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Intervinieron la academia que entrega el Nobel de Literatura

Los cargos en la Academia Sueca eran vitalicios, pero 11 de los 18 miembros ya estaban inactivos como protesta por un escándalo sexual que involucró a uno de sus miembros. Ello obligó a la Casa Real de Suecia a tomar medidas drásticas.
Jueves, 19 de abril de 2018 10:56

En histórica decisión, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia se vio obligado a modificar los centenarios estatutos de la Academia Sueca, que se encarga de entregar el Premio Nobel de Literatura, anunció la casa real.
La intervención real modificó las normas de renuncia a la membresía de la Academia. Hasta ahora los 18 puestos en el jurado del Premio Nobel de Literatura eran vitalicios y en consecuencia resultaba imposible renunciar. Aunque varios miembros anunciaron recientemente que no participarían más en las reuniones de la Academia como protesta por el escándalo de acoso sexual, corrupción y filtración de información confidencial, no podían ser reemplazados, lo que dejaba a los debates sobre el Nobel de Literatura imposibilitados de continuar con el proceso de selección.
Actualmente el número de miembros inactivos ‘es tal que amenaza seriamente la capacidad de la Academia de cumplir con sus importantes deberes‘, admitió la casa real. 
Entre otras cosas, se ve restringida la necesaria reconstrucción de la Academia. En el futuro no solo se deberá sustituir a los miembros que renuncien, sino también a aquellos que estén inactivos durante más de dos años.
El escándalo
En el centro del escándalo se encuentran Katarina Frostenson, miembro número 18 de la Academia, y su marido, el francés Jean-Claude Arnault. Dieciocho mujeres acusaron al francés el pasado noviembre de acoso sexual en el marco del movimiento #MeToo.
Al mismo tiempo se supo que el marido de Frostenson dirige una asociación cultural que recibió subvenciones de la Academia. Es decir, que la escritora tomó parte durante años en secreto en las decisiones de financiación para su marido.
Sin embargo, lo peor para la Academia podría ser que se confirmara que el marido de Frostenson divulgó antes del anuncio oficial los nombres de siete galardonados, entre ellos el de Bob Dylan en 2016.
Tres miembros renunciaron a su puesto porque la Academia no tomó medidas suficientes por el escándalo. Como consecuencia dimitió también la secretaria permanente, Sara Danius, lo que redujo a tal punto el número de miembros que no se puede alcanzar el quórum necesario para avanzar en la selección del próximo premio Nobel de Literatura.
 

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En histórica decisión, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia se vio obligado a modificar los centenarios estatutos de la Academia Sueca, que se encarga de entregar el Premio Nobel de Literatura, anunció la casa real.
La intervención real modificó las normas de renuncia a la membresía de la Academia. Hasta ahora los 18 puestos en el jurado del Premio Nobel de Literatura eran vitalicios y en consecuencia resultaba imposible renunciar. Aunque varios miembros anunciaron recientemente que no participarían más en las reuniones de la Academia como protesta por el escándalo de acoso sexual, corrupción y filtración de información confidencial, no podían ser reemplazados, lo que dejaba a los debates sobre el Nobel de Literatura imposibilitados de continuar con el proceso de selección.
Actualmente el número de miembros inactivos ‘es tal que amenaza seriamente la capacidad de la Academia de cumplir con sus importantes deberes‘, admitió la casa real. 
Entre otras cosas, se ve restringida la necesaria reconstrucción de la Academia. En el futuro no solo se deberá sustituir a los miembros que renuncien, sino también a aquellos que estén inactivos durante más de dos años.
El escándalo
En el centro del escándalo se encuentran Katarina Frostenson, miembro número 18 de la Academia, y su marido, el francés Jean-Claude Arnault. Dieciocho mujeres acusaron al francés el pasado noviembre de acoso sexual en el marco del movimiento #MeToo.
Al mismo tiempo se supo que el marido de Frostenson dirige una asociación cultural que recibió subvenciones de la Academia. Es decir, que la escritora tomó parte durante años en secreto en las decisiones de financiación para su marido.
Sin embargo, lo peor para la Academia podría ser que se confirmara que el marido de Frostenson divulgó antes del anuncio oficial los nombres de siete galardonados, entre ellos el de Bob Dylan en 2016.
Tres miembros renunciaron a su puesto porque la Academia no tomó medidas suficientes por el escándalo. Como consecuencia dimitió también la secretaria permanente, Sara Danius, lo que redujo a tal punto el número de miembros que no se puede alcanzar el quórum necesario para avanzar en la selección del próximo premio Nobel de Literatura.
 

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