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Gimnasia y el desafío mayúsculo de no ser "Motta-dependiente"

El albo debe ratificar su levantada el domingo en Sunchales y el DT Víctor Riggio buscará encontrar funcionamiento sin el responsable de la creación en cancha.  
Miércoles, 07 de marzo de 2018 23:02

Pablo Motta, quizá por su pasado en Central Norte, fue resistido desde su misma llegada a Gimnasia y Tiro, allá por el 2015, y le costó muchísimo hacer de la Vicente López su lugar. Los hinchas siempre le exigieron más por sus características, por su bagaje y trayectoria, y el margen de tolerancia para con él no siempre fue medido con la misma vara con respecto a otros valores del millonario.
Alternó buenas y malas y su juego se lució y se desdibujó de acuerdo al entrenador de turno y a lo que le pedían en cancha al futbolista cordobés, que el pasado sábado por la noche, en la victoria del albo por 2 a 1 ante Chaco For Ever en Resistencia, cumplió cien partidos con la camiseta celeste y blanca, algo que no es poco. Como tampoco es poco el reconocimiento que se ganó el Gato por parte de los seguidores del albo en su cuarta temporada en la entidad. 
También es cierto que en los últimos tiempos, aún desde antes de la llegada de Víctor Riggio como DT, Gimnasia se transformó en un equipo “Motta-dependiente”. Cuando el actual portador de la camiseta número 10 del albo no aparece en todo su esplendor y cuando las cosas no le salen, el equipo lo siente más de la cuenta. Por el contrario, cuando el volante creativo se enchufa y juega, es altamente determinante para el equipo, siempre y cuando los intérpretes con los que cuente alrededor enganchen la misma sintonía. Así se vio, por ejemplo, en la victoria ante el negro chaqueño y en los gestos técnicos del enganche, que resultaron la génesis de los dos goles de Nicolás López Macri.
El domingo, en la visita a Unión Sunchales, el albo tendrá el doble desafío de ratificar su levantada ante uno de los candidatos del octogonal, y contar con la autonomía necesaria para jugar sin Motta, suspendido, por primera vez. Riggio analiza repetir el 4-1-4-1 que le dio réditos en el litoral, con Raúl Poclaba (si se recupera) o Agustín López en reemplazo del otro sancionado, Pablo Agüero. Sin embargo, aún es una incógnita el reemplazante del “10”.
 

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Pablo Motta, quizá por su pasado en Central Norte, fue resistido desde su misma llegada a Gimnasia y Tiro, allá por el 2015, y le costó muchísimo hacer de la Vicente López su lugar. Los hinchas siempre le exigieron más por sus características, por su bagaje y trayectoria, y el margen de tolerancia para con él no siempre fue medido con la misma vara con respecto a otros valores del millonario.
Alternó buenas y malas y su juego se lució y se desdibujó de acuerdo al entrenador de turno y a lo que le pedían en cancha al futbolista cordobés, que el pasado sábado por la noche, en la victoria del albo por 2 a 1 ante Chaco For Ever en Resistencia, cumplió cien partidos con la camiseta celeste y blanca, algo que no es poco. Como tampoco es poco el reconocimiento que se ganó el Gato por parte de los seguidores del albo en su cuarta temporada en la entidad. 
También es cierto que en los últimos tiempos, aún desde antes de la llegada de Víctor Riggio como DT, Gimnasia se transformó en un equipo “Motta-dependiente”. Cuando el actual portador de la camiseta número 10 del albo no aparece en todo su esplendor y cuando las cosas no le salen, el equipo lo siente más de la cuenta. Por el contrario, cuando el volante creativo se enchufa y juega, es altamente determinante para el equipo, siempre y cuando los intérpretes con los que cuente alrededor enganchen la misma sintonía. Así se vio, por ejemplo, en la victoria ante el negro chaqueño y en los gestos técnicos del enganche, que resultaron la génesis de los dos goles de Nicolás López Macri.
El domingo, en la visita a Unión Sunchales, el albo tendrá el doble desafío de ratificar su levantada ante uno de los candidatos del octogonal, y contar con la autonomía necesaria para jugar sin Motta, suspendido, por primera vez. Riggio analiza repetir el 4-1-4-1 que le dio réditos en el litoral, con Raúl Poclaba (si se recupera) o Agustín López en reemplazo del otro sancionado, Pablo Agüero. Sin embargo, aún es una incógnita el reemplazante del “10”.
 

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