"La escuelita, las casas y las vertientes tienen problemas con el barro. Por ahora se está asistiendo a las familias con bidones de agua, pero no alcanza. El camino no está en condiciones. Y los aparatos de radios prometidos por funcionarios provinciales el año pasado para la comunicación con estos pobladores nunca llegó. Es decir, que nadie se entera, de lo que les pasa" acotó Copa.
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"La escuelita, las casas y las vertientes tienen problemas con el barro. Por ahora se está asistiendo a las familias con bidones de agua, pero no alcanza. El camino no está en condiciones. Y los aparatos de radios prometidos por funcionarios provinciales el año pasado para la comunicación con estos pobladores nunca llegó. Es decir, que nadie se entera, de lo que les pasa" acotó Copa.
La leña escasea por estas tierras. Las lluvias imposibilitan la recolección. Algunos deben caminar horas y horas para acopiar algo de leña como combustible para cocinar. Los techos gotean por todos lados. "El granizo dejó averiados los techos. Hay casitas cuyas paredes están apuntaladas para evitar su desmoronamiento", contó.
Esta zona es inaccesible para muchos. El viejo camino, también ruta provincial secundaria, que recorría por San Bernardo de las Zorras, está intransitable por la crecida de los arroyos que bajan del Chañi. La única manera es dar la vuelta por Las Cuevas, ruta nacional 51, de ahí desviarse a la derecha por la provincial 127, pasar por la vieja estación de Cachiñal y seguir después de unas horas el camino de montaña hasta llegar a El Toro, a unos 3.200 metros sobre el nivel del mar.