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Maestros rurales, en un nuevo desafío por los chicos

La lucha contra las necesidades y la apuesta al futuro en parajes alejados.
Martes, 06 de marzo de 2018 00:00

Los 58 alumnos de la escuela 4060 "Ceferino Namuncurá", a más de 200 kilómetros de la ciudad de Salta, empezaron el año con ganas de reencontrarse, jugar y aprender pese a las dificultades.

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Los 58 alumnos de la escuela 4060 "Ceferino Namuncurá", a más de 200 kilómetros de la ciudad de Salta, empezaron el año con ganas de reencontrarse, jugar y aprender pese a las dificultades.

La institución, de nivel primario, está recostada sobre la ruta nacional 16, en Finca La Esperanza, en el departamento Anta, muy cerca de la localidad de Gaona y a 13 kilómetros de Joaquín V. González.

Se trata de una escuelita atormentada por las inclemencias del tiempo, donde los docentes luchan contra el olvido. Los chicos están distribuidos en tres secciones de plurigrado y un Nivel Inicial.

Los alumnos llegan caminando desde un paraje denominado La Ranchería, donde sus familias se dedican a las tareas del campo. Ayer estaban muy contentos por volver a compartir las aulas.

Las madres comenzaron la mañana sentadas en el ingreso a la escuela, los docentes daban vueltas buscando parlantes para el acto y los chicos resaltaban con sus delantales blancos en el verde de la inmensidad anteña.

Una de las maestras que llega a la escuela Ceferino Namuncurá. Foto: Andrés Mansilla. 

Desdoblada

La directora, Norma Cuéllar, trabaja con cuatro maestras de grado, tres docentes especiales y una jardinera; además de la cocinera y el personal de maestranza.

Bajo un pino y una tipa, la directora dio por inaugurado el año con un discurso de bienvenida para estudiantes, familiares y educadores.

"Cuando hay interés por aprender se unen los docentes, los alumnos y los padres de la comunidad", dijo.

Para que los chicos estudien, una empresa colabora con agua potable, porque en el lugar no es apta para el consumo.

Pero los mayores problemas son de estructura. La escuela está desdoblada en dos edificios: uno que data de 1962 y otro fue terminado en 2014.

En la parte antigua, bajo un techo de chapas que deja filtrar el agua, quedaron la sala de maestros, la dirección, una biblioteca y espacios de informática.

La formación en la escuela Nuestra Señora de San Nicolás, en el paraje La Población. Foto: Andrés Mansilla. 

En la parte nueva quedaron las aulas para los tres ciclos y un salón de usos múltiples que se reconvirtió en jardín de infantes.

"Necesitamos obras para reconstruir el techo u otro edificio, porque las computadoras y los libros se nos están mojando", dijo la directora. Por ahora, utilizan colchonetas para tapar las máquinas y los estantes.

También hace falta un alambrado perimetral para que no entren animales. A los baños de los chicos entran perros, chanchos y hasta caballos que rompen las instalaciones.

La escuela ofrece el desayuno y el almuerzo todos los días. Hasta fines del ciclo lectivo pasado recibían 14,50 pesos por cada alumno y esperan que este año las cifras se actualicen, porque la inflación golpea.

Una garrafa de 10 kilos se paga a 350 en un local de González, el único donde los docentes pueden conseguir la boleta correspondiente para presentar al Ministerio de Educación de Salta.

La la cocina se inunda. María Roldán y Paola Alejo hacen lo que pueden para servir la mesa cada mediodía.

En una parte de la cocina el piso está verde de humedad. "Si yo la viera a la ministra (Analía) Berruezo le pediría que me haga una cocinita nueva, porque ya estoy grande y me hace mal trabajar en estas condiciones", dijo ayer María.

Una cancha de básquet devorada por las malezas y el lugar donde alguna vez se proyectó una huerta completan el paisaje de esta escuelita de campo, que reúne a familias que siguen apostando a la educación pública como la única forma de superación.

La emoción de los chicos del paraje La Ranchería (Anta) al ingresar al aula. Foto: Andrés Mansilla. 

Lucha contra el agua

En la ruta provincial 29, a casi 300 kilómetros de Salta capital, en el departamento Metán, está la escuela 4392 Nuestra Señora de San Nicolás, del paraje La Población. Ayer el pasto estaba recién cortado, los chicos lucían delantales impecables y las "seños" se habían hecho los mejores peinados.

La centenaria escuela, ya casi en el límite con Santiago del Estero, cuenta con una matrícula de 33 alumnos en plurigrado, es decir, que no están separados por edades como en la ciudad. Este año se sumaron 8 jardineritos.

La directora, María Angélica Chávez, tiene a su cargo a 5 docentes, de las cuales una es de grado. Con una de ellas vive en el edificio, que está en un estado deplorable.

El 4 de abril del año pasado la escuela de La Población fue noticia porque se inundó. Entró más de un metro de agua, que llegó al nivel del pizarrón.

Los funcionarios ministeriales llegaron en mayo y analizaron la situación, pero hasta ayer las paredes conservaban la humedad.

Sin revoque, sobre pisos húmedos y con cables a la vista, la escuela albergó ayer la esperanza de los docentes de que todo mejore este año.

Abrazos a la maestra en la escuela Ceferino Namuncurá. Foto: Andrés Mansilla. 

 

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