañado por este cumplimiento de las normas. El plan estratégico existe. Quizás cambian las tendencias, las modas, pero el eje de una ciudad ordenada tiene que existir.
¿Qué otros planes tienen?
Este año hemos desarrollado la presentación de los planos digitales. Es un avance muy importante para nosotros. Hemos adaptado todo el sistema, hemos cambiado el equipo informático y el año que viene queremos ir por la firma digital. Hemos tenido algunos problemas con adulteraciones de habilitaciones, cosas medio raras. Queremos avanzar con nuestro edificio, si la situación económica nos lo permite. Queremos seguir desarrollando todo lo que sea en beneficio de nuestros matriculados.
Venimos trabajando hace cinco años para poner al Copaipa en agenda pública y que ocupe el lugar que tiene que ocupar desde la importancia de la seguridad pública, que para nosotros es lo más importante. 
¿Qué problemas ven de seguridad pública?
El control. Nosotros hemos pedido varias veces que nos dieran prioridad en cuanto a la seguridad pública. Tenemos muy buen trato con el Gobierno y con los municipios. Lo que pasa es que todo esto es plata, no para el control, sino para después: cómo adecuar, cómo solucionar, como reparar... Creo que nos tenemos que atrever. No podemos pasar por otra tragedia en este país, que se incendió un boliche, que se cayó un tren... ¿y si era un puente de autos?
Esas son las cosas que nos preocupan. Cuando un ingeniero es representante técnico de una obra, la responsabilidad es personal. Nosotros tenemos responsabilidades personales con las obras. 
 

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La ingeniera en Construcciones Marianela Ibarra Afranllié es la flamante presidenta del Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesionales Afines (Copaipa), elegida de manera unánime por ocho consejeros titulares. Es la primera mujer en liderar esta institución, que, desde su creación, en 1962, tuvo a 57 presidentes varones. Ibarra es especialista en Identificación, Formulación y Evaluación de Proyectos de Inversión (UNSa). Desde hace 20 años es docente en la cátedra Economía y Administración de Obras I y II en esta casa de estudios y, desde hace 10, secretaria de la Escuela de Ingeniería Civil. Durante los últimos cuatro años presidió la Fundación Copaipa, promoviendo actividades de capacitación, sociales y culturales. Ella habita un “mundo” masculino desde los 18 años de edad, cuando empezó a estudiar en la Universidad Nacional de Salta (UNSa). A los 24 años, fue la única mujer entre 50 graduados. En una conversación con El Tribuno, observó que este índice mejoró -aunque no lo suficiente- ya que estimó que, en el último año de ingeniería civil, las mujeres representan menos del 20 por ciento. Su principal objetivo durante su gestión el año próximo será presentar un proyecto, en conjunto con otras instituciones, para pedir al Estado que delegue la función de control de obras, que -consideró- es fundamental para garantizar la seguridad de las personas.
¿Cómo siente la responsabilidad de presidir el Copaipa?
Creo que es un gran desafío en lo personal y una gran oportunidad. Por primera vez, una mujer. Es fuerte. Me dieron una oportunidad, me eligieron, quieren que yo lo haga y que conduzca este consejo. Es mucha responsabilidad. Así como estoy contenta y orgullosa por lo que me toca, es algo desafiante. Soy una mujer exigente conmigo misma. Ahora tengo que estar a la altura de la circunstancia.
¿Cree que va a representar un mayor desafío por ser mujer?
Los desafíos no creo que tengan que ver con un género. Creo que tienen que ver con una capacidad y con una dedicación. Una viene al consejo totalmente “ad honorem”. Esto una lo hace por vocación de servicio, por pasión, por el honor, pero no creo que tenga que ver con una cuestión de género, sino de dedicación personal.
¿Cuántas mujeres hay en el Copaipa?
Justo pedí esos datos. Quiero saber cuántas matriculadas hay, pero no creo que lleguemos ni al 20 por ciento de los cerca de 4 mil matriculados que tenemos. Si lo traslado a la docencia -yo estoy en quinto año de Ingeniería Civil-, tengo ese promedio: no llegan al 20 por ciento las mujeres y eso, en alguna medida, se traslada a la matriculación.
No hay una carrera de hombres y una de mujeres. Es lo que le gusta a una, su vocación, independientemente del género. Aquellas que tengan dudas, que se animen, porque la verdad es que es apasionante la carrera, es muy linda.
Más allá de que yo hice asesoramientos de obra y me dediqué a la docencia, hay distintas vetas y ramas. Una puede desarrollarse en distintos aspectos. 
¿Por qué cree que no llegan al 20 por ciento las mujeres en ingeniería?
Sin lugar a dudas, la ingeniería, como cualquier carrera técnica, es una carrera pesada. Es dedicación y esfuerzo. Tenemos un promedio de egresados muy bajo porque es una carrera difícil. Por ahí pienso que hay muchas mujeres que piensan que es una carrera de hombres. Quizás se preguntan qué va a hacer una mujer en una industria o en una minera... Se pueden hacer muchas cosas pero es como romper ciertas barreras. 
Se habla del techo de cristal para las mujeres: quizás se reciben de ingenieras, pero les cuesta llegar a cargos de toma de decisiones. ¿Puede ser?
