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Les venderán las tierras a las 150 familias que se asentaron en el monte

Reclamaban un lugar para vivir en un municipio que crece en población pero no en infraestructura. Aseguran que viven hacinados en el centro, en los fondos de otras casas, o alquilando a alto costo.
Jueves, 12 de abril de 2018 22:37

Hace una semana contamos en este diario que unas 150 familias de Joaquín V. González, desesperadas e impotentes por la vieja demanda insatisfecha de un techo propio, se habían asentado en 5 hectáreas de monte, en la periferia de la ciudad. Pedían tratar con los dueños de la finca para negociar el precio de las hectáreas, para comprarlas entre todos y empezar a edificar el sueño material más importante: la vivienda familiar.

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Hace una semana contamos en este diario que unas 150 familias de Joaquín V. González, desesperadas e impotentes por la vieja demanda insatisfecha de un techo propio, se habían asentado en 5 hectáreas de monte, en la periferia de la ciudad. Pedían tratar con los dueños de la finca para negociar el precio de las hectáreas, para comprarlas entre todos y empezar a edificar el sueño material más importante: la vivienda familiar.

La respuesta no se hizo esperar, los propietarios de la finca, de apellido Arias, interpretaron bien la necesidad de estas personas y se sentaron a acordar una salida beneficiosa para todos.

El centro poblado de Joaquín V. González es muy escueto para los 50 mil habitantes de la comuna, y las fincas de puro monte que la rodean de cerca se burlan del sueño del techo propio de cientos de familias anteñas. Fue necesario dar un paso firme para protestar en una zona donde nadie interpreta la necesidad básica de la gente, en un municipio que nunca dejó de ser una gran finca donde todo pertenece a virtuales apellidos y a empoderados políticos que permiten que la población siga hacinando sus aspiraciones en el centro, sin posibilidad de expansión, de independencia. Quizá la historia cambie ahora.

Desde la comisión que se formó para representar a las familias sin techo que tomaron las tierras informaron que: “Finalmente le vamos a comprar 10 hectáreas a los dueños del campo, quienes para vendernos pidieron que armemos un fideicomiso o una sociedad para venderle a una institución y no a individuos. Estamos de acuerdo con eso y estamos agradecidos por la buena voluntad del dueño para interpretar nuestra necesidad. Estamos en contacto permanente y ya instruyeron a su abogada para armar la figura a la que le venderán el predio”.

Como era de esperar, a las 150 familias iniciales se agregaron muchísimas otras con la misma aspiración y la misma necesidad. “Estamos sorprendidos por la cantidad de gente que se agregó; por eso estuvimos haciendo una lista nueva, de modo que realmente la tierra sea para las familias que no tienen dónde vivir y no para oportunistas, aunque sabemos que en González la demanda habitacional es altísima. Con esta lucha nos enteramos que el intendente Juan Domingo Aguirre tenía 5 hectáreas que le habían donado hace tres años para un loteo y nunca las dio a conocer, ahora quiere hacer desmonte, trabajar esas hectareas para entregarla a más de 900 personas anotadas en Tierra y Hábitat desde hace años”, contaron.

Desde la comisión, agregaron: “Igualmente nosotros estamos muy contentos porque tenemos el apoyo por escrito del intendente Aguirre para llevar los servicios, hacer la apertura de calles, y en caso de que haya que hacer un pozo se trabajará con el municipio. La comisión está muy unida en este propósito, porque la necesidad es muy grande y acá recién empezamos a ver un poco de luz en este asunto”.

El principal argumento para tomar las tierras fue: “La familia Arias es propietaria de todo González prácticamente, tiene miles de hectáreas rodeando al pueblo que con 50 mil habitantes está amontonado en pocas manzanas porque crece la población y no crece la infraestructura. Este municipio es una gran finca con conventillos manejados por los mismos patrones de estancia. Por eso formamos una comisión, ya que somos gente que no tenemos casa ni una posibilidad de tenerla, acá todas son fincas abandonadas, improductivas y deshabitadas”.

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