A un año y casi un mes del crimen de Jimena Salas, la hipótesis de las dos fiscalía penales a cargo del caso y la que sostiene la familia de la víctima están separadas por una grieta.
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A un año y casi un mes del crimen de Jimena Salas, la hipótesis de las dos fiscalía penales a cargo del caso y la que sostiene la familia de la víctima están separadas por una grieta.
Las fiscalías penales 2 y 3, a cargo de Pablo Paz y Rodrigo González Miralpeix, buscan a dos posibles homicidas, quienes -creen- ingresaron a la casa de Jimena Salas, en Vaqueros, con el ardid de un perro perdido, le quisieron robar y terminaron asesinándola. Así, el pasado 6 de diciembre publicaron las últimas fotos que sacó la mujer con su celular -las del perro- y mostraron dos identikit elaborados con referencias dadas por testigos.
"No creemos que sean dos los atacantes; ofrecimos nuestro peritaje de parte, que hicimos a fin del año pasado, que incluyó el trabajo de largas horas de peritos en criminalística, que hicieron una reconstrucción virtual donde desarrollamos cómo habría sido la mecánica del hecho", explicó a El Tribuno, Pedro Arancibia, abogado de Nicolás Cajal, el esposo de Jimena Salas.
En ese informe, la querella plantea que "fue una sola persona la que intervino en el crimen", remarcó el letrado.
En el peritaje "hacemos valoraciones de acuerdo a lo que tuvimos conocimiento por la causa: fotografías, planos y estudios científicos. De allí sacamos cómo habrían sucedido los hechos y planteamos que el móvil no sería solamente un robo frustrado, si bien no lo descartamos; hacemos hincapié en otras hipótesis que nos parecen considerables, porque encajarían perfectamente conforme a las pruebas que surgen del expediente y a la reconstrucción que hicimos", señaló.
El planteo general de este estudio de parte es, precisamente, "la intervención de un psicópata, de una persona con rasgos y personalidad psicopática, que habría actuado atacando a la víctima desde un punto de vista sexual, y haciéndose de algunos bienes de valor", señaló Arancibia.
"Para nosotros hay personas que tienen ciertas características psicópatas, en las que no sería incompatible que ataquen sexualmente y que roben, o viceversa: que vayan a robar y que pretendan o intenten atacar sexualmente, o no atacarla sino matarla o lesionarla. Hay pocos casos, son excepcionales, pero existen", concluyó Arancibia.
Jimena Salas fue asesinada el 27 de febrero del año pasado.
“No segmentar el caso”
El abogado Pedro Arancibia pidió “no segmentar el caso” de Jimena Salas a un robo frustrado seguido de homicidio cometido por dos personas, tal como lo plantean las fiscalías penales 2 y 3.
“Hay personalidades que tienen características que salen de lo normal de los casos que ocurren habitualmente; a veces los investigadores o la fiscalía los desencuadran y cuando se dan cuenta llegan demasiado tarde, porque a medida que pasa el tiempo la posibilidad de encontrar a los responsables se va diluyendo”, afirmó.
Abonó la hipótesis de la autoría de un psicópata en, por ejemplo, haberse dejado fotografiar con el perro, que supuestamente estaba perdido (el ardid para que Jimena Salas le abriera la puerta de su casa), pero sin que le tomaran la cara. El mismo modus operandi lo habría desplegado tres días antes en la casa de una vecina de Jimena.
“En la fiscalía están acostumbrados a saber a los dos o tres días quién fue el autor de un hecho; eso sucede en el 95% de los casos. Este es un caso atípico, menos del 5% del total, que requiere ser investigado con un método y de un modo que no es habitual”, concluyó.