Sí, sin lugar a dudas y también creo que a los ingenieros les cuesta llegar... ¿Cómo es posible que hayamos tenido secretarios de Obras Públicas médicos, abogados, contadores, sin desprestigiar a ninguna carrera? Creo que, en general, a los ingenieros nos cuesta llegar porque somos muy enfrascados o porque nos dedicamos a otras cosas... A una mujer ingeniera (le cuesta) más. Es verdad. Creo que es cuestión de ir ganando espacios y de decir: “Yo quiero, yo puedo, me puedo dedicar”. Para mí, en la vida es esfuerzo y dedicación en todos los ámbitos.
¿Qué proyectos tienen para el año próximo?
A nosotros nos preocupa mucho desde la ingeniería todo lo que es la seguridad pública, entendiéndola desde el resguardo a la vida humana. Nosotros queremos poner en agenda pública este tema. Por ahora tenemos solo lo que es revisión de planos, normas eléctricas, sismorresistentes y de higiene y seguridad. Estamos trabajando en un proyecto que encaramos a través de los colegios -el Copaipa, el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Maestros Mayores de Obras y Técnicos Relacionados con la Construcción y nuestra Caja de Jubilados- para que nos deleguen la responsabilidad del control de las obras. 
Creemos que tenemos toda la gente idónea para hacerlo y la capacidad para encararlo. Hoy es responsabilidad de los municipios y nosotros solo revisamos el cumplimiento de las normas. Nosotros no constatamos que lo que se presenta en planos, se ejecute en obras. 
El control de planos es lo que nos delegó el Gobierno, además de ser asesores naturales. La función del control de la obra la tenían los municipios, no nosotros. Para las cuatro instituciones sería muy desafiante que nos delegaran el control.
¿Por qué le parece importante que les deleguen el control?
Porque los municipios no dan abasto. En general, creo que no todos tienen personal técnico habilitado para hacer esto o están colapsados. Creemos que sería importante, porque una obra mal hecha o no acorde al plano es una obra que fracasa, que termina mal, que se cae, que se hunde y es importante ese control. 
Hubo bastantes problemas con eso los últimos años, ¿no?
Sí, hubo bastantes problemas y también es importante destacar que a veces tenemos obras de forma ilegal que no pasaron con planos, que no fueron aprobados o que no fueron hechas por profesionales y esas son las consecuencias.
¿Cómo ve la planificación urbana en Salta?
Hay que pensar que la ciudad de Salta tiene más de 400 años y que se fue yapando. Este último tiempo yo siento que la ciudad está siendo mucho más armónica y ordenada en lo que es nuevo. Están haciendo barrios bien acomodados, con autopista, con buenos accesos. O sea, hoy tenemos un desarrollo que evidentemente tiene que ver con un plan estratégico que tiene la Municipalidad, que está cumpliendo, y para el que nosotros opinamos en algún momento. 
La tendencia es decir: “Ordenemos”. Una ciudad que no está ordenada es caótica para todos. El microcentro es caótico. Yo siento que en las partes nuevas, que se están desarrollando, se está haciendo mucho más ordenado. Las normas existen; el asunto es que se las cumpla. Hay un plan estratégico en Salta capital. Quizás otros municipios lo tienen o no, pero creo que es importante desarrollarlo.
¿Qué ve en cuanto a espacios verdes y a pulmones de manzana?
Son temas importantes. Sigue habiendo escasez de espacios verdes y hoy la gente los demanda más, con el auge del entrenamiento y de la corrida. Está bueno que así sea pero eso va acompañado por este cumplimiento de las normas. El plan estratégico existe. Quizás cambian las tendencias, las modas, pero el eje de una ciudad ordenada tiene que existir.
¿Qué otros planes tienen?
Este año hemos desarrollado la presentación de los planos digitales. Es un avance muy importante para nosotros. Hemos adaptado todo el sistema, hemos cambiado el equipo informático y el año que viene queremos ir por la firma digital. Hemos tenido algunos problemas con adulteraciones de habilitaciones, cosas medio raras. Queremos avanzar con nuestro edificio, si la situación económica nos lo permite. Queremos seguir desarrollando todo lo que sea en beneficio de nuestros matriculados.
Venimos trabajando hace cinco años para poner al Copaipa en agenda pública y que ocupe el lugar que tiene que ocupar desde la importancia de la seguridad pública, que para nosotros es lo más importante. 
¿Qué problemas ven de seguridad pública?
El control. Nosotros hemos pedido varias veces que nos dieran prioridad en cuanto a la seguridad pública. Tenemos muy buen trato con el Gobierno y con los municipios. Lo que pasa es que todo esto es plata, no para el control, sino para después: cómo adecuar, cómo solucionar, como reparar... Creo que nos tenemos que atrever. No podemos pasar por otra tragedia en este país, que se incendió un boliche, que se cayó un tren... ¿y si era un puente de autos?
Esas son las cosas que nos preocupan. Cuando un ingeniero es representante técnico de una obra, la responsabilidad es personal. Nosotros tenemos responsabilidades personales con las obras. 
 

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