En Gimnasia y Tiro la situación apremia y “las papas queman”, tras la complicada derrota en casa el pasado domingo ante Central Córdoba de Santiago del Estero, al caer en la ocasión por un lapidario 3-5 luego de ir ganando con un holgado 3-0 en el primer tiempo. Y con los ánimos tocados y la “mochila” de la presión a cuestas, el conjunto de Víctor Riggio se desplazó ayer por la tarde en micro hasta la lejana localidad bonaerense de Villa Ramallo, donde el albo visitará mañana a Defensores de Belgrano, con la urgencia de salir a ganar para seguir manteniendo vivas sus chances en el octogonal del Federal A.
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En Gimnasia y Tiro la situación apremia y “las papas queman”, tras la complicada derrota en casa el pasado domingo ante Central Córdoba de Santiago del Estero, al caer en la ocasión por un lapidario 3-5 luego de ir ganando con un holgado 3-0 en el primer tiempo. Y con los ánimos tocados y la “mochila” de la presión a cuestas, el conjunto de Víctor Riggio se desplazó ayer por la tarde en micro hasta la lejana localidad bonaerense de Villa Ramallo, donde el albo visitará mañana a Defensores de Belgrano, con la urgencia de salir a ganar para seguir manteniendo vivas sus chances en el octogonal del Federal A.
Para la ocasión, el estratega millonario le confiará el crítico lateral derecho a un crédito prácticamente local y a un hijo de la casa, como lo es Agustín Herrera, hermano de Luciano (el delantero) e hijo del gran Venancio, el que hizo historia, curiosamente jugando en el carril opuesto, en aquellos gloriosos ascensos de Gimnasia en la década del 90. El Mellizo ocupará la vacante que dejan Jonathan Hereñú (suspendido) e Ivo Chaves (sufrió una recaída en la semana en la cuestión hormonal que lo aqueja).
Además, Jonathan Medina retornará tras su sanción al lateral izquierdo y Pablo Agüero será el reemplazante de Raúl Poclaba, de flojísima actuación ante los santiagueños, quien ni siquiera se subió al micro.