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El amanecer cafayateño renovó el romance con el Chaqueño Palavecino

Doce mil personas asistieron al predio de la Bodega Encantada durante la tercera y última velada de la Serenata a Cafayate. Los Kjarkas, Los Tekis y Los Huayra, se destacaron en las dos primeras veladas
Domingo, 25 de febrero de 2018 15:04

Un amanecer a puro folclore se reflejó en la cuadragésimo cuarta edición de la Serenata a Cafayate, con el Chaqueño Palavecino “haciendo de las suyas”. El romance entre el artista y el público volvió a renovarse en el predio de la Bodega Encantada. Cerca de cuatro de actuación, con una concurrencia que disfrutó a pleno al hombre del Chaco salteño, que en definitiva ya es el “propietario” de los sábados de Serenata.
El balance de los cafayateños exhibe un saldo totalmente positivo, en cuanto a la asistencia de la gente, y también la perfomance de los artistas en cartelera.
Los Tekis volvieron a demostraron porque son uno de los favoritos en el circuito nacional. Fueron los responsables de abrir la fiesta cafayateña, ante más de 4 mil personas.
Los Kjarkas dieron clase de profesionalidad, dejando en claro su vigencia sobre los escenarios. La noche del viernes también contó con el notable espectáculo de Los Huayra.
También fue importante el homenaje que se realizó al recordado Arnaldo Etchart, uno de los “padres” de la Serenata. Además, se inauguró un mural, al costado de escenario, del artista Hugo Guantay.
Doce mil personas le hicieron el aguante al Chaqueño, que a las cinco de la mañana pisó el escenario Payo Solá. Rápidamente llegó su diálogo musical que enardeció a todos los presentes. Palavecino se encargó de ponerle alta temperatura a la velada como un regalo al público de Cafayate. Cerca de cuatro horas estuvo sobre las tablas.
Oscar Esperanza Palavecino, desgranó un recital donde fue combinando las nuevas composiciones de su último álbum, con otros clásicos de su extenso repertorio. Como es su costumbre en esta fiesta, tuvo sus invitados para cantar con él. Se destacaron: Christian Herrera, Marcela Ceballos, Giovanni Amores, entre otros. Personas del público también subieron a aportar sus voces.
“Soy un agradecido de Dios por todo lo que me dio ya que nunca soñé con llegar al sitio donde me encuentro ahora”, es la frase constante de éste hombre oriundo del paraje el Rancho El Ñato. Y vaya si son verdades estas palabras, una vez más y con su gran poder de convocatoria, llenó el predio de la Bodega Encantada, y nadie se movió de sus lugares hasta no culminar la perfomance del “hombre imán”.
Haciendo gala de un equilibrio que no se altera ante los logros, aseveró que “soy un total convencido que el éxito de hoy puede no existir mañana, por eso el artista no debe marearse. Cuando uno viene bien de abajo y todo le costó mucho, como en mi caso, saborea mejor las cosas y sostiene mejor el compromiso de saber que uno es un cantor del pueblo y para el pueblo”, sentenció.
Ahora solo resta esperar hasta la próxima edición cuando el reconocido animador y locutor Oscar Humacata sentencie: ¡Alegrate Cafayate!. Aquí no vale decir adiós, solamente: hasta luego.

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Un amanecer a puro folclore se reflejó en la cuadragésimo cuarta edición de la Serenata a Cafayate, con el Chaqueño Palavecino “haciendo de las suyas”. El romance entre el artista y el público volvió a renovarse en el predio de la Bodega Encantada. Cerca de cuatro de actuación, con una concurrencia que disfrutó a pleno al hombre del Chaco salteño, que en definitiva ya es el “propietario” de los sábados de Serenata.
El balance de los cafayateños exhibe un saldo totalmente positivo, en cuanto a la asistencia de la gente, y también la perfomance de los artistas en cartelera.
Los Tekis volvieron a demostraron porque son uno de los favoritos en el circuito nacional. Fueron los responsables de abrir la fiesta cafayateña, ante más de 4 mil personas.
Los Kjarkas dieron clase de profesionalidad, dejando en claro su vigencia sobre los escenarios. La noche del viernes también contó con el notable espectáculo de Los Huayra.
También fue importante el homenaje que se realizó al recordado Arnaldo Etchart, uno de los “padres” de la Serenata. Además, se inauguró un mural, al costado de escenario, del artista Hugo Guantay.
Doce mil personas le hicieron el aguante al Chaqueño, que a las cinco de la mañana pisó el escenario Payo Solá. Rápidamente llegó su diálogo musical que enardeció a todos los presentes. Palavecino se encargó de ponerle alta temperatura a la velada como un regalo al público de Cafayate. Cerca de cuatro horas estuvo sobre las tablas.
Oscar Esperanza Palavecino, desgranó un recital donde fue combinando las nuevas composiciones de su último álbum, con otros clásicos de su extenso repertorio. Como es su costumbre en esta fiesta, tuvo sus invitados para cantar con él. Se destacaron: Christian Herrera, Marcela Ceballos, Giovanni Amores, entre otros. Personas del público también subieron a aportar sus voces.
“Soy un agradecido de Dios por todo lo que me dio ya que nunca soñé con llegar al sitio donde me encuentro ahora”, es la frase constante de éste hombre oriundo del paraje el Rancho El Ñato. Y vaya si son verdades estas palabras, una vez más y con su gran poder de convocatoria, llenó el predio de la Bodega Encantada, y nadie se movió de sus lugares hasta no culminar la perfomance del “hombre imán”.
Haciendo gala de un equilibrio que no se altera ante los logros, aseveró que “soy un total convencido que el éxito de hoy puede no existir mañana, por eso el artista no debe marearse. Cuando uno viene bien de abajo y todo le costó mucho, como en mi caso, saborea mejor las cosas y sostiene mejor el compromiso de saber que uno es un cantor del pueblo y para el pueblo”, sentenció.
Ahora solo resta esperar hasta la próxima edición cuando el reconocido animador y locutor Oscar Humacata sentencie: ¡Alegrate Cafayate!. Aquí no vale decir adiós, solamente: hasta luego.

 

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