El Concejo Deliberante de Salta se encuentra avocado a investigar y reconstruir los hechos de violencia ocurridos el viernes; luego decidirán si hay pruebas que justifiquen una sanción contra Lihue Figueroa (Partido de la Victoria), a quien la mayoría de los concejales responsabiliza por los disturbios.
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El Concejo Deliberante de Salta se encuentra avocado a investigar y reconstruir los hechos de violencia ocurridos el viernes; luego decidirán si hay pruebas que justifiquen una sanción contra Lihue Figueroa (Partido de la Victoria), a quien la mayoría de los concejales responsabiliza por los disturbios.
De todas maneras, ayer el presidente del cuerpo, Matías Cánepa, anticipó que no se hará ningún pronunciamiento hasta que haya "una reconstrucción cuidadosa y objetiva". La edil acusa a sus pares de aislarla y acusarla debido a sus posiciones ideológicas y políticas. El enojo con la exvicepresidente 2´ del cuerpo fue manifiesto en los discursos de los concejales y en el relato de los empleados que vivieron, aseguran, "una tarde de terror".
La concejal Figueroa votó en contra del Presupuesto acompañando a sus excompañeros de bancada Martín Del Frari y Claudia Serrano (ahora del Frente Ciudadano para la Victoria) y Cristina Foffani, del PO.
Curiosamente, la ordenanza tributaria solo fue rechazada por Figueroa y Foffani, pero la cuestionada edil había estampado su firma favorable en el dictamen de comisiones.
Su cambio de postura se asocia con el insoportable disgusto -que puso de manifiesto en sus discursos- provocado por su desplazamiento como vicepresidente segunda. Ese lugar, reservado para el kirchnerismo, fue asignado a Claudia Serrano por decisión de José Vilariño y Sergio Leavy. Ella sostiene que es una maniobra en su contra.
El gremio de los empleados del Concejo ya presentó una medida y reclamó sanciones. Los actos violentos protagonizados por supuestos "vecinos autoconvocados" -el personal sostiene que son activistas- tuvieron como consecuencia tres lesionados entre los trabajadores del Concejo. El Sindicato de Empleados del Concejo Deliberante advirtió: "No vamos a tolerar que concejales convoquen y arenguen a esta gente, utilizándolos y enfrentándolos con nuestros compañeros".
Se refirieron a las "arengas" de Figueroa cuestionando la ordenanza tributaria -la que ella había convalidado pocos días antes- y la presencia de un hombre mayor, supuestamente, un familiar de la concejal, que convocaba a los destrozos.
Del Frari, en el recinto, fue fulminante: "Me solidarizo con los empleados agredidos. Son actos vergonzosos, incitados por algunos miembros de este cuerpo". El interrogante consiste en saber si el escándalo fue resultado de la tensión interna en el seno del kirchnerismo o de un estilo político que apela a llevar militantes para imponer condiciones a los concejales que representan a la ciudadanía.